"Comanchería" de David Mackenzie ( nominada como mejor película a los Óscar 2017) es un western actual donde los protagonistas luchan contra los males actuales que nos ahogan como son los desahucios y la pobreza galopante que se escampa por todos los confines de la tierra. Esos problemas de hoy que nos agobian con las letras y los prestamos del banco, nos dejan tocados, entonces no queda otra que atracar al mismo banco que te roba para devolvérselo de nuevo para que no te embargue la casa y tus bienes. Por tanto, ha llegado la hora de tomarse la justicia por tu propia mano y recoger la pasta que es tuya, aquella que antes te han robado los bancos con intereses abrasivos A cambio no habrá otra cosa que ofrecer que tu propia vida, pues vale tanto como morir en la miseria, pero qué más da pues ya no vales nada si has de vivir con la soga al cuello con facturas pendientes por pagar. Si te quitan la casa y tus pertenencias qué sentido tiene la vida. Por eso, bien vale arriesgarla con la posibilidad de perderla en una de esas embestidas violentas con pistola en mano. La cinta empieza de lo más trepidante: dos hermanos(
Chis Pine y Ben Foster) roban bancos en el estado de Texas con una eficacia propia de dos profesionales: la pasta al saco y los coches enterrados que no dejen pista alguna. Ellos no son ladrones, pero las circunstancias le lleva a actuar así. Detrás le siguen las huellas a pocos pasos un
Jeff Bridges ( nominado a mejor papel de reparto en los Óscar 2017) Así, en ese oeste desértico donde antes los caballos levantaban polvareda se ha convertido en una persecución de coches en medio del mismo paisaje. Se han cambiado las tornas, ahora el indio es policía
que persigue el rastro de los asaltantes como ocurría en "No es país para viejos" ,de los hermanos Coen, que andaban pisándoles los talones, pero no conseguían atraparlos. Aquí, los buenos pasan a ser malos y los malos son buenísimos. En definitiva, Comanchería es un canto ( ejecutado a base de tiros) a la protesta de una sociedad corrompida que bien merece echarse a la calle con una escopeta en la mano para saciarse la sed de venganza contra tanto ladrón suelto que campa a sus anchas por un planeta que se pudre de mierda y de miseria. En fin, una película para pasar un buen rato con o sin palomitas.
