Las primeras secuencias ya nos llevan directamente hacia el lado de la trama: una mujer que huye de su presente. La chica sale despedida de su apartamento con un bolso de viaje. Quiere dejar una nota de su ausencia, pero prefiere irse anónimamente. Marcha en autobús hacia Alemania sin más explicaciones.
Posteriormente muestra el personaje principal de la historia, Fernando, interpretado por Manolo Solo ( En "El buen patrón" de Fernando León de Aranoa hacía un papel de amargado y su jefe intentaba levantarle la moral), que da clases de sociales a alumnos de instituto. Ese inicio "in media res" sin apenas dar más datos de los que referimos se cohesiona con el inicio, porque ese profesor llega justo a la casa desde donde ha partido aquella mujer. Esa es la propuesta de "Una quinta portuguesa" de Avelina Prat ( "Vasil" con un Karra Elejalde dando vida a un samaritano), la de una huida sin saber por qué se realiza como sucedía en Thelma y Louis de Ridley Scott.
Esas condiciones adversas lo desestabilizan y emprende una huida hacia ninguna parte donde se ve metido en una finca portuguesa, de la cual es dueña Amalia, interpretada por María de Madeiros con un pasado en la colonia angoleña.
Finalmente, la cinta plantea el cambio de identidad, copiar a su mujer que lo ha dejado tirado y emprender un rumbo nuevo, a la deriva, diferente del que llevaba hasta ver adonde lo acarrea. No pretende dar pistas de su persona a la dueña de la parcela donde va a parar y esa incertidumbre mantiene atento al espectador.
Título original Una quinta portuguesa
Año 2025
Duración 114 minutos
País España
Dirección Avelina Prat
Guion Avelina Prat
Música Vicent Barriere
Fotografía Santiago Racaj
Reparto Manolo Solo, María de Madeiros,
Branka Katio, Rita Cabaço,
Xavi Mira, Bianca Kovacs,
Rui Morrisson, Luisa Cruz,
Iván Barnev.



