martes, 7 de junio de 2016

Agente contrainteligente





Título original  The Brothers Grimsby

Año                   2016

Duración          83 minutos

País                 Estados Unidos

Director           Louis Leterrier

Guión             Sacha Barón Cohen, Phil Johnston

Música          David Buckley, Erran Barón Cohen

Fotografía     Oliver Wood

Reparto        Mark Strong, Sacha Baron Cohen, Isla Fisher,

                     Penélope Cruz, Rebel Wilson, Ian McShane,

                    Annabelle Wallis, Gabourey Sidibe, Scott Adkins 


"Agente contrainteligente" de Louis Leterrier es una parodia a lo bestia de las películas de los 007 agente secreto. La cinta contiene un poco de las guarradas de Torrente,  otro tanto de las idioteces de Jim Carrey. Agítese fuerte y se obtendrá el agente especial Sacha. Todo ello aliñado con un punto de crítica social y te sale la peli que estamos comentando ( con respecto a las parodias de de  agentes secretos prefiero (1)"Kingsman. Servicio secreto" de Matthew Vaughn allí Collin Firth, de "El discurso del rey", realiza un agente cachondo al máximo con un aprendiz de espía, Taron Egenton que lo veremos en deportista de saltos de esquís en la película "Eddie el águila").  La comedia disparatada mantendrá atentos a los espectadores que adoran las continuadas chorradas de Sacha Barón ( (2) "Borat" donde interpreta a un reportero en un falso documental o (3) "Brüno" (del director Larry Charles las dos) que se mete en la piel de un gay con las parodias al mundo de la farándula y el espectáculo de la moda). Si te pilla con buen punto de risa puedes estar toda la sesión de carcajadas sin parar, como una gallina descontrolada, pero puede ocurrir todo lo contrario y que se te quede la cara congelada de palo y no puedas mover un músculo de lo patético de las imágenes. Estamos seguros que el espectador sabe ( nunca interesa dejarse aconsejar, ni por la taquillera ni por el vecino de turno, porque el cine es para que conozcas y sepas siempre lo que vas a ver cuando cruzas el mostrador de las palomitas con las entradas en la mano, porque entonces la suerte ya está echada) siempre lo que su cuerpo le pide. Por eso, no vale quejarse a la salida: que vaya birria, que cuando pille al amigo que me la ha aconsejado lo mato, nada, no vale. Con la pasta que cuesta una entrada como para ir a ver algo que luego estemos arrepintiéndonos el resto del fin de semana.