La historia te atrapa desde el primer momento. Un conductor de trenes en el metro de la ciudad atropella a una persona que se tira a la vía. Esa persona es su propio hijo que ha caído por unos impactos de bala. El padre, interpretado por
Antonio de la Torre, en ningún momento confiesa conocer a esa persona. Las pesquisas de la policía siguen el rastro de un caso que puede haber ajuste de cuentas. Hablamos de la película "Entre la vida y la muerte" de Guiordano Gederlini que propone un thriller a partir de las primeros instantes, pues seguidamente se produce una pelea en la casa del protagonista contra un encapuchado que pretende secuestrarlo. No sabemos nada de ese pasado turbio y en las siguientes escenas se contará la vida oscura de ese protagonista.
Se sigue la acción sin conocer los acontecimientos hasta que lentamente se van desvelando las dudas: un pasado turbio de policía, un atraco por medio. En fin, una cinta de sobremesa de un día festivo y de acción con siesta incluida, sin más.