miércoles, 17 de abril de 2024

Destello bravío


"Destello bravío" de Ainhoa Rodríguez muestra un retrato de la España profunda deshabitada. Allí, impera el abandono, la soledad. En esos lugares remotos habitan siempre las mismas caras conocidas que se hacen extrañas, perversas, maliciosa. El murmurar de uno y de otro va de boca en boca sin control sin apenas entender lo que dicen, pero interpreta con claridad las intenciones. 


Caretos donde se ve amontonado el paso del tiempo, el trabajo duro, el sol, la tierra; todo ello se amontona en esos rostros que recoge la cámara. El vestuario de siempre resalta en el domicilio con la ambientación de la casa con fotos de antes y visillos hechos a mano para embellecer las cantoneras de los estantes o las ventanas. Calles solitarias, ladridos de perros donde antes, un día  lejano, había bullicio de niños, personas vida, ahora nada. El elenco de actores no profesionales están cargados de ese poso de tradiciones antiguas, costumbres  religiosas para guardarse un sitio en el más allá de la Tierra.



Hay momentos en que parece que estemos en otro capítulo de "Carmina o reviente" de Paco León, salvando las diferencias, pero  con mayor naturalidad. En otros momentos recuerda el cine del austriaco Ulrich Seidl. Aquí entra todo: la religiosidad casposa, la droga, el sexo, la ancianidad. Finalmente, la soledad es una realidad que hace que los personajes  busquen una salida irreal a sus propias vidas.


Título original Destello bravío

Año                 2021

Duración         98 minutos

País                España

Dirección        Ainhoa Rodrígues

Guión             Ainhoa Rodríguez

Música           Paloma Peñarrubia

Música           Willy Jauregui

Reparto          Guadalupe Gutiérrez, Carmen Valverde

                       Isabel María Mendoza