"Robot Dreams" de Pablo Verger ( director de "Blancanieves" que emulaba al cine mudo, "Abracadabra", "Torremolinos") , película de animación, muestra la soledad en este caso de un perro frente al resto de mortales, que es un mundo poblado de animales, se lo está pasando pipa. No hay nada que cubra su soledad, pues la televisión suelta imágenes y por más canales que cambie nunca llegará el entretenimiento. Ambientada en el Manhattan de los ochenta, ( sabemos que es esta fecha porque el perro pasea con una bolsa donde hay dibujado un naranjito mascota del mundial de fútbol de España del 82.
Todos sus personajes pasean sin hablar, pues son animales. No es necesario porque están cargados de movimientos, señales, marcas que nos indican sentimientos, y sobre todo qué es lo que quieren. El aburrimiento es infinito hasta que le llega el envío reclamado: un robot en piezas desmontable que le hará compañía. Así, estamos ante una película donde se destaca el sonido y los movimientos de los seres que circundan esa habitación sin que haya una palabra. Son pequeños detalles que aumentan su valor como los movimientos de patas en el taxi porque hay un atasco y no puede avanzar o la arena que se mueve en el tablado de los chiringuitos las arrugas de la toalla en la playa. Todo la hace más viva sin necesidad de diálogo. Llegan contentos a Central Park y se marcan, el perro y el robot, montados en patinetes, un baile al ritmo de Earth Wind y Fire"September" . Rodeados de todo tipo de animales que no para de animar con elefantes taxistas que cobran la bajada de bandera con la trompa.
En fin, hay muchos guiños al cine mismo, por, ejemplo, al propio "Manhattan" de Woody Allen cuando se sientan en un banco frente al puente o el final de "Alicia en el país de las maravillas". Se suceden aventuras por separado, sueños y la mar de peripecias. En fin, contemplamos detalle a detalle con suma minuciosidad en los pequeños detalles. Se ve todo muy cuidado, no se les escapa nada, pero el contenido busca un final sensiblero.
"El maestro que prometió el mar" de Patricia Font vuelve de nuevo al tema de la Guerra Civil española y las barbaridades que se cometieron en el lado Nacional ( ejército sublevado). El tema es un calco de "La lengua de las mariposas" ( el tiempo es ligeramente anterior, pues sucede en 1935) de José Luis Cuerda donde un profesor con una sensibilidad especial hacia los niños y con ideas republicanas es ajusticiado una vez alzados los rebeldes. En cuanto a la estructura se parece más a "Soldados de Salamino" de David Trueba donde utiliza el "flashback" para contar la historia real de lo que sucedió con aquellos fusilados de guerra. En esta ocasión,
Laia Costa ( con un papel siempre de amargada como sucedía en "Cinco lobitos" de Alauda Ruíz por ser superada en la función de madre o "Els encantats" de Elena Trapé también con la separación de un hijo como hilo conductor. En esta ocasión (no se sabe por qué, pero siempre está de mala leche, tampoco nos interesa saberlo, pues no viene a cuento), recibe una carta que le dice que hay una posibilidad de encontrar a su bisabuelo en las excavaciones de una fosa común de Burgos ( en el lugar que tiraban a los ejecutados de guerra por tener ideas contrarias). Ella nada sabe del tema y parece ser que fue su abuelo que ahora está, sin conocimiento, postrado en una silla de ruedas, el que antes, cuando estaba bien, se interesó por el tema.
En ese contacto en las excavaciones y con las gentes del pueblo ( Bañuelos de Bureba), la historia da un giro y se detiene en un maestro sencillo y tierno que llega al pueblo con la intención de conectar con los niños. En la realidad el protagonista se llamaba Antonio Benaiges que está interpretado por
Enric Auquer ( realizaba aquel papel destacado en la serie "Vida perfecta" de Leticia Dolera). En fin, estamos ante una época de convulsiones por el inicio del nazismo en Europa y esa Segunda República en España que los intolerantes nunca supieron aceptar hasta romper en dos el país. Historia conmovedora con un final violento.
"La llegada", que no tiene nada que ver con la de de Denis Villeneuve ( Upon entry) de Juan Sebastián Vasquez y Alejandro Rojas que están nominados a los Goya 2023 en el apartado de directores noveles plantea los nervios que sufre una pareja joven, por culpa de la retención en la aduana, que está dispuesta a aterrizar en Estados Unidos para iniciar una vida nueva. Diego, interpretado por
Alberto Amman que está nominado en el apartado de mejor actor principal en los Goya de 2023 ( aquel actor que se quedaba atrapado en una prisión en su primer día de trabajo como vigilante de una prisión y por un descuido queda encerrado y herido dentro de una celda. Se ve obligado a hacerse pasar por un nuevo prisionero en aquella película excelente "Celda 211" de Daniel Monzón). Aquí, en la frontera, después de aterrizar, son investigados él y su compañera ,Elena,
interpretado por Elena Busi ( actriz de "Verano 1983" de Carla Simón) y deben aguantar una espera injustificada. Los dos van un tanto atemorizados por si les ponen pegas en la aduana. Se sienten intimidados. Ahora, después de comprobar los documentos, se ven relegados a una sala de espera con una posible revisión y devueltos a su país de origen. La sucesión de preguntas absurdas a las cuales son sometidos van creando en los personajes un carácter de agobio que por el contrario son capaces de controlarse y no enfurecer. Por otro lado, se suceden golpes y gritos al otro lado del habitáculo como si estuvieran realizando trabajos de construcción con el siguiente apagón de las luces que le da más tensión al momento crítico del interrogatorio.
Esto le da un punto de agobio a los protagonistas. Hay un cierto paralelismo con "Reality" de la directora Tina Satter. En fin, al final da la sensación de que esos policías más que interesarse por descubrir una falsedad u otro documento sospechoso, pretenden mostrar la supremacía sobre ellos y destruir una relación amorosa.
"La sociedad de la nieve" ( Premio del Público en el festival de San Sebastián 2023 y numerosas nominaciones en el mismo año a los Goya y a los Globo de Oro, etc.) del escritor Pablo Vierci es un libro que J.A. Bayona( "Un monstruo viene a verme", "El orfanato") relata en sus múltiples entrevistas de promoción de su película que lo leía cuando gravaba "Lo imposible" y le entró ganas de realizar la película. El tema es lo suficientemente conocido por su impacto general de la época en aquel accidente de avión en plenas montañas de Los Andes chilenos o argentinos. Esto sucedió el 13 de octubre de 1972. En aquel avión viajaban unos jóvenes de un equipo de rugby, además de otros pasajeros, que iban a realizar un partido entre un equipo de Montevideo ( Old Christians) y otro de Santiago de Chile. La tragedia de los Andes tuvo más impacto desde el momento en que se conoció que para sobrevivir, en unas temperaturas de treinta y cinco grados bajo cero, debían comer y no tenían nada a su alcance sino era una buena cantidad de proteínas de sus compañeros de viaje muertos por la colisión.
Uno de los impulsores para alimentarse de sus compañeros fue Nando Parrado que estuvo tres días en coma profundo hasta que despertó. Fue uno de los más destacados, junto a Roberto Canessa, después de dos meses de penurias colgados a cuatro mil metros de altitud, en medio de la nieve, por ser el que caminó más de diez días por la cordillera hasta llegar a una zona habitada. Cuenta, en multitud de sus entrevistas, que invitó a su hermana y a su madre para que vieran el partido que a la postre tuvo que sostener el cuerpo maltrecho de su hermana mientras agonizaba en sus brazos mientras sabía que su madre ya había fallecido. Comenta también que el miedo del hambre y no poder comer nada fue lo más terrible que experimentó. No tener nada para comer ni saber cuándo se volvería a comer es lo más horrible que le puede pasar a una persona ( puede que sea una forma de justificar el hecho de comerse la carne de sus compañeros muertos, ese canibalismo necesario en el caso de querer subsistir a la tragedia). Días antes del accidente, las condiciones climatológicas de la época no eran nada alentadoras, pero ya estaba estipulado que el avión bajara bordeando los Andes hacia el sur para después atravesar la cordillera por un paso ( Paso del Planchón) más propicio para cruzar al lado chileno. Esa ruta entre Mendoza y Santiago sufre grandes turbulencias ( fenómeno llamado "ondas de montaña") que incluso hoy causa el pánico en multitud de pasajeros. En el momento del accidente, los pilotos cometieron un error y viraron el avión en dirección a Santiago cuando todavía no habían sobrepasado la cordillera de Los Andes. Lo que les llevó a chocar contra las montañas. Las alas del avión chocaron violentamente y la cola salió despedida hacia atrás llevándose con ella a varios pasajeros que fallecieron segundos después. La carcasa del avión cayó por una ladera que resbaló por un manto de nieve a una velocidad superior de trescientos kilómetros por hora hasta chocar con un glaciar helado. Milagrosamente treinta y dos pasajeros sobrevivieron al impacto inicial de los cuarenta y pico del total de la tripulación.
Sin embargo, en el impacto final fallecieron más personas y otras quedaron mal heridas que irían falleciendo como un goteo. A su alrededor no había nada de árboles y menos animales, solo un paisaje blanco completamente de nieve, un manto de muerte helada. Pensaban que estaban cerca de Chile cuando la realidad era que se encontraban en zona Argentina y lejos de los prados verdes. Así, veintisiete personas debían sobrevivir con un poco de vino y chocolate. Consiguen una radio y oyen que no van a buscarlos pasados ocho días, pues el aparato blanco había quedado mimetizado con la nieve y eran incapaces de divisarlo. Esta noticia les crea mayor desilusión. La decisión de alimentarse de los muertos no fue fácil, puesto que eran conocidos, por eso, se decidieron, de no ser así habrían fallecido, por el más desconocido para ellos: el piloto. Quizá también como remordimiento o un ligero castigo, pues fue, en cierta manera, el culpable de la masacre. El director cuenta esa tragedia cuidando los detalles con protagonistas de la zona con su acento y con un cuidado minucioso en la caracterización y deterioro de esos humanos por el paso del tiempo. Muestra su calvario y el lado más humano con una acercamiento a las personas que sobrevivieron el accidente.
Además, en cada momento que muere una persona a modo de homenaje aparece a un lado el nombre o los nombres de los recién fallecidos. Puede considerarse como un remake de la película de 1992 "Viven " del director Frank Marshall con actores que posteriormente triunfaron como es el caso de Ethan Hawke o John Malkovich. En fin, con todas las desgracias, al final, todavía necesitaron un golpe de suerte para que hicieran caso del campesino que los encontró
( Sergio Hilario Catalán) y se comunicaron con una nota pues el río bajaba con un gran cauce y no había paso hacia el otro lado. Antes de marchar les había lanzado unos panes a la otra orilla del río, y viajó más de diez horas para dar aviso a los agentes de policía, los cuales no creyeron y pensaron que estaba borracho hasta ver la nota en cuestión.
Las primeras imágenes de "Matria" de Álvaro Gago Días, nominada en la categoría de mejor directora novel en los Goya 2023, ya nos llevan a la condición social del personaje principal, encarnado por
María Vázquez, nominada en la categoría de mejor actriz principal en los Goya 2023, allí, en su lugar de trabajo, resalta el primer plano de las herramientas que lleva: escoba, productos de limpieza. En ese almacén, las relaciones entre los empleados son por medio de gritos y el ruido de las máquinas es ensordecedor. Ellas, las empleadas, comentan anécdotas personales sobre sus ligues de fin de semana, hablan del fisio como si se lo tiraran en esas sesiones. Son bromas para reír un rato, porque la realidad es muy diferente, pues sus parejas distan mucho de ser esos hombres que les complazcan sexualmente, más bien, en el caso de la protagonista, es un borracho cuya presencia se hace notar por el chasquido de la lengüeta mientras tira de una cerveza de buena mañana. Por lo tanto, son bromas para escapar de la cruda realidad y hacer el tiempo del duro trabajo mucho más ligero. Esta alegría dura poco, pues con unos primeros planos y con el grito en la boca se recriminan las tareas que no han realizado: si no lo limpias tú, tendré que hacerlo yo. Esa mujer completamente desgraciada con el mundo que le rodea: los compañeros, la hija adolescente, el tipo que tiene en el piso. Da la sensación que su tiempo no vale nada, debe guardar las apariencias, pero está profundamente esclavizada en unas tareas de obligación, pero su paciencia está llegando al final.
Ese es el panorama diario de la mujer que es incapaz de salir del bucle. Por desgracia, las situaciones laborales de esas mujeres están cargadas de injusticias y abusos. Hay cambios de empresas y salarios a la baja. Todo ello, por desgracia, lleva una carga de veracidad, tanto en los diálogos como en las interpretaciones que impregnan de mala hostia a la propia protagonista que se ve insultada y menospreciada. En definitiva, esa mujer con empuje y vitalidad extrema se ve rodeada y derrotada por un entorno cargado de machismo rancio que de un momento a otro deberá de cambiar.
Una familia del país vasco que se propone marchar de vacaciones, pero el padre se queda en casa por cuestiones sospechosas. Parece que los niños no están muy de acuerdo con la propuesta de salir a casa de los familiares, por su descontento y forma de protestar. Los tres hermanos adolescentes se llevan fatal y discuten por nada.
La madre, interpretada por Patricia López Amaiz, ( mejor actriz de reparto en el festival de Málaga y nominada a los Goya 2023) debe poner su granito de paz en esa guerra familiar. Se desplazan desde Bayona, el País Vasco, hasta la frontera de Francia. Se hace mención a las hogueras de San Juan, luego la historia transcurre a finales de junio. Visitan una zona rural donde viven la familia de la madre que no se llevan nada bien, porque la pareja está en crisis y se dan un tiempo para ver si lo solucionan. En ese lugar idílico de naturaleza, la historia se centra en las dudas que tiene Aitor, interpretado por
Sofía Otero, (Oso de Plata a la mejor interpretación en el festival de Berlín de 2022) sobre su propio cuerpo, pues no acaba de tener claro su posición de género. Hablamos de "20000 especies de abejas" la directora Estíbaliz Urresola Solaguren ganadora a la mejor película Biznaga de Oro en el festival de Málaga 2023 y nominada a la directora novel de los Goya 2023. Así, la trama se desarrolla en ese ámbito rural en vacaciones, con la madre enfrascada en entregar un trabajo para conseguir unas oposiciones, mientras su hijo divaga por ahí dando tumbos con su personalidad. En definitiva, esa crisis del matrimonio y las inseguridades del niño mantienen un clima de indefensión e incomprensión por esa persona que no acierta a saber qué le pasa a su cuerpo. No sabe no tiene ayuda para reaccionar.
"Els encantats" ( resulta curioso ver de nuevo a Laia Costa
un papel similar al que desarrollaba en "Cinco Lobitos" de Alauda Ruíz de Azúa. Se podría decir que saca un pie de una y se mete en la otra pasados unos años o tomarla como una segunda parte) supone ver el rostro descompuesto de una madre que se separa abruptamente de su hija; además, de su marido y quiere ocupar ese vacío existencial con otras alternativas que le hagan olvidar, pero eso no es fácil que lo pueda hacer y por mucho que insista la madre o un un amigo de turno no será suficiente para que se evada ni un momento de su hija. Intenta rememorar un pasado feliz en el lugar idílico de la montaña, pero ahora ya no es igual que antes.
Elena Trapé, la directora, pretende crear esa complicidad de soledad y aislamiento en su nuevo domicilio, después de la separación, con los objetos guardados en cajas que ahora tienen un destino diferente. Sacar los recuerdos de esos paquetes es como repasar aquello que fuimos y ya no somos. Ya vimos en su trabajo "Las distancias"la complejidad del ser humano y las reacciones que pueden ser variadas y extrañas dependiendo del momento. También lo hizo con adolescentes en su anterior película "Blog" donde unas adolescentes se desmadraban en una celebración de final de curso. Por lo tanto, profundiza en el comportamiento de las personas que están inmersas en situaciones concretas y dependiendo del momento las acciones pueden dar un vuelco a una vida.
Así, en este caso, la madre abandona a su hija, porque se supone que debe pasar unos días con el padre que intuimos que están separados. Ahora esperará unos días en ese piso diferente hasta la llegada de su hija o marchará a la casa de montaña a revivir tiempos pasados. La historia tiene una cierta relación con "Ficción" de Cesc Gay donde una persona se aleja de la ciudad y busca en la montaña, un rumbo nuevo de su vida.
Las primeras imágenes de "Viejos" de Raúl Cerezo me llevan hacia una película de terror. Te transporta a esa zona donde todos caeremos a no ser que la palmemos antes. Se centra en esos ancianos que seremos y están a un paso de irse al otro barrio. Están solos en una casa llena de recuerdos, de cuadros colgados de la pared, de crucifijos, de una vida que no volverá jamás. Todas esas reliquias inútiles que han ido almacenando en un tiempo y que pronto irán, cuando se queden tiesos y lleguen los herederos, al contenedor de la basura. Esa anciana que a cada paso que da comete un error, porque le patinan las neuronas. Su cabeza ya no controla las acciones: un grifo abierto, una cafetera que suena, una radio que se apaga quitando las pilas, porque ya no sabe la manera de desconectarlo. Todo es difícil, imposible en esa casa de dinosaurios del pasado. La cámara se recrea de manera excesiva en ese momento de decadencia. Todo ello con aliño de la música de Machín: "espérame en el cielo" Muestra el terror de la decadencia humana cuando una persona se hace viejo. Así, habla de la muerte de un anciana y el marido, protagonizado por
Zorión Eguileor ( protagonista de "El hoyo" de Galder Gaztelu Urrutia )y se queda solo porque los hijos,
Gustavo Salmerón ( actor que empezó a conocerse por "Mensaka" de Salvador García Ruíz) por mucho que quieran recoger a esa escoria descarriada, no quieren o no pueden o les importa un carajo. En parte, lo hacen por aparentar, por puro sistema. Él, el anciano, entiende que lo detestan por su condición de viejo y sabe que no es nada querido. Por eso, se quiere ir a su casa, a morirse en soledad, sin molestar a nadie. Recuerda, en cierta manera, a "Amor", salvando las deferencias, evidentemente, de Michael Haneke donde una pareja de ancianos caen de golpe en la tortura de verse discapacitados de sus facultades. Todo ocurre de un día para otro: están bien, pero el hecho de ser viejo, pronto aparecerá la desgracia, una caída, una enfermedad terminal. Pero, en este caso, en cuanto pasa el tiempo, vemos que la situación se desmadra demasiado hacia territorios macabros, sangrientos. No es necesario recurrir a fenómenos paranormales de sueños o apariciones para darle más terror, con lo que da de la realidad de los ancianos ya era suficiente.
En definitiva, es el terror de la propia vida que le añade factores macabros, puesto que los caretos de los ancianos dan juego para ello. Es una película para pasárselo francamente mal en esa casa del terror que parece la misma o similar que la de "Rec" de Jaume Balagueró. No te llenará de alegría ni siquiera de ánimo para pasar el día.
La persona samaritana que quiere atender a un indigente que duerme en la calle, interpretado por
Karra Elejalde, ( todos los personajes que toca los convierte en oro) se ve con los problemas de encontrarle un acomodo en alguna de las casas de acogida. "Vasil" (es el personaje en cuestión, que así se llama también la película), del director Avelina Prat, es el intruso,
interpretado por Ivan Barnev, se ha metido en su casa que, por lo visto, es un lince en el juego de ajedrez y el bridge. El tipo es de Bulgaria y llegó para realizar tareas de cocinero y en pocos meses se fue a pique la empresa y se vio en la calle. Su hija, Alexadra Jiménez,
le importa un pepino que esté al descubierto por muy campeón del juego que sea de su país, quiere que se vaya. Al final, resulta que Vasil es un crack en todo lo que se pone: cocina de fábula, está atento para ir a buscar una farmacia de urgencia en plena noche, puede realizar de fontanero, le repara un grifo a la señora del club
( Susi Sánchez por si faltaba algún actor de verdadero empaque). Es una auténtica joya de tipo. En fin, aquellos que buscan acción que desistan de verla. Sin embargo, como sucede en todas las películas, cada una de ellas encuentra a su público. Eso.
"Un hombre de acción" de Javier Ruíz Caldera ( en su haber películas de poco calado como "Anacleto agente secreto" o "Superlopez" siempre busca unos actores con cierta consistencia que le dan empaque, pero deja poco calado, sobre todo en esta historia que daba para mucho más ) profundiza en la figura real de
Lucio Urtubia, albañil y residente anarquista, considerado el Robin Hood moderno: entregaba una parte de la pasta que robaba a los bancos para los pobres o la causa anarquista. Eso le da un interés especial. Aunque se podía haber aprovechado mucho más. Cuenta, a rasgos generales, los inicios en su pueblo natal Cascante de Navarra, el momento en que su padre, republicano y rechazado por la sociedad, pues arranca poco después de la Guerra Civil española, sufre de dolor y su hijo, el protagonista, no puede comprar morfina para paliar ese sufrimiento. Ahí empiezan sus inicios como atracador de un banco por una causa justa.El papel lo protagoniza
Juan José Ballesta, aquel niño que protagonizó "El bola" de Achero Mañas. Marcha a París con su aspecto de cabrero e intenta buscarse la vida de albañil. La persona es de poca formación y lo enchufa su cuñado en una obra, pero él es dado a quejarse de todas las injusticias, no puede aguantar que lo manden y lo insulten a cada momento.
Luis Calleja es el capataz que pronto lo pondrá a prueba con sus bromas subidas de tono, pero lo reunirá para la lucha contra las desigualdades sociales. Allí conoce al anarquista Quico Sabaté interpretado por
Miki Esparbé que lo introducirá en la lucha armada. Ese elenco importante de actores y la historia interesante mantendrá al espectador alerta, pero las perspectivas iniciales se van diluyendo. En fin, se podía haber sacado mucho más provecho de una historia real que daba para un relato apasionante.
Necesitamos cinco minutos de metraje para saber el tema central: dos adolescentes que juegan y se pasan de rosca, tirados en la cama viendo un video porno que se sugiere por medio de los gemidos. Posteriormente, en una casa burguesa que evidentemente no es de ellos, beben alcohol de la boca de una botella y revientan copas en el suelo con la intención de divertirse destrozando el mobiliario. Hablamos de "La Maternal" ( el título se refiere a la casa donde acogen a aquellas adolescentes que tuvieron un embarazo traumático y ahora se intenta recuperar esa condición de mujer libre que perdieron en su día) que muestra a un grupo de niñas madres que deben cuidar de unos bebes que no están preparadas para eso. Esos niños recién nacidos cuyas madres son incapaces de hacerse responsables porque ellas mismas son crías recuerdan a aquel bebé de "Trainspotting" de Danny Boyle que gatea entre unos padres borrachos y drogados que se revuelcan por el suelo con el peligro de la muerte al lado de ese bebe. Ese momento de diversión e irresponsabilidad de las madres lo pagan los bebés recién nacidos que nada saben de las desgracias de esas madres internadas en un recinto porque son incapaces de cuidar a sus hijos ya que son menores. Pilar Palomero, directora de "Las niñas " con cantidad de premios a sus espaldas sigue con la temática de las adolescentes y sus problemas sociales. Allí, mostraba esa inocencia de la recién llegada a una escuela y su relación con las compañeras de colegio; aquí sube la problemática de violencia en esa adolescente,
Carla Quílez, de catorce años que insulta con su boca a todo aquel que se le acerca, pues no puede contener la rabia de su condición. de madre irresponsable. Esa familia rota donde la madre ( interpretada por
Ángela Cervantes que salía en aquella cinta "Chavalas" de Carol Rodríguez) pasa completamente de que su hija vaya o no al instituto y su relación es tóxica. Así, la violencia está siempre presente en sus vidas. Carla recibe la noticia de que está embarazada de varios meses y que no puede interrumpir el parto y, dada su situación personal, debe ingresar en un centro especial. Allí, ese grupo de adolescentes que están todas ocupando un lugar de madres que no les corresponde cuentan sus experiencias y sus amores frustrados.