"El Clan" va de secuestros para
pedir pasta a sus familiares. Algo tan sencillo y tan crudo como esto, pero con el contrapunto de estar con una familia respetable de las que nunca han roto un plato. Se
buscará un zulo alejado o que no se pueda sospechar del trabajo que llevan
entre manos, nada de eso, en el sótano o en una habitación de su misma casa. Y
el personal familiar, pues como si no pasara nada, son cómplices y ya está
con tal de llevar un ritmo de vida bueno qué más da si al lado hay alguien que revienta de pegar gritos en gritar auxilio Recuerda la
savajada del austriaco, Josef Frilzl, que mantuvo secuestrada a su hija durante 25
años que la violó y tuvo un sinfín de hijos con ella. Lo curioso es que
Rosemarei, su esposa, como sucede con la familia del clan, confesó que no sabía nada del tema, normal qué va a
decir.
Pablo Trapero, su director argentino,
siempre implicado con los temas sociales desde sus inicios con la película(1) "Mundo grúa" donde narra, en blanco y negro, la vida corriente de un tipo que se
pasa el tiempo de su vida sobre una excavadora y con pocos más alicientes en su
perra vida. Siempre del lado de los más desprotegidos así, por ejemplo, en (2) "Leonela" ( Martina Gusmán que repetiría en sucesivas de sus películas) muestra
las penalidades del mundo carcelario en los huesos de una mujer embarazada y
condenada a varios años de prisión. Si una persona está desprotegida en un antro de estas características ni que decir que con un churumbel a cuestas todavía más. Posteriormente en(3) "Carancho" ya tira de la mano de un actor con gancho como es un Darín
tramposo que quiere estafar a las compañías de seguros de coches tirándose
encima del capó de un coche que pase por la carretera, para, aunque se pierda una pierna en el intento, cobrar una pasta gansa de la indemnización del seguro; o (4)"Elefante blanco" que cuenta las peripecias de dos curas entregados
con la causa de los pobres en un barrio marginal con la vida en juego ante las
drogas y las mafias. En este caso, el cambio de cromos de actores Darín por Guillermo Francella da la talla a la perfección en ese padre de familia con las dos caras: por un lado, el perfecto padre de familia que mantiene la compostura frente a la evidencia de los secuestros, por el otro, el secuestrador asesino que no le temblará el pulso si tiene que apretar el gatillo de la pistola que encañona la sien del imbécil que se quiere ir de la lengua. La productora de Almodóvar, El
Deseo, se implica en levantar el proyecto.