martes, 28 de mayo de 2019

Hounds of love







Título original
Hounds of Love
Año
Duración
108 min.
País
Australia Australia
Directoren YounDirector
Ben Young
Guion
Ben Young
Música
Dan Luscombe
Fotografíaíaía
Michael McDermot


Reparto    Emma Booth, Ashleigh Cummings

                 Stephen Curry, Susie Porter,

                 Damiam de Montermas, 

El cuerpo, la silueta, los contornos a cámara lenta qué nos muestran las imágenes iniciales de unas adolescentes mientras juegan al baloncesto inducen a una inmadurez infantil. La película "Houds of love" del director Ben Youn pretende crear tensión desde las primeras imágenes mediante los signos sospechosos de la sangre y los caretos de los personajes en una situación que parece sospechosa.
 No sabemos nada de ellos, pero por las muestras,pronto veremos aparecer un cadáver o no, tan solo una pala que realiza un agujero en la tierra con unas dimensiones humanas. Efectivamente, todo muy previsible para crear una tensión al espectador: desconocimiento total de la situación y tensión ante las imágenes que se van colando por la retina. Ante este panorama, después que se ha enterrado un fiambre que desconocemos ( lo que importa es el comportamiento sádico y sanguinario de un matrimonio loco). solo falta esperar a que aparezca otra presa fácil y tierna para secuestrar. Me asaltan a la cabeza títulos como "El coleccionista" de William Wyler o más actuales como "El silencio de los corderos" de Jonathan Demme ( la técnica final de confundir al espectador mientras pican a la puerta equivocada del secuestrador viene a ser la misma) o sin ir tan lejos "El clan", película excelente de Pablo Trapero que daba mucho miedo ver aquella familia como actuaba con plena naturalidad con la víctima pegando gritos a pulmón abierto y ellos haciendo vida normal como si tal cosa como si no pasara nada. Esa familia es cómplice del secuestro para recibir recompensas y llevar un ritmo de vida por encima de sus posibilidades, pero en caso de ser negativo o complicarse la cosa no les temblaba el pulso para cargarse a la víctima. Aquí va de un matrimonio desequilibrado, chalado que no les tiembla el pulso con el cuchillo en la mano.