viernes, 28 de marzo de 2025

La acompañante




"La acompañante" de Drew Hancok propone una comedia disparatada de ciencia ficción ( en "Her" de Spike Jonze ya nos proponía un futuro- esto hace más de diez años- frío con la relación de una especie de robot virtual que complacía plenamente los deseos del protagonista. Aquí se quiere llegar más lejos y crear una máquina casi perfecta que sea casi humana, que se pueda graduar perfectamente a nuestros deseos). La trama se inicia con un cruce amoroso entre un chico y una chica que se encuentran en un supermercado. Se produce un flechazo amoroso y hasta aquí, prefecto, un ligue espontáneo que fructifica en pareja. La historia continúa con una elipsis que los coloca directamente en un coche en dirección a una mansión ostentosa en medio del bosque. Allí les esperan unos personajes, algo mafiosillos, con ganas de farra. 




La joven, interpretada por Sophie Thatcher, se siente extraña en ese lugar, donde una pareja de homosexuales cuenta también, como ocurría en la primera escena con su propia pareja, el día de disfraces en que se conocieron. Ella siente que otra joven quiere seducir a su chico y lo arranca de la fiesta y se lo lleva directamente a la cama. Hasta aquí no hay nada raro, pero el día siguiente, ella se encuentra un cuchillo en su bolsillo sin saber cómo ha llegado hasta allí y que pronto lo utilizará para asesinar a un agresor que quiere abusar de ella. Parece que todo está estudiado y programado para que suceda. Pronto aparecen humanos que son máquinas y la comedia del inició pasa de las risas a ser negra y sangrienta, incluso un drama futurista que asusta. 



En fin, la tecnología avanzada y la inteligencia artificial nos arrastra siempre hacia el mismo lugar: conseguir beneficios sin mancharse de sangre para robar la pasta del magnate de turno y forrarse. Luego echarle la culpa a la máquina. La propuesta consiste en jugar con las máquinas  y ver hasta dónde son capaces de llegar si están en manos de los humanos y ,en el caso contrario, qué son capaces cuando  se desmadren solas a su propio antojo.

Título original Companion

Año                 2025

Duración.        97 minutos

Dirección.        Drew Hancock

Guion.             Drew Hancock

Música            Hrishikesh Hirway

Fotografía       Eli Born

Reparto           Sophie Thatcher, Jack Quaid,

                        Lukas Gage, Harvey Guillén,

                        Megan Suri, Rupert Friend,

                        Marc Menchaca, Woody Fu



Las películas son ficciones, irreales, pero la idea de conseguir el compañero o compañera perfecta que nos acompañe en todo momento y nos siga sin rechistar, nos dé sexo cuando lo pidamos y esto que sea lo más real posible, ya sería la hostia. No estamos tan lejos de fabricar ese robot  que se te ofrezca un capricho en cada momento en que lo pidas, que cumpla a la perfección con todas las características que desees de un compañero/a. Aquí, en forma de comedia macabra se presenta algo parecido, una empresa de inteligencia artificial que te propone la adquisición de un robot que se puede regular los sonidos de voz, el color de los ojos y las prestaciones que desees: a la carta, vamos. Y que cumpla con su cometido de hacer feliz a la persona que lo adquiere. Por lo tanto, solo hay que iniciarlo con un momento de encuentro donde la pareja, robot y dueño, se conocen casualmente. Así, pasado un tiempo, la pareja se reúne con un ricachón que pretenden cargárselo, pero le quieren echar el muerto al robot y quedarse con la guita los otros, los humanos. Pero la chica robot, después de saber que es una máquina, se revelará, con el móvil de su dueño, para vagar por la montaña y joderles la fiesta a los mangantes de la pasta que se las veían muy felices. Pero qué sucede si el robot toma los mandos de su propia identidad y quiere independizarse de su amo. Pues que el robot toma el control. Por lo tanto, si la máquina da señales de ser un pelo de humanoide eso la libera de estar esclavizada con su dueño que pretende ablandarla con mentiras para que vuelva con él cuando la llama por teléfono. Sin embargo, ella que se ha programado una capacidad de inteligencia al máximo, no caerá en la trampa y desconfía. No se sabe bien donde quiere ir ni para qué huye. Finamente, da que pensar hasta dónde vamos a llegar con la inteligencia artificial y es entretenida. Así pues, en un mundo de robots, es posible que las máquinas se descontrolen de las manos de los humanos y pasemos a ser sus esclavos por su inteligencia superior y mayor capacidad de dominarnos. En esas estamos: entretenimiento y, en ciertos momentos, te da que pensar. Bueno.



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