viernes, 11 de octubre de 2024

La sustancia


"La sustancia" de Coralie Fargeat (  En "Revenge" muestra la rabia de una chica que se han llevado unos tíos a una casa del desierto y allí quieren pasar un tiempo de orgía. Ella, engañada, no se deja dominar pese a que está en peores condiciones hace frente a los tíos y corre un río de sangre, con esta premisa, esperamos violencia, mal rollo y más ríos de sangre) cuenta la vida de Elisabeth Sparkle, interpretada por Demi Moore,



es una estrella de Hollywood que tiene su placa en la acera pero ya en el inicio vemos que por ella pasa el tiempo y como metáfora de su brillantez de diva que se apaga. Luego, en la realidad, vemos que esa actriz está en declive, porque ya tiene una cierta edad y su caché ha bajado. El productor o mánager o lo que sea, interpretado por Dennis Quaid,



quiere darle el plantón y olvidarse de ella y mientras come gambas mojadas en una salsa mahonesa en un restaurante como un auténtico cerdo le recuerda que ya ha acabado su tiempo y que se retire ya. Quiere material joven. Así, la artista se mueve en un entorno de estrella acabada con sus vestidos de tonalidades de un colorido vivo, intenso, frente a los lugares cutres por donde pasa para conseguir el elixir de la vida plena.



El declive de la artista le llega de fuera, por aquello que le dicen y lo que sucede a su alrededor. Gracias a una sustancia que se inyecta no se sabe muy bien de dónde ni cómo, pero tampoco nos importa. Aparece de dentro de su cuerpo otro yo más joven y hermoso, llamada Sue,



interpretado por  Margaret Qualley, que cose con aguja e hilo el boquete de la espalda por donde ha aparecido. En definitiva, la directora manipula, por un lado, el aspecto machista de tratar a la mujer como objeto del deseo y material de desecho cuando se ha hecho mayor; por el otro, la mujer que entra en ese rollo de querer ser eterna en su belleza y engendrar a un ser nuevo que supla sus carencias, aunque la ocasión le llegue por medio de un experimento poco contrastado. La sustancia mágica  trasformará su organismo y lo hará reproductor de otra belleza más explosiva.

Título original The Substance

Año                 2024

Duración         140 minutos

País                 Reino Unido

Dirección         Coralie Fargeat

Guion               Coralie Fargeat

Música             Raffertie

Fotografía        Benjamín Kracun

Reparto            Demi Moore, Margaret Qualley,

                         Dennis Quaid, Gore Abrans,

                         Tom Morton, Tiffany Hofstetter,

                         Oscar Lesage, Joseph Balderrama,

                         Matthew Géczy




La actriz, famosa en otro tiempo, nota que su vida ha entrado en una caída de protagonismo. El representante le dice a su careto, sin reparos, que necesita una mujer joven que a partir de los cincuenta ya no sirve. Ella se siente despreciada a cada paso que da. Busca refugio en la noche con el alcohol. Alguien le entrega un "pendrive" donde anuncian una sustancia que puede cambiar todo su organismo y ella se entrega de lleno a un experimento que no sabe cómo le va a salir. Ha sido convocada en un lugar pringoso y cutre donde ella piensa que le van a solucionar su crisis existencial. Después de pasar por un local sospechoso sin encontrarse ni una rata, está dispuesta a darse un chute con un artilugio con aguja que se ha encontrado en uno de los casilleros que correspondía a su número ( no hay que darle muchas vueltas de cómo encuentra o se hace con eso que le va a solucionar la vida qué más da). Es, en cierta manera, descubrir el elixir de la belleza eterna, para dar con el  otro yo que te cambie hacia otra dimensión. Por lo tanto, una vez recibida la dosis se produce una transformación y de dentro del cuerpo aparece otro cuerpo más joven, perfecto. Ahora se trata de combinar esas dos vidas en días diferentes y apropiarse del líquido reproductor. Sin embargo, los problemas empiezan en el momento en que la joven quiere aprovecharse del tiempo que le  toca a la chica de más edad y, al fin y al cabo, su creadora. La joven bella altera los días establecidos porque se siente feliz y, por ejemplo, mientras está follando no lo va a dejar a medias para que salga el otro ser que se pasa el tiempo comiendo como una glotona. Así, le inyecta líquido y realiza cambios temporales que influirán en la otra que duerme y cuando se despierte parte de su cuerpo habrá envejecido prematuramente. Por eso, se producen mutaciones en el cuerpo. El clon nuevo con una capacidad espantosa de atraer a las masas televisivas quiere más días de su otro yo y para ello le inyecta la sustancia para que se quede aletargada más tiempo. Eso alterará el experimento de tal manera que se está creando un monstruo. La joven, famosísima, presentará el final de año televisivo y no se lo va a perder. Así pues, más chute para la otra. Finalmente, mientras una triunfa, la otra se va trasformando en un engendro espantoso, irreconocible. Muestra la metáfora de querer ganarle al tiempo aquello que es imposible conquistar: la belleza que es efímera y nunca se puede montar una vida de triunfos sobre ella. No aceptar la realidad del paso del tiempo  natural puede llevar a la ruina.

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