miércoles, 9 de octubre de 2024

Hammarskjöld. Lucha por la paz




La historia se centra en un relato  sobre un personaje verídico de la guerra fría, el diplomático de sueco 



Hammarskjold, interpretado por Mikael Persbrandt ( actor de aquella excelente peli "En un mundo mejor" de Susanne Bier que realizaba el papel de un doctor en África y en ayuda humanitaria, pero dejaba descuidada a su propia familia), aquí, con un tono pausado, pero muy preocupado en su interior por los desajustes del mundo, ya que su puesto político es de suma responsabilidad. Fue designado director de la ONU en 1953 ante la sorpresa de los mandatarios estadounidenses que no tenían ni idea de quién era ese tipo que había llegado tan alto sin su consentimiento. El director sueco Per Fly con su "Hammarskjold. Lucha por la paz" pretende poner luz a la oscuridad de su accidente de aviación y dar a conocer a un tipo especial que no cuadraba con el estándar de los políticos. Por lo tanto, se centra en esos últimos momentos de su trayectoria cuando en el Congo se produce una situación de represión, tortura y guerra con el dominio de Leopoldo II de Bélgica que da su apoyo a los sublevados y un intruso que se  entromete en las masacres puede salir mal parado. 




Los hechos ocurren en enero de 1961 justo en el momento en que asesinan a  Patrice Lubumba ex secretario del Congo. El protagonista sigue impasible ante las acusaciones de la responsabilidad de ese  asesinato. Así, la historia gira en torno a reunificar el Congo, ya que una de sus provincias , Katanga, se quiere independizar. En fin, todo funciona como un conflicto bélico creado por las grandes potencias y por intereses creados, mientras van muriendo infinidad de nativos. Además, como subtrama aparece la idílica amistad con su amigo homosexual que no se llegó a consumarse por motivos obvios: reprimirse y doblarse a las prohibiciones de las leyes de la época. La acción mantiene atento la mirada en ese final trágico del ataque de aviación sobre el avión del presidente que impactó en el sentimiento social, el cual quedó encubierto como un accidente. La pena es que eso que vemos fue una realidad.

Título original Hammarskjöld

Año                2023

Duración        114 minutos

País                Suecia

Duración         114 minutos

Dirección         Peter Fly

Guion              Peter Fly, Ulf Ryberg

Música            Raymond Enoksen

Fotografía       John Chistian Rosenlund

Reparto           Mikael Persbrandt, CianBarry,

                        Francis Chouler, Colin Salmon,

                        Richard Brake, Adam Neill,

                        Sara Soulie, Thure Lindhardt,

                        Hakeem Kaekazim.




La historia se inicia con la figura de un secretario de la ONU con temple de seriedad en momentos complicados de gestión mundial. En los periódicos aparecen, como siempre, las masacres injustas de África. El marrón que se le viene encima y  no va a tolerar, siendo un mandamás político, acciones y muertes a saco. El conflicto se inicia en Katanga, lugar estratégico para las grandes potencias, pues es donde se produce el uranio para que los norteamericanos produzcan  la bomba atómica. Por eso, no acaban de entender que coloquen a un presidente sin que ellos den el visto bueno. Así, aquí, los dos bloques dominantes, rusos y norteamericanos se disputan la zona queriendo subir al poder a uno de sus discípulos. El representante de Naciones Unidas no le temblará el pulso para comunicar, aunque con ello se enfrente a las dos potencias, que no dejará a un pueblo abandonado a su mala suerte. Él quiere que se lleve a cabo la descolonización del país sin que haya rupturas. Quiere paz en Katanga y no la guerra. Los mediadores, el ex primer ministro de Katanga, Patrice Lubumba, que no tardarán en meterle un tiro en la cabeza, entre Naciones Unidas y el país africano reciben su merecido por mediar y entrometerse en medio de un tema político que no les interesa. Su plan no es otro que la descolonización y para ello trata, el presidente de la O.N.U., de desplegar tropas de paz y consolidar un estado democrático. Así, pese a las presiones de las dos superpotencias, él no se doblará y luchará en favor de los pequeños países para que avancen sin ser presionados que sigan ellos solos su camino. Evidentemente, su propuesta está en desacuerdo con los intereses de las potencias poderosas. En esas disputas de poder, lo más fácil es cargarse a los pobres e indefensos nativos para crear el caos. Así las cosas, él quiere mediar directamente en el conflicto y quiere viajar en persona al lugar del conflicto. En ese último viaje de avión con el recuerdo de su amigo íntimo que un día pudo ser su pareja, pero en esa época era prohibido el tema homosexual. Así, el avión del presidente sin escolta, porque el ataque estaba ya estudiado. El blanco del aparato es una golosina de tiro para los rebeldes. Finalmente, Hammarskjold tiene la capacidad de decisión sobre los asuntos graves de África, pero por mucho que fuera el representante más alto de las Naciones Unidas, no ostentará el poder ni la capacidad de cambiar el rumbo político. Si molesta, se lo cargan y ya está. Esto generará un estado de inseguridad y tristeza que dejará constancia en sus escritos.



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