Año 2019
Duración 113 minutos
País Estados Unidos
Dirección Chinonye Chukwu
Guión Chinonye Chuwu
Música Kathryn Bostic
Fotografía Eric Branco
Reparto Alfre Woodard, Aldis Hodge,
Richard Schiff, Wendwll Pierce,
LaMonica Garrett, Noshir Dalal,
Michael O'Neill, Danielle Broocks,
Dennis Haskins, Michelle Bonilla.
La película "Clemency" (Gran Premio de del Jurado y mejor película en el festival de Sundance 2019 y gran interpretación de
Alfre Woodard) de Chinonye Chukwut se clava en el ojo a través de las ejecuciones que se realizan en ese centro penitenciario y en directo con público. Allí los parientes presentes detrás del cristal ven como se ejecuta a su propio hijo, así de cruel. Esta imagen me lleva al "Verdugo" de Luis Gracía Berlanga donde cuenta la vida de aquel anciano, José Isbert, y verdugo de profesión en la época franquista, cerca de la jubilación que nunca se plantea su oficio, sencillamente cumple con su obligación y no le importa lo más mínimo la situación de los ejecutados, ni por qué han llegado hasta aquí, sino que hace algo que alguien lo debe hacer. Además cuando alguien le plantea su profesión satanizado salta como un resorte para decir que en otros países ejecutan a los hombres achicharrándolos con electricidad, eso sí que es una barbaridad. Sin embargo, actualmente se usa la inyección letal ( excepto en contadas ocasiones como ocurrió con Ednumd Zagorski que se enfrentó a la muerte pletórico y con el puño en el corazón que iba dirigido a su abogada, presente en la sala, pidió la silla porque la muerte era más rápida y letal). Ahora, pasados más de cuarenta años de aquello, todavía asistimos en algún estado de Norteamérica que se ejecutan a los presos.Siempre se puede alegar que han sido juzgados y se lo merecen, siempre hay partidarios y detractores. Pues la primera escena asoma el alcaide, el párroco, el ejecutor o verdugo y el reo, un hispano,
Alfre Woodard) de Chinonye Chukwut se clava en el ojo a través de las ejecuciones que se realizan en ese centro penitenciario y en directo con público. Allí los parientes presentes detrás del cristal ven como se ejecuta a su propio hijo, así de cruel. Esta imagen me lleva al "Verdugo" de Luis Gracía Berlanga donde cuenta la vida de aquel anciano, José Isbert, y verdugo de profesión en la época franquista, cerca de la jubilación que nunca se plantea su oficio, sencillamente cumple con su obligación y no le importa lo más mínimo la situación de los ejecutados, ni por qué han llegado hasta aquí, sino que hace algo que alguien lo debe hacer. Además cuando alguien le plantea su profesión satanizado salta como un resorte para decir que en otros países ejecutan a los hombres achicharrándolos con electricidad, eso sí que es una barbaridad. Sin embargo, actualmente se usa la inyección letal ( excepto en contadas ocasiones como ocurrió con Ednumd Zagorski que se enfrentó a la muerte pletórico y con el puño en el corazón que iba dirigido a su abogada, presente en la sala, pidió la silla porque la muerte era más rápida y letal). Ahora, pasados más de cuarenta años de aquello, todavía asistimos en algún estado de Norteamérica que se ejecutan a los presos.Siempre se puede alegar que han sido juzgados y se lo merecen, siempre hay partidarios y detractores. Pues la primera escena asoma el alcaide, el párroco, el ejecutor o verdugo y el reo, un hispano,
Sr. Jiménez, no podía ser de otro lugar, para que vean de dónde llega la maldad y el robo. Atado a una mesa que reza un padrenuestro o un Ave María en castellano como una forma de encomendarse al nuevo señor. El reo está rodeado de la funcionaria, Benardine Williams, y el sacerdote que le da el último consuelo. La crueldad no acaba ahí, pues pronto correrán la cortina para que vean la ejecución sus parientes y demás personal como si de un espectáculo se tratara.