Título original Anime nere
Año 2014
Duración 103 minutos
Pais Italia
Dirección Francesco Munzi
Guión Francesco Munzi, Fabricio Ruggirello
Música Giuliano Taviani
Fotografía Vladan Radovic
Reparto Marco Leonardi, Peppino Mazzotta,
Fabrizio Ferracana, Anna Ferruzzo,
Barbora Bobulova, Giuseppe Fumo,
Pasquale Romeo, Vito Facciolla,
Aurora Quattrocchi
La película "Calabria, mafia del sur" ( mejor película y director en los premios David de Donatello 2014) del director Francesco Munzi se adentra en las mafias del sur de Italia que
trafican con la droga. El título solo ya nos da la pista de esa Italia profunda del final de la bota, perdida en las montañas.
El blanqueo de la pasta sucia limpiado con el salario de la mano de obra de la construcción. Los mafiosos viven como dioses, están entre el cielo y la tierra, entre otras cosas porque viven como reyes o mueren como cerdos depende del momento en que les ha tocado su existencia, porque esa vida de trapicheos expone siempre el cuerpo a una ráfaga de balas del enemigo.
El mundo a sus pies: si les apetece algo pues lo cogen, así de simple, por ejemplo necesitan comer y roban un ternero y se lo zampan en su restaurante o en el del colega, qué mejor festín. Lo tienen todo: comida, juergas, mujeres. Son los amos del lugar y si alguien piensa cruzarse en su camino, pues se lo cargan, ya está. La ley la imponen ellos mismos.
El blanqueo de la pasta sucia limpiado con el salario de la mano de obra de la construcción. Los mafiosos viven como dioses, están entre el cielo y la tierra, entre otras cosas porque viven como reyes o mueren como cerdos depende del momento en que les ha tocado su existencia, porque esa vida de trapicheos expone siempre el cuerpo a una ráfaga de balas del enemigo.
El mundo a sus pies: si les apetece algo pues lo cogen, así de simple, por ejemplo necesitan comer y roban un ternero y se lo zampan en su restaurante o en el del colega, qué mejor festín. Lo tienen todo: comida, juergas, mujeres. Son los amos del lugar y si alguien piensa cruzarse en su camino, pues se lo cargan, ya está. La ley la imponen ellos mismos.