"Atrapados en un bucle infinito" de Junta Yamaguchi se desarrolla en un hotel de lujo en las montañas de Japón. Todo en normal: unos empleados que asisten con cordialidad a los clientes. Sin embargo, ocurre una situación especial: Mikoto, interpretado por Riko Fujitani,
sale fuera del hotel, junto al río y al volver se produce un constante bucle que dura dos minutos. Es decir, la misma situación se va repitiendo constantemente como si hubieran entrado en un agujero negro y no pudieran salir. Así, las historias se repiten con nuevas situaciones donde se explican peculiaridades de los protagonistas. Algo similar, no se puede comparar, a aquella excelente película de Harold Ramis"Atrapado en el tiempo" con un excelente Bill Murray. Merece la pena revisar el clásico y dejar de banda esta para otras ocasiones de siesta.
En fin, pretende ser graciosa, con ese punto de comedia donde los actores sobre actúan, pero por momentos lo que llega es el cansancio más que la sorpresa fina.
"La evaluación" de Fleur Fortune se sitúa en un mundo distópico, lugar alejado de la civilización y cercano al mar. Muestra a una pareja enamorada, empleados en sus quehaceres, él en tareas virtuales, ella en un invernadero experimental, pero la felicidad está ausente por las dificultades para tener un hijo. Conseguirlo supone una prueba loca. El test que deben pasar el aprobado en adopción pasa por someterse a los caprichos de una profesora,
interpretado por Alicia Vikander ( "La última reina", "La chica Danesa"), que los hará pasar por el tubo durante siete días. La pareja, interpretados por Elizabet Olsen y Himesh Patel, están de acuerdo en las condiciones que les impone, pero les gustaría saber de qué va la evaluación que serán sometidos.
La examinadora va a revisar punto por punto todos y cada uno de los detalles de ellos y de la casa para realizar un informe negativo para la adopción. El examen llega hasta un extremo intolerable, pues son trampas bombas para que no consigan el objetivo.
En fin, los hijos están muy caros y los personajes se mueven en ese mundo futurista y fantástico de sus tareas futuristas. En ese ambiente árido y solitarios se analizarán las condiciones para dar el visto bueno a la entrega de un hijo. Las normas y las leyes en el futuro también nos perseguirán con la intención de liquidarnos.
El director de "Parásitos" ( aunque ya había realizado cintas nada despreciables como "Rompehielos" otra ciencia ficción trepidante o "Joka" de animales gigantes y domésticos de ficción junto a un niño, en este caso también utiliza esos animales pequeños de multitud de patas creados por ordenador), de Bong.Joon-Ho, después del su éxito mundial, se va a comer de la mano del dólar- con actores con solera- para crear una ciencia ficción con su nueva película "Mickey 17". Su cine está marcado por la acción: el humano no desperdicia su tiempo en chorradas y ese dinamismo marcará un ritmo acelerado de sus cintas; la sorpresa es otro de los factores que mantendrá al espectador pendiente de ese momento en que puede dar un giro de ciento ochenta grados a su trama final.
En este caso, cuenta la vida de Mickey, interpretado por Robert Paltison, que en todo momento me recuerda a Jim Carrey, por su careto de idiota, en el año 2052 es un tipo corriente y asqueado de dar vueltas en la Tierra sin conseguir nada positivo, como es normal tiene un trauma de la infancia que lo ha marcado de por vida, pues se larga a otro planeta. Por eso, se apunta para viajar con la condición de ser prescindible, muy diferentes a los imprescindibles. Eso quiere decir que se puede reutilizar cuantas veces se desee. Es decir, hay un programa especia que en el momento en que muera pasa por una máquina que fotocopiará la misma persona con idénticos datos genéticos y de pensamientos o recuerdos del humano. Así es como la palman hasta 16 Mickeys, pero cuando llega el 17 se producen problemas.
La reimpresión de la peña se genera duplicando a las personas y el científico que lo diseñó ya se duplicó en la Tierra para crearse coartadas porque era un psicópata asesino. ¡Toma ya! Y en este momento se toca directamente el tema de la clonación de crearse duplicidades hasta el infinito para utilizarlo malevolente.
En fin, en ese planeta que parecía que iba a ser diferente, también está el dueño del cotarro, interpretado por Mark Ruffalo, que hace un amago de triunfalismo al estilo de Donald Trump. Eso: un futuro muy prometedor.
"La acompañante" de Drew Hancok propone una comedia disparatada de ciencia ficción ( en "Her" de Spike Jonze ya nos proponía un futuro- esto hace más de diez años- frío con la relación de una especie de robot virtual que complacía plenamente los deseos del protagonista. Aquí se quiere llegar más lejos y crear una máquina casi perfecta que sea casi humana, que se pueda graduar perfectamente a nuestros deseos). La trama se inicia con un cruce amoroso entre un chico y una chica que se encuentran en un supermercado. Se produce un flechazo amoroso y hasta aquí, prefecto, un ligue espontáneo que fructifica en pareja. La historia continúa con una elipsis que los coloca directamente en un coche en dirección a una mansión ostentosa en medio del bosque. Allí les esperan unos personajes, algo mafiosillos, con ganas de farra.
La joven, interpretada por Sophie Thatcher, se siente extraña en ese lugar, donde una pareja de homosexuales cuenta también, como ocurría en la primera escena con su propia pareja, el día de disfraces en que se conocieron. Ella siente que otra joven quiere seducir a su chico y lo arranca de la fiesta y se lo lleva directamente a la cama. Hasta aquí no hay nada raro, pero el día siguiente, ella se encuentra un cuchillo en su bolsillo sin saber cómo ha llegado hasta allí y que pronto lo utilizará para asesinar a un agresor que quiere abusar de ella. Parece que todo está estudiado y programado para que suceda. Pronto aparecen humanos que son máquinas y la comedia del inició pasa de las risas a ser negra y sangrienta, incluso un drama futurista que asusta.
En fin, la tecnología avanzada y la inteligencia artificial nos arrastra siempre hacia el mismo lugar: conseguir beneficios sin mancharse de sangre para robar la pasta del magnate de turno y forrarse. Luego echarle la culpa a la máquina. La propuesta consiste en jugar con las máquinas y ver hasta dónde son capaces de llegar si están en manos de los humanos y ,en el caso contrario, qué son capaces cuando se desmadren solas a su propio antojo.
"¡Salta!" de Olga Osorio plantea el viaje en el tiempo. Nada nuevo en el horizonte como muestra la saga de "Regreso al futuro" de Robert Zemeckis y sus cuentas pendientes del pasado o la española "Los cronocrímenes" de Nacho Vigalondo. El tema es ese: encontrar el mecanismo de dar con ese agujero de gusano que les trasporte al pasado o al futuro. Da igual. La acción recae en dos hermanos que han perdido a su madre no saben cómo y buscan la forma de encontrarla. Teo, interpretado por Mario Santos y Óscar, crecido, interpretado por Tamar Novas
,el cual como el científico de Regreso al futuro hace sus cuentas en la pizarra para encontrar la fórmula que dé con la clave de vuelta al pasado desde el futuro. Están en el año 1989 investigan las posibilidades de encontrar el mecanismo de llegar a su madre, cuando, por casualidad, el pequeño Teo da con el agujero.
Mientras mantienen peleas y viven con su abuela cascarrabias, el pequeño investiga en la azotea donde tirando cosas a la calle que nunca llegan al suelo. No sabe dónde van, pero desaparecen. Prueba con objetos y luego con una tortuga que ninguna de ellas regresan. Por lo tanto, se coloca una bolsa de viaje a la espalda y se tira al vacío. Entonces va a un futuro de más de treinta años, 2022, con el desfase que encuentra en relación a su hermano, muy cambiado por la edad, y los avances en tecnología como teléfonos móviles y demás. La trama pasa por descubrir otro gusano de vuelta para encontrar a su madre o por lo menos devolverlo al lugar de origen. En medio aparece una historia de amor que rondará en la cabeza de Óscar durante toda la cinta por una chica interpretado por Marta Nieto.
En fin, película de sobremesa de entretenimiento familiar que puede hacer las delicias a los peques. El estilo viene a ser como las últimas familiares de Santiago Segura, pero con un punto más de sensibilidad.
"La sustancia" de Coralie Fargeat ( En "Revenge" muestra la rabia de una chica que se han llevado unos tíos a una casa del desierto y allí quieren pasar un tiempo de orgía. Ella, engañada, no se deja dominar pese a que está en peores condiciones hace frente a los tíos y corre un río de sangre, con esta premisa, esperamos violencia, mal rollo y más ríos de sangre) cuenta la vida de Elisabeth Sparkle, interpretada por Demi Moore,
es una estrella de Hollywood que tiene su placa en la acera pero ya en el inicio vemos que por ella pasa el tiempo y como metáfora de su brillantez de diva que se apaga. Luego, en la realidad, vemos que esa actriz está en declive, porque ya tiene una cierta edad y su caché ha bajado. El productor o mánager o lo que sea, interpretado por Dennis Quaid,
quiere darle el plantón y olvidarse de ella y mientras come gambas mojadas en una salsa mahonesa en un restaurante como un auténtico cerdo le recuerda que ya ha acabado su tiempo y que se retire ya. Quiere material joven. Así, la artista se mueve en un entorno de estrella acabada con sus vestidos de tonalidades de un colorido vivo, intenso, frente a los lugares cutres por donde pasa para conseguir el elixir de la vida plena.
El declive de la artista le llega de fuera, por aquello que le dicen y lo que sucede a su alrededor. Gracias a una sustancia que se inyecta no se sabe muy bien de dónde ni cómo, pero tampoco nos importa. Aparece de dentro de su cuerpo otro yo más joven y hermoso, llamada Sue,
interpretado por Margaret Qualley, que cose con aguja e hilo el boquete de la espalda por donde ha aparecido. En definitiva, la directora manipula, por un lado, el aspecto machista de tratar a la mujer como objeto del deseo y material de desecho cuando se ha hecho mayor; por el otro, la mujer que entra en ese rollo de querer ser eterna en su belleza y engendrar a un ser nuevo que supla sus carencias, aunque la ocasión le llegue por medio de un experimento poco contrastado. La sustancia mágica trasformará su organismo y lo hará reproductor de otra belleza más explosiva.
El tema inicial parte de una entrevista con una chica técnica en astróloga que afirma que en la galaxia se sabe que hay más de trescientos planetas habitados, aunque no tengamos pistas veraces de ellos. Nombra la autoridad de Stephen Hawking para reforzar su teoría. Alexandra, interpretado por
Andrea Trepat, trabaja en un observatorio junto a otro compañero que se turna. Ella es muy profesional, pero su compañero pasa bastante de las normas de la empresa. El centro ya no recibe subvenciones y por lo que comenta su compañero le quedan dos telediarios de vida. Además, no aguanta que sea el hazmerreír de las redes sociales. En esa estación terrenal donde se acerca una tormenta ocurrirán sucesos extraños en tres horas. Hablamos de "La paradoja de Antares" ( paradoja entre decidirse a quedarse en el centro o abandonarlo por una fuerza mayor) del director y guionista Luis Tinoco. Los extraterrestres no hay que salir a buscarlos fuera de nuestro sistema, como ocurría en "Allen, el octavo pasajero" de Ridley Scott, sino que se conectan directamente desde la galaxia de Antares con el observatorio de la Tierra. Por lo tanto, en este caso, no esperes bichitos raros, ni nada de eso, solo la señal recibida del más allá como algo parecido a una muestra de un Dios superior, unida a la enfermedad terminal que sufre su padre en el hospital. Se crea un estado de ansiedad y una atmósfera de agobio entre esa chica sola y el teléfono que pide ayuda al exterior. Recuerda, en un escenario muy diferente a "Locke" de Steven Knight donde un tipo metido en un coche y con un teléfono deberá afrontar una situación de ansiedad a contrarreloj o la tensión que se crea en ese habitáculo estrecho en "Enterrado" de Rodrigo Cortés, muestra la agonía de aquel hombre bajo tierra con un móvil en la mano y sin apenas cobertura, enterrado vivo siempre en espacios diferentes. Aquí, ella se juega toda la carrera profesional a una sola carta: atender a su intuición y sus conocimientos profesionales o a la pasión familiar hacia ese padre moribundo. En fin, pretende crear una tensión dramática hacia esa joven solitaria. La soledad de una persona ante los inconvenientes del personal de fuera que le instan a que abandone su posición obstinada ante lo que ellos piensan una falsa alarma o una invención propia.
El relato se inicia con la voz en off que dice lo que va a contar es todo verdad, pero como es tan increíble, pues empezará la historia como si fuera un cuento. De esta manera ya prepara para ver imágenes y sucesos de acontecimientos poco reales. Prepara al espectador para enfrentarse a una historia con matices inverosímiles que la mente sabrá admitirlos, siempre y cuando estén bien contados. Estamos ante las imágenes del mundo de la fantasía y si consigue que nos adentremos a él, cualquier cosa que suceda puede ser admitida como real. Suponemos que nos llevará a un mundo mágico de un estilo similar al de "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez donde sucedían situaciones maravillosas de ese Realismo Mágico que integraba realidad y fantasía.
Eso es lo que le sucede a Tilda Swinton especialista en literatura y aficionada a rodar por el mundo para dar sus conferencias. Se encuentra con el mago, interpretado por Idris Elba,
que la persuadirá con sus aventuras fantásticas. Eso propone "Tres mil años esperándote" de George Miller ( conocido por ser el director de la saga "Mad Max")
Por lo tanto, ante esa propuesta de tropezarse con el genio de la lámpara maravillosa, después de una visión encantadora, ¿qué pasaría si en medio de una conferencia se aparece en mitad del público un genio que solo ve ella? ¿ Cuáles serían los deseos que le pediría? Posteriormente, la voz en "off" del genio cuenta sus diversas salidas de la lámpara mágica y se obstina para que ella pida un deseo que seguramente no se podrá cumplir.
Yang es un" tecnosapien" ( una máquina inteligente lo más parecida al humano) integrado dentro de una familia de un matrimonio y una niña. La película "Despidiendo a Yang" de Kogonada plantea ese momento en que la máquina que hasta entonces realizaba funciones de humano se estropea. No hay manera de repararlo y la pena que tienen los integrantes de esa familia alcanza un espacio insustituible.
Ese padre, Colin Farrell ( siempre en papeles enigmáticos como por ejemplo "Langosta" o "El sacrificio del ciervo sagrado" de Yorgos Lanthimos) perdido en el espacio de los recuerdos cibernéticos.Ese robot casi perfecto que se ha integrado en la familia ha dejado de funcionar y con ello un hueco en el recuerdo de todos. Estamos ante un mundo híbrido donde el ser real es imperfecto ante la imagen de esa máquina perfecta.
La trama transcurre por la forma de repararlo sin demasiado éxito y el duelo que produce esa pérdida. En fin, la dimensión de la máquina ha llegado tan lejos que ahora ha dejado un espacio vacío que es imposible de llenar. Deben recuperar los recuerdos antes de que sea demasiado tarde.
"Aniquilación" de Alex Garland profundiza en el más allá, en seres de otros mundos. Le va la ciencia ficción, la experimentación. De hecho, en "Ex Machina", su anterior película ya se adentra en el mundo de los robots y la inteligencia artificial.
Natalie Portman lleva el peso de la cinta. No la vamos a descubrir a estas alturas. Desde que era niña en un papel destacado en "Beautiful Girls" de Ted Demme donde se inmiscuye en las reflexiones de los jóvenes, "V de Vendetta" de James McTeigue otro de los títulos destacados donde el enmascarado intentará sacar a los desprotegidos de la miseria por medio de su careta como icono de un futuro no muy lejano o "Cisne Negro" de Darren Aronofsky, aquí interpreta a una bailarina que quiere ser la mejor y arrebatar el puesto a la que es la principal, para ello deberá luchar a muerte.
En este caso encarna el papel de Lena, una exmilitar y bióloga, lejos de las armas, y da clases en la universidad. Sin embargo, unos hechos extraños le fuerzan a implicarse en una misión que no sabe si podrá salir.
Curiosa película de culto que se estrena aquí siete años después de salir a la luz. Hablamos de "Cambio de piel" (Under The Skin) de Jonathan Glazer. Toda la cinta es muy enigmática, por eso, la propia interpretación del espectador jugará un papel determinante, pues se dejan muchos cabos sueltos por unir. Aparece un ser extraño, de la nada. Quita la ropa de una muerta que se coloca ella misma. A partir de aquí, los ojos de ese extraño extraterrestre
( muy especial y hermosa, la joven Scarlett Johansson, no la vamos a descubrir a estas alturas: su sensualidad desbordante en "Mach Point" de Woody Allen por nombrar alguno de sus trabajos), por medio de la cámara, investiga los comportamientos del personal que se mueve a su alrededor. Con su aspecto cautivador y sin un rumbodeterminado y subida a una furgoneta quiere seducir a todo aquel que se le acerca.
No sabemos la función que tiene en la Tierra, pero en esa ruta extraterrestre se encontrará con un variado elenco de hombres que muestran atracción por ella con un final sorprendente.
Título originalAlita, Batle Angel Año 2019 Duración 121 minutos País Estados Unidos Dirección Robert Rodríguez Guión James Camerón, Robert Rodriguez Música Junkie XL Fotografía Bill Pope Reparto Rosa Salazar, Chistopher Walker Jennifer Connelly, Jackie Earle, Ed Skrein, Mahershale Ali, Lana Condor, Keen Johnoson, Jorge Lendeborg, Eiza González.
Robert Rodriguez tiene un amplio recorrido en las películas de entretenimiento.
En ocasiones con giros inesperados como en "Abierto hasta el amanecer" ( en colaboración con Tarantino ) donde de una primera parte de asesinos o ladrones en en fuga con una familia de rehenes pasa, así sin más, a una acción brutal de vampiros sedientos de noche. Todo sucede en un día fatídico para los personajes o "Sin City" ( Ciudad de pecado) adaptación del cómic de Frank Miller donde los tipos duros con pintas de malos sobresalen sobre el resto.Ahí están Bruce Wills y Mickey Rourke con notables interpretaciones. "Planet terror" donde se decanta hacia los zombis, la violencia y la acción serán su principal valedero.En "Alita: Ángel de combate" el tema se expande hacia un futuro incierto donde hay dos mundos diferenciados. Estamos ante los cyborg. Destaca
Chisttoph Waltz ( no vamos a descubrir a estas alturas este gran actor, pues sus actuaciones en
"Malditos Bastardos" de Tarantino donde realiza el papel de un oficial alemán en busca de refugiados judíos en una casa de montaña francesa con ese punto cínico o en
"Un Dios salvaje" de Polanski donde continúa con el mismo cinismo) es el doctor que se encargará de recomponer las múltiples desperfectos de Alita, la cyborg. Son suficientes pistas como para empezar a verla y dejarse llevar por ese cine de acción diferente para pasar el rato o por el contrario , si es que no te gusta este tipo de cine,ni siquiera darle unos minutos de visión.