"El primer día de mi vida" de Paolo Genovese tiene un arranque que invita a abandonar ( Sucedía lo mismo con "Una historia de amor italiana" del mismo director que se inicia con un tipo en un portal tocando el violín al compás de la lluvia y te extraña, luego entras). Vemos a un tipo raro que conduce un coche y va captando personas que querían suicidarse por algo que no sabemos. La desesperación de los suicidas puede cambiar, porque ahora se encuentran en una especie de limbo o purgatorio con un ángel en forma de humano, interpretado por el gran
Toni Servillo ( interpretación maravillosa en "La gran belleza" de Paolo Sorrentino donde su humor sarcástico, irónico y la capacidad de decir todo lo que piensa sin miedo a nada le dan un punto de credibilidad y de estar de vuelta de todo), donde pueden reflexionar y volverse atrás. El ser del más allá que come y vive como el resto de los mortales reúne a cuatro personas que han decidido quitarse la vida, porque son desgraciados y ya no quieren seguir más. En este caso, quiere mostrar a los suicidas muertos que vean su propio final y si realmente están convencidos de pegarse el tiro de gracia, pues que lo hagan. La cámara recorre las alturas, casi siempre con tomas desde el cielo como haciendo cierta referencia al lugar donde se encuentran.
Recuerda el programa televisivo de Movistar + " El cielo puede esperar" donde liquidan a un famoso y luego desde una especie de limbo, ese personaje ve su propio funeral con cierta sorna y cachondeo del personal que lo conocía. En fin, la idea es que sientan nostalgia por la felicidad y los amargados tienen una nueva oportunidad para dar un paso atrás y no suicidarse.
Título original Il primo giorno della mía vita
Año 2023
Duración 121 minutos
País Italia
Dirección Paolo Genovese
Guion Paolo Genovese, Paolo Costella,
Tsabelle Aguilar.
Música Maurizio Filardo
Fotografía Fabizio Lucci
Reparto Toni Servillo, Valerio Mastandrea,
Marghenta Buy, Sara Serraiocco,
Giorgio Tirabassi, Elena Lietti.
Lino Guanciale, Lidia Vitale,
Vittoria Puccini.
Esos muertos vivientes se pasean por la ciudad, pero nadie se da cuenta de su estado. El ángel protector lleva a los cuatro ocupantes del coche para que vean sus propios suicidios. Quiere que contemplen lo que piensan después de muertos sus propios compañeros y que reflexionen. El título de la película se refiere a ese primer día que pasan los suicidas recorriendo los lugares que lo hacían en vida. Son cuatro y conversan entre ellos: que como has quedado que si han ido más personal a tu entierro que al mío... los personajes están muertos, pero se comportan como si estuvieran vivos: hablan de todo, fuman, se plantean si pueden morir dos veces seguidas. Así, están en una especie de limbo con capacidad para recorrer los lugares como fantasmas. El ángel debe rendir cuentas a otro protagonista que debe ser un compañero que también está con tres suicidas que se les acaba el tiempo ( tienen siete días para recapacitar). Cuentan por qué se quieren suicidar: una porque su hija se murió de golpe le falló el corazón y espera, en este estado, poder encontrarla; el segundo, un niño, que es un "youtuber" que tiene fama, pero es un incomprendido por sus padres se ha tragado cuarenta donuts y es diabético y está en coma, todo ello porque sus compañeros de colegio lo odian y le hacen "Bullyng", además, es incomprendido por su padre que quiere que siga subiendo grabaciones, porque no puede perder seguidores y menos dinero; la tercera es una deportista de élite, pero se encuentra en una silla de ruedas, paralítica, ha triunfado, pero no puede resistir ese estado; el cuarto es un monologuista con cierto triunfo personal, pero en su vida matrimonial es un desastre que asiste a su propio entierro y comenta sobre su esposa: " es como si nos casáramos de nuevo: el mismo lugar, la iglesia, las mismas personas, un poco más viejas..." Lo curioso es que son personas que profesionalmente han triunfado y han conseguido llegar lejos profesionalmente; sin embargo, personalmente no les ha ido tan bien. El ser superior quiere mostrarles que los demás puede que hayan fracasado mucho más profesionalmente y no han tenido ideas suicidas. Durante los siete días que tiene para convencerlos de que desistan del suicidio, los lleva a contemplar momentos de su vida en una sala de cine en ruinas. Allí, les muestra momentos sensibles con sus seres queridos, pero solo minutos, nada más y con ello les levanta el apetito de volver a la vida. Los muertos en esa relación se increpan y se insultan entre sí. Los días pasan y cada uno de ellos se emplea para que realicen diferentes actividades. Ese Dios todopoderoso en un lugar misterioso colecciona fotos de sus suicidas que les dio una oportunidad y los clava en la pared de su casa. El séptimo día les llevan al lugar donde cumplirán o no el suicidio. Todos cambian menos el monologuista que no quiere echarse atrás y se quita la vida. A partir de aquí, será otro ángel salvador de vidas. En fin, la intención es que saboreen los pequeños placeres como la comida, las risas y ver que los que dejaron en el mundo de los vivos todavía los recuerdan con cariño y amor. Se muestra un más allá mucho más dulce y placentero que el mundo humano. Quizá la solución está en salvarse los cuatro para formar una nueva familia. Eso.
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