miércoles, 11 de enero de 2017

Sicarius, la noche y el silencio



Título original Sicarius: La noche y el silencio

Año               2015

Duración        90 minutos

País              España

Director         Javier Muñoz

Guión            Javier Muñoz

Música           Mariano Marín

Fotografía      Javier Cerdá

Reparto          Víctor Clavijo, Pedro Casablanc,

                      Mario Pardo, Chete Lara, Alejandra

                     Lorente, Roger Pera, Fernando

                    Gil, Israel Elejalde, María Sánchez.  

El guionista Javier Muñoz se ha guardado su mejor guión ,hasta ahora, para realizarlo él mismo detrás de la cámara en "Sicarius: La noche y el silencio". El nuevo director comenta, en alguna entrevista de lanzamiento de su película:" que él quiere traer las obras del cine de género norteamericano a su casa y rodarlas desde aquí ,pues éstas también se pueden realizar en otro país". Tiene razón que ha logrado una ambientación que te hipnotiza y en parte te pone del lado del hijoputa del matón a sueldo que da la imagen de ser un tipo normal y corriente que lleva una vida de lo más decente con una esposa y unos vecinos que saluda.

 Esta imagen nos lleva a otras películas donde el personaje también se difumina entre el personal normal de la calle para camuflar su profesión de asesino. Pasa, por ejemplo, en (1)"Días contados" de Imanol Uribe, donde un etarra, un Carmelo Gómez excelente, se camufla en un barrio popular de Madrid para perpetrar sus asesinatos con tiro en la nuca de los policías. En esta cinta se suceden momentos tenebrosos de reuniones nocturnas donde abunda el alcohol, las drogas y las putas en un ambiente de juego de pocker que acabará a tiro limpio que nos recuerda a (2)"Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto" de Agustín Díaz Yáñez donde un Federico Luppi es un mafioso religioso arrepentido y Victoria Abril una derrotada de la vida que quiere robar el dinero negro de las mafias. Aquí estamos ante un asesino, Victor Clavijo
( mantiene el pulso inquebrantable de matón a sueldo, con lo cual se hace muy creíble su papel)  que regenta un trabajo como otro cualquiera: mata porque ésta es su profesión y no le tiembla el pulso cuando dispara el gatillo.