Título original Girasoles silvestres
Año 2022
Duración 107 minutos
País España
Dirección Jaime Rosales
Guión Bárbara Días, Jaime Rosales.
Fotografía Hélene Louvart
Reparto Anna Castillo, Quim Ávila Conde,
Lluis Marqués, Oriol Pla,
Manolo Solo, Carolina Yuste.
No es necesario avanzar demasiado para introducirnos de lleno en el tema central; una madre separada
( Anna Castillo) entregada de lleno a dos niños que juegan en la playa, el parque, y realizan actividades deportivas. Ella está sola al frente de esa responsabilidad, porque los hombres serán una perdición para ella. Mantiene siempre relaciones tóxicas que la van zarandeando como un pajarillo en un árbol en medio de una tormenta. La conversación posterior de la protagonista con su hermana que lo deja a parir esas relaciones que no le convienen nada. Este es el inicio de "Girasoles Silvestres" de Jaime Rosales que mantiene su esencia con una larga y fructífera carrera cinematográfica. Director implicado en el comportamiento y los sentimientos de las personas, por ejemplo, ahí está "Petra" donde parece que los personajes desciendan al mismo infierno cuando una chica Barbar Lennie quiere conocer a su padre, poco menos que un monstruo, pasados muchos años y se da cuenta que es casi un animal; "Hermosa juventud" película que consolidó a la actriz Ingrid García Jonsson, joven inmersa en aquella crisis del 2008 que marchaban al extranjero a ganarse las habichuelas; "La soledad" también un relato de madre soltera con un niño.) En este caso, el recorrido diario de la joven desde el inicio del día hasta la noche pasa por una lucha constante y entrega total al cuidado y la educación de esos hijos. Sin embargo, conoce a un caradura que la engatusa con palabras de amor. El tipo es un parásito que no hace nada y quiere vivir a costa de los demás. Además de todo ello quiere tener el control total de esa persona. En parte, recordaba aquella estupenda película de Iciar Bollaín "Te doy mis ojos" donde la violencia de género estaba presente durante todo el tiempo.
Aquí pasa lo mismo: el hombre siente una obsesión de propiedad privada en torno a esa chica como si no pudiera dar un solo paso sin su consentimiento. El problema es mucho mayor, ya que se va enredando constantemente con varios hombres para quedar atrapada siempre en el mismo problema de convivencia y machismo.