Año 2016
Duración 96 minutos
Director Clint Eastwood
Guión Todd Komarnlcki ( Chelsey Sullenberg)
Música Christian Jacob, Tierney Sutton Band
Fotografía Tom Stern
Reparto Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura
Linney, Anna Gunn, Autumn Reeser
Sam Huntington, Jerry Ferrara, Jeff
Kober, Chris Bauer, Holt McCallany,
Carla Shinall, Lynn Marocola, Max Adler
Las exigencias de una película
siempre pasan por el bagaje profesional ( todos tenemos unas preferencias y a partir de aquí elegimos la película) que se tenga o que uno espere del director. Si es uno
que se inicia en la profesión habrá que mirarlo con otros ojos para darle una segunda o
una tercera oportunidad nadie ha nacido enseñado, en cambio, cuando se trata de
un director como es el caso de Clint Eastwood que ha realizado obras maestras
del calado de "Sin perdón", "Los
puentes de Madison", "Mistic River", "Million Dollar Baby", "Gran Torino", se nos queda
la mirada fría, congelada y no por el río helado del Hudson, sino porque esperamos más.
Es cierto que se rodea de un gran Tom Hanks,
( lleva su nombre la película: Sully) apuesta segura, pero la historia carece de garra de alma que te atrape definitivamente. Ya llevamos unas cuantas de este tamaño, de esperar con ganas una de sus magníficas películas y quedarte vacío como al principio. Creo que era mejor que se hubiera plantado con una grande de las suyas, pero a este paso, acabará sus días y nos dejará la vista turbia y una decepción profunda nublada, pues sus últimas creaciones son sin sabor e insípidas como el agua. Con una falta de atracción que pasma el conocimiento: ni intriga, ni sentimientos, ni dolor. A lo mejor me pilló mal, no sé.
( lleva su nombre la película: Sully) apuesta segura, pero la historia carece de garra de alma que te atrape definitivamente. Ya llevamos unas cuantas de este tamaño, de esperar con ganas una de sus magníficas películas y quedarte vacío como al principio. Creo que era mejor que se hubiera plantado con una grande de las suyas, pero a este paso, acabará sus días y nos dejará la vista turbia y una decepción profunda nublada, pues sus últimas creaciones son sin sabor e insípidas como el agua. Con una falta de atracción que pasma el conocimiento: ni intriga, ni sentimientos, ni dolor. A lo mejor me pilló mal, no sé.