Título orignal Eddie The Eagle
Año 2016
Duración 105 minutos
País Reino Unido
Director Dexter Fletcher
Guión Simon Kelton, Sean Macaulay ( historai Simon Kelton)
Música Matthew Richmond
Fotografía George Richmond
Reparto Taron Egerton, Hugh Jackman, Christopher Walken,
Matthew Brandon, Ania Sowinski, Mads Sjogárd,
Pettersen, Tony Paul West, Marc Benjamin,
Rune Temte, Tomasz Dabrowski, Austin Burrows.
"Eddie el Águila" de Dexter Fletcher
( director de (1) "Amanece en Edimburgo" un musical con cierta gracia y un solvente Peter Mullan como siempre)
se adentra en la autobiografía de Eddie Edwards con el apodo "El águila" porque nada más aterrizar de su gran prueba olímpica del salto de esquí se puso a aletear los brazos como si
volara. El enfoque de la película no es otro, como otras tantas del mismo calibre, que el de la superación de un pavo que es de familia de clase media y se la suda tener que
formar en el tajo cada mañana cuando a él lo que le gusta es triunfar en unos
juegos olímpicos. La especialidad le tiene sin cuidado porque la meta ya la
tiene puesta: ser olímpico. La ocasión de demostrarlo ya llegará. Sin embargo, él no cae en la cuenta de que los
deportistas olímpicos se pasan toda su infancia y su juventud entrenando el
deporte que sea para ser un deportista de elite, pero él lleva en la mochila
como único aval la voluntad y entrega de querer conseguir unos objetivos. El
salto del trampolín, como opción elegida, se ejecuta desde 70 metros ( hay uno de inicio de 30
metros) y el otro de vértigo que tiene 90 metros. La competición parte de un tobogán elevado y con gran pendiente que te lanzará al vacío y el
objetivo es llegar lo más lejos posible, eso sí aguantándote de pie y no
rodando como una pelotilla de huesos sobre la nieve. La velocidad de la bajada
por la pista es de más de cien kilómetros por hora y tanto la técnica de impulso
como el equilibrio en el aire son los detalles a tener en cuenta sobre todo
porque de lo contrario puedes caer como un amasijo de huesos rotos. La película
cuenta el estado de exaltación del protagonista, Taron Egerton, por conseguir la
proeza de ser el primer inglés en ir a los juegos olímpicos de invierno. Su
ayudante, un antiguo saltador con proyección pero perdido por el alcohol, interpretado por un Hugh Jackman ( que por un momento ha abandonado su papel estelas en (2) "X-Men") intenta convencerlo para
que desista, pues los saltadores son especialistas que saltan desde los seis
años y lo más probable es que se rompa la crisma. El salto de esquí era en
España, cuando solo había dos canales públicos de televisión, típico de los
mediodías del día 1 de enero, justo en los momentos de la primera comida del
año en reunión familiar y con la sensación de pleno invierno porque mirabas la
televisión. Así las cosas, todo es historia una historia autobiográfica con cierto encanto.