sábado, 20 de febrero de 2016

La chica danesa





Título original  The Danish Girl

Año                    2015

Duración           Reino Unido

Director              Tom Hooper

Guión                 Lucinda Coxon ( novela David Ebershoff)

Música              Alexandre Desplat

Fotografía         Danny Cohen

Reparto             Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias Schoenaerts,

                           Amber Heard, Ben Whishaw, Sebastián Koch,

                          Victoria Emslie, Adrián Schiller, Richard Dixon,

                          Paul Kerry, Helen Evans, Michael Thomsen,

                          Alicia Woodhouse. 


"La chica danesa", del director Tom Hooper,( conocido por “Los miserables” o “El discurso del rey” ,entre otras, es un especialista en crear una ambientación especial para la época y el momento, es decir, crea un clima, una atmósfera que te atrapa y no te suelta hasta el final)  habla de sensaciones, de estados del cuerpo, de manifestaciones entrecortadas en la infancia y que en un tiempo posterior afloran de nuevo, pero en este caso en la parte adulta sin saber cómo ni por qué, iniciados por un mero juego. Estamos hablando de travestismo, de homosexualidad, de una salida del armario de una forma natural, pero con las connotaciones negativas que acarrea entre la pareja. El personaje principal, Einar ( interpretado por el excelente Eddie Redmay, el cual ya fue galardonado con un Óscar ( 2014) al mejor actor en la interpretación de Stephen Hawking. Este año vuelve a entrar en las apuestas de la estatuilla, pero se va a encontrar en el camino a un duro competidor, que en este caso no se le puede escapar, un Leonardo DiCaprio con mucha fuerza de cara al premio con su interpretación en “El Renacido”) realiza una transformación pausada en su cambio de hombre a mujer. Si en la “Teoría del todo” pasaba de un personaje con una vida brillante vida por sus investigaciones científicas a un estado penoso físicamente por causa de una enfermedad, en este caso, la trasformación es interior, una fuerza que no puede controlar y que se ve forzado a travestirse porque le atrae esa nueva condición. Entonces pasa del juego a una atracción especial para acabar poseído completamente por esa pasión descontrolada.