sábado, 4 de abril de 2020

La trinchera infinita





Título original La trinchera infinita

Año                2019

Duración        147 minutos

País               España

Dirección       Jon Garaño, Aitor Arregui,

                      José Mari Goneaga

Guión            Luiso Berdejo, JoséMari Goenaga.

Música         Pascal Caigne

Fotografía    Javier Aguirre Erauso

Reparto        Antonio de la Torre, Belén Cuesta,

                    Vicente Vergara, J.Manuel Poga,

                   Emilio Palacios, J.M del Castillo, 

                  Carlos Bernardino, Adrián Fernández,

                 Nacho Fortes, Marco Cáceres,

                Joaquín Gómez, Esperanza Guardado.

Hay un dicho que dice "más vale un cobarde vivo que un héroe muerto".

"La trinchera infinita"( Concha de Plata 2019 a la mejor dirección en el Festival de San Sebastián) de Jon Garaño, Aitor Aregi, José Mari Goenaga ( creadores de aquella intrigante película "Loreak" donde una chica recibe flores de un anónimo que la quiere en la distancia y el anonimato, pero ella por mucho que quiera saber de su pretendiente no lo conseguirá, pues ya es demasiado tarde). Crean la ambientación perfecta para que el espectador se quede clavado sobre la pantalla. En este caso, volviendo al dicho, los directores toman como guía el cobarde vivo, ese topo de la Guerra Civil española que por miedo a enfrentarse a la realidad es capaz de enterrarse vivo. Estamos en  el inicio de la guerra y el protagonista es republicano en una zona nacionalista. Tiene dos salidas: una esconderse en una guarida como un auténtico ratón, dos, entregarse a los nacionales para recibir dos tiras delante del paredón. No tiene otra y elige la primera. Allí estará  con el menor ruido para no ser descubierto porque hay vecinos que le tienen ganas que saben que no ha muerto. Allí se tirará nada menos que treinta años. Estará en un habitáculo estrecho y verá la vida por una rendija de una puerta. Entonces pensamos en los otros muertos del dicho: los héroes muertos . Aquellos que dejaron en las cunetas como se ve en "Mientras dure la guerra" de Alejandro Amenabar mientras pasa el mutilado Millán Astray, mano alzada, cantando el novio de la muerte ( posterior himno de la legión); de igual manera, los compañeros de Miguel de Unamuno y el alcalde de Salamanca todos al paredón por no esconderse y dar la cara. Eso o cruzar la frontera para exiliarse toda su vida de su país. Había otra posibilidad como la de esconderse en la montaña y ser un maquis ( guerrillero anti franquista) para pasar hambre y acabar también con un tiro en la frente. Eso pasaba en "Silencio roto" de Montxo Armendáriz ( director que tiene excelentes películas, pero recuerdo con especial cariño "Tasio") o en "El laberinto del fauno" de Guillermo del Toro donde un excelente Sergi López, cruel capitán del ejército franquista, una vez acabada la guerra civil, tiene  plenos poderes para ajusticiar a los traidores del régimen que se esconden en la montaña. Se combina fantasía y realidad en el fondo del conflicto bélico con los que huyen en la montaña y las personas del pueblo que los defienden. Tantos y tantos proyectos muertos en las cunetas o en las fosas comunes; Lorca, por ejemplo, todavía se buscan sus huesos en la actualidad. En este caso, Higinio, personaje interpretado por 

Antonio de la Torre y Rosa por Belén Cuesta

( Goya 2019 por su interpretación) son un matrimonio que conviven a distancia siempre vigilando que no los descubran y con una forma de hablar particular por momentos se pierden conversaciones. Consigue, en un espacio limitado, la tensión dramática del momento.Ese encierro obligado toma hoy día mayor dimensión en medio de una pandemia que nos obliga a recluirnos por unos días en casa para darnos cuenta, en una dosis ínfima, de la dimensión de tortura padecido por el protagonista.