"Yo capitán" de Matteo Garrona, mejor director en el festival de Venecia 2023, ( director de "Dogman" donde el juego sucio de la delincuencia arrollaba a los protagonistas) cuenta la odisea de dos migrantes en ese camino a la Tierra de abundancia y prosperidad que es Europa. No es un tema nuevo, ni deja de ser actual y como no se ponen medidas para que cese la sangría humana, pues ya está bien al asunto. Aquí, Garrona se recrea más en la vida que llevan en Dakar, Senegal. La cámara sigue al adolescente, interpretado por Seydou Sarr, ( premio al mejor actor emergente en Venecia 2023)
que pasea por entra las casas llenas de niños que juegan y ríen. Están hacinados en un pequeño espacio, pero los niños se divierten. Todo transcurre a otro ritmo, las cabras pasean por la calle y las gallinas revolotean al paso de las gentes. Ellos realizan trabajos y van reuniendo dinero que esconden debajo de la tierra al margen de sus familias.
De entre los escombros y la miseria aparecen bailes y coloridos nocturnos de sus habitantes. Cultura popular que consiste en reunirse todo el barrio con tambores y clamar ante las bailarinas que no cesan de moverse. El director se mete de lleno en la raíz del migrante que quiere salir de África para ayudar a su familia. Sus familiares saben que el camino está lleno de cadáveres que lo intentan, por eso su madre se niega a que lo haga. Sus contactos insisten en decirles que desista, pues en Europa hace mucho frío y está llena de gentes durmiendo en la calle.
Sin embargo, ellos no hacen caso y asistiremos a la denigración humana. En fin, serán miserables porque no disponen de dinero ni de medios para solucionar su pobreza, pero su suelo de tierra tienen infinitamente más humanidad que los habitantes de los países europeos porque ante todo prima la cultura del intercambio de energía mediante el juego, el baile y la empatía. Eso por descontado.
"El rapto" de Marco Bellocchio ( director de "El traidor", "Felices sueños" entre otras muchas) se inicia con el despegue abrupto de Edgardo uno de los hijos de la familia numerosa de los Mortara ( llamado caso Mortara que conmovió a la opinión pública de la época, luego estamos ante un hecho real y toma mayor trascendencia. El niño, cuando nació y sin que lo supieran los padres, fue bautizado por una criada ( la cual cosa debería ser nula, pues no tenía potestad por la iglesia para bautizar, otras voces dicen que fue un sacerdote llevado por la criada) porque estaba enfermo y temía que fuera al limbo siendo judío y eso, seis años después, trae unas consecuencias: que la inquisición, corre el año 1858, mande una orden de confiscar ese católico del seno de los judíos.
Así, sin más preámbulos, aparece una cuadrilla de soldados con un mariscal para llevárselo. Por mucho que la madre y el padre pongan impedimentos, llaman a familiares para hacer fuerza, para que no se lo lleven, pero no podrán conseguirlo. Los soldados del Papa lo arrancan del seno familiar. Los padres por mucho que busquen a su hijo, perderán la pista porque se ha ido de Bolonia y la Iglesia no les informa del lugar donde ha ido a parar. Allí, en Roma, recibirá una educación cristiana y un lavado de cerebro con sutileza de tal manera que se encontrará deliciosamente bien.
Aparece un Pio IX un tanto violento hacia los judíos y sus propuestas de rescatar al niño. Llegarán tiempos de revueltas donde se mostrará su enfermedad, unas convulsiones epilépticas por la situación actual. Considera una profanación que asalten su casa para rescatar al niño. Finalmente, está el resultado experimental de la formación de un niño en un catolicismo fanático que lo absorberá completamente, frente a su identidad genética que intentan conquistarlo sin tener la oportunidad de hablar u opinar sobre su religión. Esa obsesión por recuperar a su hijo durará toda su vida, pero será en vano.
"Siempre nos quedará mañana" de Paola Cortellesi ( directora y actriz principal. Veo en esa actriz a una Silvana Mangano o una Sofía Loren) amontona todas las calamidades y más del machismo encima de la pobre madre de familia.
Los primeros dos minutos ya nos muestra unas intenciones o por lo menos da esa sensación. Un machismo por parte del marido que nada más levantarse, al oír buenos días de parte de su mujer, le suelta un sopapo. Esos son sus buenos días que considera necesarios para adiestrar a su esposa. Él marcha, se supone que al trabajo, y ella se queda en las tareas propias de las mujeres del tiempo: hacer la cama, asearse, airear el espacio y cuidar de sus retoños que todavía duermen. Por cierto, un espacio que recuerda a los pisos del subsuelo. Allí donde aterriza toda la porquería de la calle: ruido de coches, polvo, un pipí de un perro. Todo ello a ritmo de una canción con letra vigorosa. Lugares donde residen aquellos que no pueden comprar pisos por las alturas y recuerda a la familia de "Parásitos" de Bong Joon-ho donde buscaban cobertura de red por los techos del piso cutre; o aquel que vive, el de la funeraria de "El verdugo" de Berlanga, a pie de calle prácticamente sin apenas intimidad. Todo ello en blanco y negro. Pronto vemos el desayuno de esa familia, con amenazas constantes del padre, donde la hija mayor pide estudiar, pero no será posible porque está reservado para sus hermanos más pequeño cuando sea el tiempo, pues ellos sí que lo pueden hacerlo puesto que son hombres.
Es la vuelta al neorrealismo de la Italia de posguerra donde la mujer es apaleado con violencia a ritmo de música y si no tiene suficiente lo completará el suegro más machista todavía que el padre. Ella se "gana las habichuelas" como puede, le pincha una inyección a un anciano de casa bien ( aquí se contempla la diferencia entre familias), cose para una mercería y pasa por el mercado para ver si su amiga le regala unas verduras.
En fin, vemos que la la vida de la mujer es un puro machaque diario. A cada paso que da hostia en el careto. Arregla paraguas y entra un chico nuevo que no sabe nada y por el hecho de ser hombre ya cobra más que ella. Todas las vejaciones posibles se unen en esa mujer.
"La Chimera" de Alice Rohrwacher ( directora de aquella excelente película "Lazzaro feliz", leyenda de la bondad de un tipo que se aproxima a una especie de santo terrenal) se inicia siguiendo a un tipo, Arthur, interpretado por Josh O'connor, montado en el tren con pocos modales cuando lo increpan.
Así, no aguanta y suelta un sopapo a un vendedor ambulante. Se dirige a un pueblo donde le esperan con jolgorio los amigos, pero rehúye de ellos. Llega a una casa adosada a un precipicio que más bien parece una chabola.
Allí solo hay basura y poco más. Posteriormente se acerca a una especie de castillo decrépito y medio en ruinas. Pide por la señora que lo trata como a un rey, pero pronto aparecen las hijas, una multitud de chicas que intentan increpar al chico y a la madre. Desconocemos la procedencia ni los motivos que le han llevado a marchar y a volver. La ambientación trasmite un sabor a Fellini o a Pasolini que son palabras mayores. Posteriormente, sabemos que se dedica al expolio de tumbas de la antigüedad para venderlas al mafioso de turno. No tienen escrúpulo alguno en reventar la cabeza de una figura legendaria si con ello sacan una buena tajada. En definitiva, muestra imágenes realistas de la marginalidad de esos seres que buscan en tumbas con sus propias manos. Aunque el tema sea poco atractivo, está contado con imágenes y una delicadeza especial. Eso sí, se puede interpretar dependiendo de cada espectador.
siempre tan diferente! "El sol del futuro" cuenta con la participación del propio director como actor, lo hace en muchas de sus películas. Quiere mostrar cómo se crea una película. Se permite mostrar su sistema de dirigir, que igual no es así, al mismo tiempo que cuenta su vida personal. Sin embargo, todo puede ser una ficción febril del propio creador. Pretende filmar una historia de la década de los cincuenta del siglo pasado. Muestra un temperamento fuerte ante las decisiones que debe tomar. Por lo tanto es autoritario y no admite contradicciones. Las cosas pasaron y fueron de tal manera, pero como su cinta es ficción se puede permitir cambios que a él le apetezcan. Si no quiere sacar en su historia a un dictador porque le cae mal, pues lo elimina y ya está. Se graban secuencias deslavazadas, pero pretende que los cambios pueden llegar sin pensarlos demasiado, tanto en la vida real como en la ficticia.
Es decir, que la realidad y la ficción se mezclan constantemente sin saber, ni una ni la otra hacia dónde van. Por lo tanto, la influencia del ser humano en las decisiones es mínima. Si en anteriores películas se recorría las calles con una vespa, ahora para reconocer los espacios para sus escenas lo hace en patín eléctrico. Así, conocemos las vidas de los personajes ( que, por cierto, intentan entrometerse en los guiones, como él también lo hace en otras películas que no son suyas) y la mujer del director, Moretti, en la ficción, casado con él de toda la vida, interpretado por
Margherita Buy ( aparece en muchas de sus películas con el mismo rol) y productora de sus cintas, en la ficción, se ha ido a producir una de otro director. En ese batiburrillo de acontecimientos se ocultan situaciones dramáticas y sentimentales que ya no pueden seguir igual como ocurre en la pareja de los protagonistas. A simple vista parece torpe, pero tiene escondidos infinidad de detalles que la hace atractiva. En fin, hay una mezcla intencionada de realidad y ficción, porque así es como suceden los acontecimientos diarios: un intercambio de golpes entre lo personal y lo profesional.
"El colibrí" ( es un ave que puede volar hacia atrás , lo mismo que hacen los protagonistas que siempre vuelven la cabeza hacia el pasado para completar la historia)
de Francesca Archibugi refleja la obra del escritor Sandro Veronesi. El protagonista, Marco, interpretado por Pierfrancesco Favino ( el actor que realiza un papel de un político mafioso en "Suburra", también en "El traidor" de Marco Bellocchio, pero en este caso es un trabajo que se aproxima más al que realizó en "Nuestros mejores años" de Gabriele Muccino donde el trato del tiempo sigue siendo caótico como aquí) es hijo de un matrimonio de arquitectos burgueses que viven en una mansión en la playa del este Italiano. Será el hilo conductor y sobre su vida se abren tramas que lo van madurando personalmente.
Comparte su adolescencia con su hermano que también está enamorado de Luisa, la vecina, pero los lotes amorosos en la playa se los dará él; aunque como el tiempo va y viene al antojo del director, también tiene relaciones con su hermano. Además, comparte casa con su otra hermana esquizofrénica que nada más empezar se suicida ( no estoy haciendo "spoiler", porque es al inicio). La historia va atrás y adelante constantemente. El colibrí es un doctor y de pronto lo visita un psicoanalista, interpretado por
Nanni Moretti, de su mujer para comentarle que ella está en peligro. Le hace ciertas preguntas para asegurarse que está con la persona correcta y al mismo tiempo se van cohesionando los personajes y la trama del guion. Explica las situaciones de ese personaje que va dando bandazos; está enamorado de su vecina, Luisa, interpretado por
Berenice Bejo,( actriz de "Felices sueños" de Marco Bellocchio) desde la adolescencia, pero como marcha a otro país, pierde todo el contacto. Por casualidad ve en televisión a otra mujer que le atrae, Marina, interpretado por Kasia Smutniak, pero sin ser su amor, pero se casa con ella. El recuerdo del amor inicial le perseguirá siempre. El movimiento temporal es constante, pero consigue que el espectador no se pierda. En definitiva, vemos los diferentes dramas por los que pasa el protagonista y quiere contar el tiempo en varias vidas: infancia adolescencia, vejez y muerte.
de adulto, porque el personaje pasa por diferentes etapas de su vida, actor de "Martín Eden" de Pietro Martello) es un niño que vive en la ciudad, concretamente en Turín; y Bruno, su compañero de infancia, tiene la misma edad, 12 años y vive en los Alpes italianos. Entre los dos les unirá una amistad que durará mientras vivas, aunque pasen por procesos de tiempo muy duros. "Las ocho montañas" de Félix Van Broegenen ( adaptación de la novela de Paolo Cogneti y premio del público en el festival de Cannes 2022) cuenta, en ocasiones en voz en "off", esos inicios de amistad en ese pueblo montañoso que tan solo se encuentran los dos niños junto a sus familiares. En esos días de montaña, de veraneo, su padre que es ingeniero y pasa las vacaciones con él se emociona en las subidas a la montaña.
Los dos niños tienen ciertas carencias: por un lado, el urbanitas, su hijo, se adapta peor a las escaladas y el chico de pueblo resiste bien, pero, por otro lado, el segundo muestra ciertos problemas con las letras ya que no acude a ningún colegio y debe leer por libre con la madre de su compañero Pietro. Esta precariedad en los estudios llevará a proponerle un cambio de vida para que vivan juntos en Turín y así poder asistir a unas clases normales en la escuela. Sin embargo, no acaba de cuajar el proyecto. Esa amistad seguirá cuando lleguen a adultos, pero con contratiempos, ya que cada cual seguirá caminos diferentes.
Una cinta con la naturaleza de fondo donde discurre la vida entre dos amigos que mantienen los lazos de infancia y de amistad permanentes después de pasados los años. Bruno se resiste a salir de los Alpes y cambiar su dinámica, incluso después de casarse y tener una niña, en cambio, Pietro pretende dejarse llevar por otros picos y conocer otras culturas. En fin, encontramos amistad, naturaleza, sencillez y unas cuantas reflexiones más por el camino.
"Hasta los huesos: Bones and All" de Luca Guadagnino, mejor director en el festival de Venecia 2021, ( su trabajo más relevante "Call Me by Your Name" donde una relación homosexual fluye junto a los aromas del campo) se inicia con la huida de casa de la joven Maran, interpretado por
Taylor Russell, a causa de una sorprendente acción: roer como un ratón el dedo de una amiga. La escapada es lo que sucederá después del bocado. Pasa el tiempo y conocemos los detalles: un padre que ya no puede aguantar los impulsos caníbales de su hija la deja libre con unos dólares en la mesa. Ella quiere buscar el eslabón perdido de su madre. Sin embargo, en ese deambular, se encuentra a un viejo chiflado que dice conocerla que la huele a lo lejos y que él tiene aquello que ella necesita. Es decir, unos seres extraños que les gusta la carne humana y se conocen por los sentidos; se buscan entre sí y comparten las apetitosas víctimas. No será el único colgado que se encuentre en su camino, pues aparece un vagabundo
(interpretado por Timothee Chalamet, que ya había trabajado en la película nombrada anteriormente), con las mismas apetencias cárnicas humanas que congenia con ella, después de cargarse a un tío e hincarle el diente.
Aquí, tras sucesivos robos, se inicia una huida parecida a la película "Malas tierras" de Terrence Malick, donde se pretende escapar de uno mismo. Se quiere encontrar ese lugar personal y único que no existe. Por eso, esas personas un tanto taradas eliminarán a todo aquel que se cruce en su camino. En este caso, el amor aparece con un final dramático que no puede ser de otra manera después de lo ocurrido anteriormente. En fin, es una historia de caníbales que pretenden ocultar su condición, pero se resisten a esa necesidad enfermiza de atacar a los humanos.
"Una historia de amor italiana" ( no se acaba de entender un cambio de título tan disparatado y no guardar el original Superhéroe) de Paolo Genovese ( director de "Perfectos desconocidos", película que adaptó también Álex de la Iglesia) se centra en la relación de una pareja ( protagonizada por el actor
Alessandro Borghi y la actriz Lasmine Trinca)
desde los inicios cuando el sexo y el ardor amoroso son insuperables y confrontados en la misma situación cuando ya han pasado años y ese fuego sexual se ha ido apagando. Por lo tanto, la historia se va solapando constantemente en el tiempo, es decir, va atrás y adelante linealmente. La clave para reconocer el cambio temporal, aparte de las diferencias evidentes de la relación amorosa, la vemos en el afeitado de la barba del chico, de joven rasurada y de más mayor con barba sin afeitar. Esa relación está marcada por el trabajo de ella que es dibujante de viñetas que va contando su aventuras cambiantes y triunfa profesionalmente en ese devenir del tiempo.
Ella escribe cómics sobre su relación de pareja y aparece el personaje de su madre que realiza actuaciones de chistes sobre las relaciones con su hija presente en el espectáculo.
En fin, muestra las tribulaciones de las jóvenes parejas por iniciar un rumbo cambiante y consolidado, dejar atrás los pisos con amigos o en soledad. Esa convivencia y la siguiente, pasados diez años, se irá solapando durante toda la película con las dudas de siempre: los errores, las equivocaciones en la dirección que se tomó en ciertos momentos, las antiguas parejas, los hijos,etc.
El mundo laboral de las personas no es un bien común que dura eternamente.Podíamos verlo como un capricho de intereses, por un lado, y una necesidad imperiosa de mantenerlo, por el otro, para poder mantener una vida de supervivencia decente. El tema central de la película
"Arturo y el algoritmo" de Pierfrancesco Diliberto plantea esa mirada de derrota del protagonista Enzo Casertano en el momento en que se le tuercen los acontecimientos de su vida y se queda sin trabajo. No entiende esa situación, pero debe iniciar su vida laboral a partir de una edad que ya nadie se preocupa por ti, no le interesas a nadie y menos se preocuparán por tu precariedad de trabajo.Debe peregrinar por el mundo de las empresas y picar en sus puertas para que lo atiendan. Al mismo tiempo, plantea la presión del mundo virtual que todavía aprieta más al pobre trabajador y toca de lleno las relaciones virtuales y amorosas ante la soledad y el abandono del protagonista.Hace pensar en otras películas con más acierto en el tema como "Her" de Spike Jonze o " Ruby Sparks" de Jonathan Dayton. En fin, pretende retratar de manera cómica la precaria situación laboral actual en una persona de edad avanzada para iniciar su labor profesional y menos, a esa altura de la vida, de repartidor de comida a domicilio.
"Queridos vecinos" de Damiano y Fabio D’Innocenzo ( mejor guión en el festival de Berlín 2020) indaga en esa relación de vecinos en los pisos adosados que se odian hasta las entrañasa.
Vemos en la palabra queridos una ironía de la realidad, se odian hasta la muerte, aunque exteriormente, de manera hipócrita quieran mostrar una cordialidad infinita. No está nada alejada de la realidad de esos vecinos que se destripan por detrás, pero delante, muy cobarde ellos, intentan guardar las compsturas.
Son relaciones tóxicas y superficiales donde quieren mostrar la mentira externa, la rabia y maldad va por dentro. Los personajes se mueven en el absurdo de un Fellini o un Bigas Luna, por ejemplo, cuando la protagonistalaembarazada que moja la leche de su pecho en una galleta. No es un tema nuevo, pues ahí están otras películas de vecinos que marcaron una época: "El hombre de al lado" de Mariano Cohn,"Gran Torino" de Clint Eastwood, "De repente un extraño" de John Schesinger. La ironía es comparable con "American Beauty" de Sam Mendes, o Todd Solondz, incluso "Dogman" de Matteo Garrona se puede comparar en ese tipo de vecino "ejemplar" que es capaz de matar a alguien si se cruza en su camino.
"Tres pisos" de Nanni Moretti("La habitación del hijo" drama sobre la muerte que deja una huella honda en los protagonistas. El recuerdo de hijo mantiene la tortura del padre; "Abril" donde repasa de manera irónica la política, el cine, la familia con sarcasmo y ternura al mismo tiempo;"Caro diario" y sus viajes por Roma con la vespa y oyendo la música de Leonard Cohen o las fobias que tenía con ciertos actores ahí está la imagen deSilvana Mangano y su canción El negro zumbón de la película "Anna" de Alberto Lattuada)
relata las situaciones que se dan dentro de esas familias en un bloque de pisos; un matrimonio con una hija pequeña que, a veces, va a dormir a casa de otros vecinos donde viven dos ancianos porque hay cierta confianza y el momento lo requiere; allí el hombre parece que ya no le va bien la cabeza y recelan de dejar a la niña con él; por mucho que no quieran tirar de la ayuda de los ancianos no tienen más remedio que, en momentos puntuales, echar mano de la caridad de los ancianos hasta que ocurre algo inesperado. En el otro piso, el matrimonio, el padre es el propio director
Nanni Moratti que realiza un papel de juez, pero que no le servirá para salvar de la prisión a su hijo, después de un accidente y atropellar a un viandante y su posterior muerte.
El accidente pinta mal porque su hijo conducía borracho. La propuesta del accidente no es nada nuevo, ahí está "21 gramos" de González Iñárritu, donde un accidente condena a uno de los protagonistas a pasar unos momentos agónicos o uno de los capítulos de "Relatos salvajes" de Damián Sifón donde también ocurre un hecho parecido con diferente desarrollo.
En otro piso, se encuentra una mujer con sus hijas y el marido siempre ausente, la soledad invade esa casa con la llegada esporádica de ese hombre enigmático.En definitiva, son cuatro familias, pero una de ellas se encuentra muy relacionada entre sí por lo que ocurre entre ellos.Habla de las relaciones rotas de esas familias atormentadas por algún hecho en concreto.