viernes, 19 de abril de 2024

La chimera


 

"La Chimera" de Alice Rohrwacher ( directora de aquella excelente película "Lazzaro feliz", leyenda de la bondad de un tipo que se aproxima a una especie de santo terrenal) se inicia siguiendo a un tipo, Arthur, interpretado por Josh O'connor, montado en el tren con pocos modales cuando lo increpan. 




Así,  no aguanta y suelta un sopapo a un vendedor ambulante. Se dirige a un pueblo donde le esperan con jolgorio los amigos, pero rehúye de ellos. Llega a una casa adosada a un precipicio que más bien parece una chabola.




 Allí solo hay basura y poco más. Posteriormente se acerca a una especie de castillo decrépito y medio en ruinas. Pide por la señora que lo trata como a un rey, pero pronto aparecen las hijas, una multitud de chicas que intentan increpar al chico y a la madre. Desconocemos la procedencia ni los motivos que le han llevado a marchar y a volver. La ambientación trasmite un sabor a Fellini o a Pasolini que son palabras mayores. Posteriormente, sabemos que se dedica al expolio de tumbas de la antigüedad  para venderlas al mafioso de turno. No tienen escrúpulo alguno en reventar la cabeza de una figura legendaria si con ello sacan una buena tajada. En definitiva, muestra imágenes realistas de la marginalidad de esos seres que buscan en tumbas con sus propias manos. Aunque el tema sea poco atractivo, está contado con imágenes y una delicadeza especial. Eso sí, se puede interpretar dependiendo de cada espectador. 

Título original La chimera

Año                 2023

Duración         130 minutos

País                 Italia

Dirección         Alice Rohwacher

Guion              Alice Rohwacher

Fotografía       Helène Louvart

Reparto           Josh O'Connor, Carol Duarte,

                        Isabella Rosselloini,Julia Vella,

                        Alba Rohrwacher,Milutín Dapcevic,

                        Vicenzo Nemolato, 

                         Chiara Pazzaglia.






Pasada media hora, la historia toma cuerpo y ya sabemos que el protagonista estuvo en la cárcel por espolio de piezas antiguas, es decir, comercializa con cerámica de la antigüedad y por eso se ha ido al truño. Lo imaginamos porque nunca se dice. Allí donde la dejó ha desaparecido y rápido acude a la casa de los compinches. Aparte de las fiestas del pueblo, se dedica a buscar las piezas antiguas por medio de una rama como si buscara agua. El tipo tiene la capacidad de encontrar el lugar exacto con una barita como las que realizan para encontrar pozos de agua, además desfallece en el lugar donde se encuentra un tesoro. Esto sucede por medio de la imagen que sale del revés en la pantalla. Así, todos se colocan encima y escarban sin cesar hasta encontrar las piezas preciosas de otras épocas. Todo es decrépito; los lugares donde vive en medio de una muralla, la mansión por donde discurre, que está llena de mujeres y la madre que las quiere dominar. Allí, suponemos que se enamoró de su chica que nos dan pistas de que ha fallecido, pero siempre está en su memoria. Él se enamora de una criada de la casa y va a buscarla, pero no acaba de convencerla porque sigue loco con el pensamiento de su amada. Así, pese a que el montaje parece un tanto deslavazado, no deja por ello de tener siempre un componente de encanto.  En definitiva, es una película que se va realizando y completando como quiera el propio espectador con un final que hilvana ciertas claves que tenía pendiente.

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