"La chica danesa", del director Tom
Hooper,( conocido por “Los miserables” o “El discurso del rey” ,entre otras, es
un especialista en crear una ambientación especial para la época y el momento,
es decir, crea un clima, una atmósfera que te atrapa y no te suelta hasta el
final) habla de sensaciones, de
estados del cuerpo, de manifestaciones entrecortadas en la infancia y que en un
tiempo posterior afloran de nuevo, pero en este caso en la parte adulta sin
saber cómo ni por qué, iniciados por un mero juego. Estamos hablando de travestismo, de
homosexualidad, de una salida del armario de una forma natural, pero con las
connotaciones negativas que acarrea entre la pareja. El personaje principal, Einar (
interpretado por el excelente Eddie Redmay, el cual ya fue galardonado con un Óscar ( 2014) al mejor actor en la interpretación de Stephen Hawking. Este año vuelve a entrar en las apuestas de la estatuilla, pero se va a encontrar en
el camino a un duro competidor, que en este caso no se le puede escapar, un
Leonardo DiCaprio con mucha fuerza de cara al premio con su interpretación en “El
Renacido”) realiza una transformación pausada en su cambio de hombre a mujer.
Si en la “Teoría del todo” pasaba de un personaje con una vida brillante vida por
sus investigaciones científicas a un estado penoso físicamente por causa de una enfermedad, en este caso, la
trasformación es interior, una fuerza que no puede controlar y que se ve
forzado a travestirse porque le atrae esa nueva condición. Entonces pasa del
juego a una atracción especial para acabar poseído completamente por esa pasión
descontrolada.
sábado, 20 de febrero de 2016
La chica danesa
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