Una familia del país vasco que se propone marchar de vacaciones, pero el padre se queda en casa por cuestiones sospechosas. Parece que los niños no están muy de acuerdo con la propuesta de salir a casa de los familiares, por su descontento y forma de protestar. Los tres hermanos adolescentes se llevan fatal y discuten por nada.
Sofía Otero, (Oso de Plata a la mejor interpretación en el festival de Berlín de 2022) sobre su propio cuerpo, pues no acaba de tener claro su posición de género. Hablamos de "20000 especies de abejas" la directora Estíbaliz Urresola Solaguren ganadora a la mejor película Biznaga de Oro en el festival de Málaga 2023 y nominada a la directora novel de los Goya 2023. Así, la trama se desarrolla en ese ámbito rural en vacaciones, con la madre enfrascada en entregar un trabajo para conseguir unas oposiciones, mientras su hijo divaga por ahí dando tumbos con su personalidad. En definitiva, esa crisis del matrimonio y las inseguridades del niño mantienen un clima de indefensión e incomprensión por esa persona que no acierta a saber qué le pasa a su cuerpo. No sabe no tiene ayuda para reaccionar.
Título original 2000 Especies de abejas
Año 2023
Duración 129
País España
Dirección Estíbaliz Urresola Solaguren
Guion Estíbaliz Urresola Solaguren
Fotografía. Gina Ferrer
Reparto Sofía Otero, Patricia López Arnaiz,
Ane Gabaraín, Itziar Lazkano,
Martxelo Rubio, Sara Cózar,
Miguel Garcés, Unaix Hayden.
La madre y sus hijos escapan de una relación matrimonial poco estable, pues vemos un inicio con cierta tensión entre el matrimonio. Marchan hacia la frontera de Francia para encontrarse con su familia, La madre debe pelear con las adversidades de la adolescencia de sus hijos. En esa lucha se encuentra su hijo Aitor que no tiene nada claro su destino sexual: chico o chica. En ese ambiente de campo, la tía tiene un negocio de miel y vemos como tratan a las abejas, por ejemplo, les quitan el aguijón mientras pican la espalda humana como solución o tratamiento natural a ciertas enfermedades como apiterapia. Se comenta que Cleopatra en tiempos remotos ya lo utilizaba para paliar el dolor. Ese niño de ocho años se hace preguntas que no encuentra respuestas como por ejemplo qué es la fe. En ese estado de indecisión del niño, los vecinos no ayudan a despejar ciertas dudas de género, ya que por su pelo largo lo nombran como ella, en femenino, pero corrige su abuela oye que es él, para remarcar que es un niño. Éste se opone a ser Aitor y quiere que le llamen Coco o mejor Lucía. Esa indecisión de tener sexo de chico y sentirse chica le produce confusión. Así, él en los vestidores de la piscina, en la zona de mujer, se siente desplazado junto a su madre y una amiga. No entiende que siendo chico por fuera se sienta chica por dentro. Su físico no acompaña a su pensamiento. Mientras, también se producen enfrentamientos entre la madre y la abuela que tienen formas de ver la vida muy diferente. La madre dice a la abuela que se deje de historias, pues su hijo es más sensible que los demás, diferente y eso no debe ser una marca negativa para él. La abuela, en cambio, no está nada de acuerdo de como su hija lleva la enseñanza de sus nietos. Así, le recrimina los pelos largos del niño que más parece una mujer, dejarlo medio abandonado por culpa de sus trabajos para aprobar las oposiciones y dar que hablar a las malas lenguas del pueblo. En definitiva la trama se centra en ese chico que no acaba de reconocerse así mismo. Afirma que se puede morir para nacer de nuevo siendo chica. Eso.
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