Edmundo Dantés, interpretado por Pierre Niney
( de constitución ligera, con unos cuantos kilos menos ya lo tienen esquelético, en la mazmorra donde se pudrirá por una falsa acusación. Es el actor de "El hombre perfecto" de Yan Gozlan), es un marino marsellés que se rodea de personal en una posición social noble. Se ha jugado la vida en medio del mar por rescatar a una mujer y este hecho le ha producido ascender en el escalafón de capitán. "El conde de Montecristo" de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patelliere es una adaptación de la obra de Alejandro Dumas que cuenta las aventuras de ese joven intrépido. El muchacho con todo un futuro prometedor por delante, enamorado de una chica de condición social alta y ascendido en su cargo marino, está muy cerca de descender a los abismos del infierno por culpa de las envidias. Estamos en el siglo XIX, Mercedes, interpretado por Anais Demoustier,
que no duda en casarse con él, pero contra la voluntad de sus padres que se niegan a ese enlace, pues consideran al novio de poca categoría. Sin embargo, la boda no se hace esperar y la felicidad parece cercana, pero los soldados del rey sin más dilación lo arrancan de las nupcias sin consumar y lo llevan prisionero. Pasa por peripecias en una mazmorra en medio del mar durante años, pero vivirá para vengarse. Su amor no lo esperará y se casará con el procurador, culpable de las calamidades de Edmundo.
Finalmente, narra las aventuras de un marino con buenas intenciones que quiere ser feliz con su rica enamorada y ha conseguido llegar lejos hasta capitán cuando era un don nadie y esto no pueden tolerarlo los enemigos envidiosos. Tres horas de aventuras en vena.
Título original Le Comte de Monte-Cristo
Año 2024
Duración 178 minutos
Dirección Matthieu Delaporte,
Alexandre de la Patelliere
Guion Idem
Novela Alejandro Dumas
Música Jerome Rebotier
Fotografía Nicolas Bolduc
Reparto Pierre Niniey, Anais Demoustier,
Laurent Lafitte, Vassili Achneider,
Anamaria Vartolomei, Patrick Mille,
Pierfrancesco Favino, Bastien Bouillon,
Julien de Saint Jean, Kurt Baille,
Oscar Lesage, Bruno Raffaelli.
El joven Edmundo es intrépido en el mar y las primeras imágenes muestra al héroe que se tira al mar para salvar a una chica en contra de las órdenes de su superior. Esto le supone un aumento en el cargo y ascender a capitán. Una orden repentina con acusaciones falsas lo arranca de casarse y se ve prisionero sin saber por qué motivo. El procurador le comenta que las envidias de la gente es lo peor que le puede pasar a un tipo que pretende ascender como la espuma. Sin hacer nada, el reciente oficial destituido le han tendido una trampa y en su biblia han colocado una carta de Napoleón que le culpa de un delito. Se le acusa de partisano y de ser enemigo de el de la mano en e pecho. Por mucho que los familiares quieran rescatarlo ante estas pruebas no pueden hacer nada por recuperarlo de la justicia. Es culpable ante la ley, pero no le cortarán el cuello que es lo que se hace con ellos, sino que irá a una prisión en medio del mar. Así pues, lo que ocurre es que la maldad y los palos siempre se los tiene que cargar el más bueno y débil y ese no es otro que Edmundo. Después de encerrarlo en un zulo en medio de una isla se encuentra, pasados los años, con otro preso que está realizado un túnel en les entrañas de esa prisión. Escapar de allí es imposible, pero el joven, ya no tanto porque han pasado muchos años, se lo monta para aprovechar un desliz de la guardia y mediante una estrategia se da a la fuga por mar. Ahora, una vez liberado, le toca ajustar cuentas de los malvados que le jodieron la existencia. Recupera un tesoro, que el compañero le confesó antes de morir, y se hace pasar por el conde de Montecristo y se infiltra en la sociedad de los malvados. Finalmente, la acción se desarrolla a fuego lento entra mazmorras, luces de velas, lugares lúgubres y encerronas de cobardes. La venganza será sofisticada, se introducirán en sus costumbres de la alta sociedad hasta dar la estocada final. Todos recibirán el castigo merecido. Una de aventuras.
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