El director de "Parásitos" ( aunque ya había realizado cintas nada despreciables como "Rompehielos" otra ciencia ficción trepidante o "Joka" de animales gigantes y domésticos de ficción junto a un niño, en este caso también utiliza esos animales pequeños de multitud de patas creados por ordenador), de Bong.Joon-Ho, después del su éxito mundial, se va a comer de la mano del dólar- con actores con solera- para crear una ciencia ficción con su nueva película "Mickey 17". Su cine está marcado por la acción: el humano no desperdicia su tiempo en chorradas y ese dinamismo marcará un ritmo acelerado de sus cintas; la sorpresa es otro de los factores que mantendrá al espectador pendiente de ese momento en que puede dar un giro de ciento ochenta grados a su trama final.
En este caso, cuenta la vida de Mickey, interpretado por Robert Paltison, que en todo momento me recuerda a Jim Carrey, por su careto de idiota, en el año 2052 es un tipo corriente y asqueado de dar vueltas en la Tierra sin conseguir nada positivo, como es normal tiene un trauma de la infancia que lo ha marcado de por vida, pues se larga a otro planeta. Por eso, se apunta para viajar con la condición de ser prescindible, muy diferentes a los imprescindibles. Eso quiere decir que se puede reutilizar cuantas veces se desee. Es decir, hay un programa especia que en el momento en que muera pasa por una máquina que fotocopiará la misma persona con idénticos datos genéticos y de pensamientos o recuerdos del humano. Así es como la palman hasta 16 Mickeys, pero cuando llega el 17 se producen problemas.
La reimpresión de la peña se genera duplicando a las personas y el científico que lo diseñó ya se duplicó en la Tierra para crearse coartadas porque era un psicópata asesino. ¡Toma ya! Y en este momento se toca directamente el tema de la clonación de crearse duplicidades hasta el infinito para utilizarlo malevolente.
En fin, en ese planeta que parecía que iba a ser diferente, también está el dueño del cotarro, interpretado por Mark Ruffalo, que hace un amago de triunfalismo al estilo de Donald Trump. Eso: un futuro muy prometedor.
Título original Mickey 17
Año 2025
Duración 137 minutos
País Estados Unidos
Dirección Bong Joon-ho
Guion Bong Joon-Ho
Libro Edward Ashton
Música Jung Jae-il
Fotografía Darius Khondji
Reparto Robert Paltinson, Toni Collette,
Mark Ruffalo, Naomi Ackie,
Anamaría Vartolomel,
Steven Yeun, Patsy Ferran,
Steve Park, Hlliday Graiger,
Tim Key, Michael Monroe,
Edward Davis, Cameron Britton,
La primera impresión de Mickey es la de un tontorrón que se deja hacer lo que les da la gana a los científicos. No pone ninguna pega a que hagan con su cuerpo lo que quieran. En ese planeta raro las clases sociales también existen y él se encuentra como en la Tierra con un rango de prescindible para palmarla y fotocopiarlo para otra tarea. De toda esa peña de capullos según va relatando él a modo de monólogo interior, solo salva a una chica con la que acaba de enamorarse. Y el podrido mafioso que domina ese espacio- como siempre hay un poderoso ricachón que se ha llevado a la prole para que le sirva- y les taladra con sus discursos de arenga que si son todos hermanos y bla, bla. El pobre Mickey no para de salir del tubo, máquina de fotocopiar vidas, de una nueva existencia y hallado en el fondo de la miseria, como siempre, a experimentar con él y que se joda por los demás, con sus tareas encomendadas se beneficia el resto de los humanos. La copiadora de humanos ya viene de fábrica y el científico creador ya lo hizo consigo mismo. Y discuten sobre creencias y Dioses: un alma, solo un cuerpo. Ante ese peligro, se toma la decisión de hacer a un individuo como imprescindible y si por casualidad o error se duplica, pues deberá exterminarse. En ese punto es en el que se encuentra el protagonista en la galaxia fuera de la Tierra. Así pues, Micky 17 se las tiene que ver con el resto de Mickys que se imprimen después de que él se ha quedado por ahí, dando vueltas por la nave. La trama se resiente hacia la mitad hasta que aparecen los bichos, que son los habitantes de ese planeta, los que realmente son autóctonos de ahí y el jefe de la misión se los quiere cargar a todos. Llegamos a la conclusión de que cuando llegue la ciencia ficción y regenerar las nuevas vidas será para que funcionen como ahora: el currante cabrón revivirá tantas veces quiera su amo para que labore para su dueño eternamente. Así, los pobres, mejor nos morimos directamente y con una vida miserable ya es suficiente carga. Eso: la idea central es montar un planeta en otras galaxias, porque la Tierra ya es inhabitable y hacerlo de manera que se parezca al viejo. Un mundo nuevo, pero igual o peor que el anterior y habla de la raza pura: ¡Ale, a cagar con el planeta!
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