"El Hoyo" de Galder Gaztelu-Urrutia( premio a la mejor película y del público en el festival de Sitges) se inicia como un juego de pruebas, pero violentas. Se parece a "Cube" de VicenzoNatali donde un complejo laberinto de habitaciones cúbicas escondían trampas mortales. Vemos que hay una lectura, aparte del la violencia de turno, social y cultural. Encontramos en ese camino de encierro forzoso con un final sin vuelta atrás y macabro en "La Cabina" de Antonio Mercero este estado de angustia y encierro mientras el resto de mortales pasa de él mientras intenta salir de una de las desaparecidas cabinas telefónicas. Ese pobre prisionero (J.L. Vázquez) que golpea frenéticamente el cristal irrompible, suda, sufre mientras los demás lo miran como a una bestia enjaulada sin que muevan un dedo por él. Otro encierro mortal lo vemos en "Rompenieves" tren maldito que no puede parar y la humanidad se estrellará dentro de nada del mismo director ( Bong Joon-ho) de la actualmente ganadora de todos los premios "Parásitos" , otra película donde las clases sociales vuelven a diferenciarse de nuevo en los ricos y pobres, poderosos y miserables. Esos mundos sociales persisten, se sostienen unos con los otros. Se necesitan.Todo aquel que se encuentra en una capa social predilecta mantiene su posición sin importarle lo más mínimo el sufrimiento del de abajo. Eso mismo muestra "El Hoyo": las diferencias sociales
Un conjunto social predominante sobre el otro, el cual mientras puedan no dejarán un resquicio a los de abajo. El hoyo es el universo donde transcurre la vida y se encuentran personas que sufren y pasan hambre y otras que viven en la opulencia y pasan olímpicamente del resto. La capa humana del despilfarro no le importa consumir, tirar, derrochar con tal de encontrarse ellos mismos en la abundancia. Es un símil de sociedad actual y de siempre donde los humanos que viven en los países ricos miran hacia otra parte para no ver a los niños, ancianos y a sus familias que mueren de hambre. No les importa porque ellos viven como Dios.
Iván Massagué realiza el papel protagonista que se opone a un estado de desigualdades en ese agujero cerrado y con compartimentos. Mundo de rapiña con poca capacidad de tolerancia y comprensión. Mundo de egoísmo, pero que en un momento dado las cosas pueden cambiar. La situación de miseria y despilfarro al mismo tiempo debería terminar. Todos estamos encerrados en esa prisión que es la vida que acaba con la muerte por igual, como diría Jorge Manrique en “Coplas por la muerte de su padre”:
"El clan de hierro" ( The iron claw) de Sean Durkin ( empezamos con el mensaje de una historia real. Cuenta la vida de Kevin Von Erich, interpretado por Zac Efron,
luchador profesional y, al mismo tiempo, la de todos sus hermanos que también eran luchadores: el clan de los Von Erich que por muy puritanos que parecieran todos fallecieron tempranamente por causas de la droga, alcohol o la mala suerte de un accidente ). Vuelven las batallas a lo Rocky. Lo típico un ring y allí dos tipos creando espectáculo que parece que se vayan a matar y realmente están haciendo el paripé. No dejan, por eso de darse puñetazos sin parar.
Cierto que las apariencias son de personas musculosas que mueven a sus contrincantes como marionetas. Esas son las primeras imágenes en blanco y negro. El momento en que el padre de la saga también está metido en ese tinglado. ( luego pasan a color para mostrar otro tiempo futuro) El tipo forzudo, mano de hierro, que le está dando una paliza bestial a otro y el público grita enfervorizado. Muestra su mano abierta, mano de hierro, que aprieta a su contrincante. Por momentos viene a la mente "El Luchador" de Darren Aranofsky, allí el protagonista Mikey Rourke era un popular pega hostias que, pese a su popularidad, no era capaz de sostenerse económicamente y vivía en la precariedad con un segundo trabajo de carnicero. En este caso también parece pasar lo mismo, pues nada más acabado la pelea, el luchador muestra un cádillac a su mujer, la cual le dice "cómo coño lo vamos a pagar y si se ha vuelto loco de remate". La acción se sitúa en Dallas, Texas, a finales de 1979 ( tanto la ambientación como los decorados está muy bien cuidados) y los hijos quieren emular a su padre y seguir con la tradición. La religiosidad es extrema, de tal manera que si se muere un hijo no hay que soltar ni una lágrima pues es lo que ha querido Dios y hay que aceptarlo sin rechistar. Las constantes recriminaciones por no vencer o caer noqueado por el contrario se parece en cierta manera a Richard Williams aquel padre que proyectó en el tenis a sus dos hijas Williams que luego fueron grandes campeonas y su vida estaba dedicada en cuerpo y alma al triunfo de sus retoños. El director tira de las elipsis para no explicar todo al detalla, así, por ejemplo, pasa con una moneda en el aire para elegir cuál de los dos hijos se enfrentará por el título mundial, luego, en el ring ya vemos quién ha sido el afortunado o cuando ocurre un accidente de moto en uno de los hijos que no lo vemos, sino que aparece con unas muletas y mutilado de un pie. Así, por tanto, van cayendo muertos los hermanos y no es necesario ver el fiambre sino que con el luto de la madre ya lo sabemos que ha caído otro.
En definitiva muestra ese mundo donde el padre quiere influir sobre sus hijos a que lleguen donde él nunca pudo llegar que sigan sus pasos y que triunfen, pero no consiente el fracaso. En fin, muestra la sucesión de golpes que recibe la madre al morir sus hijos que han perseguido un triunfo personal sin preocuparse de vivir sus propias vidas.
Esa marca de la infancia debe ser vengada de una u otra manera. Ahora, sus vidas se han encontrado para verse las caras. El triunfo de uno y las miserias del otro giran en torno a lo que sucedió en el pasado. El perdedor lleva el estigma desde su infancia y no ha podido sacárselo de encima. Por eso la venganza está al caer y con ella echará por los suelos la vida de su rival para siempre: esa vida de mentira y de falsedad. Sed de venganza. Un otoño sin Berlín
Aquí la reconstrucción de un pasado tormentoso se antoja más que necesario. La protagonista se aferra a su condición de luchadora por reavivar la llama del amor y salir con ella fuera para cambiar de aires ( por qué no a Berlín). El regreso a tu tierra para levantar el ánimo de alguien a quien sigues queriendo, pasados los años, no resultará nada fácil. Amor imposible
Una segunda madre
Despliega una buena mirada en torno a las clase sociales, sus fronteras y sus limitaciones. El cine social siempre echa un ojo a las clases oprimidas( y se decanta hacia ellas) mientras que el otro punto de vista registra el discurrir de sus oponentes burgueses. Criados y señores. ¡Ave César!
Los Coen muestran las tripas de un gran estudio del pasado y las artimañas para realizar una película: cuentan el cine dentro del cine. Se supone que a estas alturas, trabajan en los proyectos que a ellos les da la gana, salgan como salgan, porque tienen la capacidad para realizar la película que les dé la gana. Son los putos amos.
Una pastelería en Tokio
Un canto a las personas sencillas que no se preocupan por darle vueltas a la vida, por hace daño al prójimo, sino por vivir la vida en paz consigo misma y darlo todo por los demás.“hemos nacido en este mundo para verlo y escucharlo. No importa ser nadie en la vida. Cada uno de nosotros le da sentido a la vida de los demás” 3096 Días
La guerra psicológica del pirado que pretende domar a su presa como si de un animal salvaje se tratara. Secuestro llevado al límite The Summer of Sangaile
El personaje se tropieza con un camino de dudas sin saber por dónde tirar. Solo le apetece estar con su nueva compañera acercarse a ella en la intimidad, invadir su habitación que parece un santuario, un museo cargado de sugerencias. En esa guarida experimentará el deseo hacia el sexo. Una pasión extraña y de un pudor a la desnudez, delante de su amiga, que implica una atracción irresistible. Atracción sexual incierta.
Einstein en Guajanuato
La película se centra en la personalidad del gran director, que al mismo tiempo de ser un genio, muestra una sensación de excentricidad y chifladura. Su trayectoria exitosa le sirve para regocijarse en su condición de divo rodeado de glamur y opulencia. Barcelona, noche de invierno
Viene a decir: las situaciones son diferentes, pero el resultado final es el mismo, porque se busca el "feeling" de dos o más personas. Todos estamos en el mismo carro: el del amor, el de la amistad, el de las relaciones complicadas de pareja.
El incendio
Ante todo preocuparse por el dinero antes que de su propia relación de pareja, eso da igual. ¡Al carajo con la amistad y los sentimientos!, mientras hay dinero por el medio eso es lo más importante.
El hijo de Saúl
La trama gira en torno a un muerto especial: su hijo. Éste no puede recibir la misma sepultura que los demás en un hoyo común o esparcidas sus cenizas con el resto de ajusticiados The Ardennes
Los personajes están convencidos de que la vida no la eliges tú, sino que las propias circunstancias son las que te empujan a vivir de una determinada forma, aunque tú no quieras te vas a ver condenado a vivir en la cloaca donde te has desarrollado toda tu vida y de ahí es imposible salir por mucho que lo intentes porque todo lo contrario a eso solo son sueños. La próxima vez apuntaré al corazón
El agente mientras está de servicio muestra una aversión contra el asesinoy su comportamiento viene a ser de lo más ejemplar, en cambio, cuando se viste de calle se trasforma de tal manera que no puede contener las ganas de asesinar. Un paseo por el bosque
La película es de tarde de palomitas y en medio si apetece dar una cabezadita de siesta incluida sin peligro de perderte la trama porque te vas a enganchar a los chascarrillos y los chistes de sus conquistas en cuanto levantes los párpados.
La novia
Inma Cuesta, novia confusa por la situación, plasma a la perfección la angustia de la mujer ante sufutura prisiónde por vida con un hombre del cual no sabe si está enamorada o no.
Ha vuelto
Si lo que se pretende con la sátira es que permanezca en el colectivo las atrocidades de lo que se hizo entonces no está mal reírse, pero siempre y cuando mantengamos el estigma presente para que no se repitan más, pues bien venido sea. Girlhood
Es la pataleta adolescente contra un sistema ya establecido de jerarquías antes de que ella naciera. Cambiar el entorno con las herramientas que dispone se hace harto imposible. Pese a disponer de una vida por delante no es tarea nada fácil. Darling
Es una bajada a los infiernos del personaje, el cual parece que tiene temas escabrosos pendientes que resolver y lo hará en la casa de turno. Me quedo contigo
La trama no es otra que la juerga que se gastan cuatro mujeres pasadas de rosca y de tequila con un vaquero que invita a una de las chicas con el único interés de ligársela ( le va a salir caro el polvo). Invisible
El corte de las películas de Gere son siempre para lucimiento del actor, destaca sobre todo lo que le rodea.
Truman: La lista negra de Hollywood
Él y su familia sufren un cerco de violencia y agresión por parte de los vecinos porque los consideran enemigos de la patria y por tanto de ellos mismos. La ignorancia de la peña es tal que llegan a agredir a los Trumbo sin justificación alguna, por culpa de los medios de difusión difamadores.
La invitación
El monstruo que llevan dentro asoma tan natural. Ante la mirada y las salidas de tono de los reunidos hay quien no entra en el juego macabra. No todos aguantarán el juego impertinente porque ya se sabe que esto no va a conducir a ningún lugar.
"El fantástico caso del Golem" de Burnin Percebes, Nando Martínez y Juan González muestra el poco sentido de las cosas. Ya lo indica el título "fantástico" que podría ser estrafalario, esperpéntico. Un sin sentido de situaciones que te pueden hacer gracia desde el primer momento o en unos minutos salir corriendo con la bocanada de papa del día anterior. Pienso que si los primeros cinco minutos te hace gracia ya sigues adelante. Podríamos decir que es una caricatura de la realidad con lo cual ya tenemos la idea de que se van a exagerar al máximo ciertas características humanas. Se acercaría más al cómic.
Llevadas muchas de ellas a la irrealidad, metidos en ese campo de incredulidad ya nos lo creemos todo, incluso si sale volando alguien y choca contra un coche haciéndose añicos de porcelana, pues a partir de aquí lo que nos echen. Recuerda las películas de Javier Fesser, "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" o sus primeras desternillantes, "El secreto de P. Tinto", ( mejor se queden con estas son infinitamente superiores en todo) en el arranque, salvando las distancias, porque no acaban de mantener el tipo todo el tiempo. Sin duda alguna, para aquellos que entren en este tipo de humor, un no parar de reír, pero al final cuesta atravesar ese desierto de argumento. Así las cosas, la cinta arranca con esos dos amigos explicando por señas películas para que el otro acierte en una azotea y medio pedos de alcohol y uno de ellos se desprende desde la azotea haciendo el payaso.
La acción sigue los pasos del personaje principal, interpretado por Brays Efe, de aspecto un tanto descuidado que se acuesta en la cama con los calcetines llenos de roña y camina por un espacio amontonado de ropa por todos lados, cacharros de cocina, platos sucios. Parece un apartamento de un enfermo de síndrome de diógenes. De tal manera que cualquier visita se hace imposible porque no hay lugar donde parar sentado. Sigue la trama con el tema de la herencia ( porque a todo esto el chico muerto era heredero de la empresa de su padre "Golem" que fabricaba a tipos muy raros, una comida de tarro) y el ligue que se echa por internet, interpretado por
Anna Castillo que no tardará en palmarla y así sigue la trama con un personaje que le acompaña la desgracia. En definitiva las rarezas de una peli que no es convencional ni del gusto de la inmensa mayoría de espectadores como no lo es ver a
Luis Tosar con un peluquín que le sienta como una patada en la boca.
Las primeras imágenes de "Viejos" de Raúl Cerezo me llevan hacia una película de terror. Te transporta a esa zona donde todos caeremos a no ser que la palmemos antes. Se centra en esos ancianos que seremos y están a un paso de irse al otro barrio. Están solos en una casa llena de recuerdos, de cuadros colgados de la pared, de crucifijos, de una vida que no volverá jamás. Todas esas reliquias inútiles que han ido almacenando en un tiempo y que pronto irán, cuando se queden tiesos y lleguen los herederos, al contenedor de la basura. Esa anciana que a cada paso que da comete un error, porque le patinan las neuronas. Su cabeza ya no controla las acciones: un grifo abierto, una cafetera que suena, una radio que se apaga quitando las pilas, porque ya no sabe la manera de desconectarlo. Todo es difícil, imposible en esa casa de dinosaurios del pasado. La cámara se recrea de manera excesiva en ese momento de decadencia. Todo ello con aliño de la música de Machín: "espérame en el cielo" Muestra el terror de la decadencia humana cuando una persona se hace viejo. Así, habla de la muerte de un anciana y el marido, protagonizado por
Zorión Eguileor ( protagonista de "El hoyo" de Galder Gaztelu Urrutia )y se queda solo porque los hijos,
Gustavo Salmerón ( actor que empezó a conocerse por "Mensaka" de Salvador García Ruíz) por mucho que quieran recoger a esa escoria descarriada, no quieren o no pueden o les importa un carajo. En parte, lo hacen por aparentar, por puro sistema. Él, el anciano, entiende que lo detestan por su condición de viejo y sabe que no es nada querido. Por eso, se quiere ir a su casa, a morirse en soledad, sin molestar a nadie. Recuerda, en cierta manera, a "Amor", salvando las deferencias, evidentemente, de Michael Haneke donde una pareja de ancianos caen de golpe en la tortura de verse discapacitados de sus facultades. Todo ocurre de un día para otro: están bien, pero el hecho de ser viejo, pronto aparecerá la desgracia, una caída, una enfermedad terminal. Pero, en este caso, en cuanto pasa el tiempo, vemos que la situación se desmadra demasiado hacia territorios macabros, sangrientos. No es necesario recurrir a fenómenos paranormales de sueños o apariciones para darle más terror, con lo que da de la realidad de los ancianos ya era suficiente.
En definitiva, es el terror de la propia vida que le añade factores macabros, puesto que los caretos de los ancianos dan juego para ello. Es una película para pasárselo francamente mal en esa casa del terror que parece la misma o similar que la de "Rec" de Jaume Balagueró. No te llenará de alegría ni siquiera de ánimo para pasar el día.
Guión Casey Twenter, Jeff Robison, William H. Macy
Música Eef Barzelay
Fotografía Eric Lin
Reparto Billy Crudup, Anton Yelchin, Felicity Huffman, Selene Gómez,
Laurence Fishburne, William H. Macy, Jamie Chung, Kate Micucci,
Miles Heizer, Zoe Graham, Lindsay Sawyer, Alexandra Harris,
Alexandra Lovelace, Joey Bicicchi, Suzanne Krull.
La
película plantea una situación abrupta e inesperada para el protagonista: un padre que pierde a su hijo desgraciadamente porque se ha cruzado con un loco
asesino de los que en Estados Unidos se escapan con una pistola en la mano para
matar a todo aquel que se mueva en un campus universitario. La espectador puede encontrar la situación de lo más real. Ese padre que nunca espera una noticia de este calibre: acaba de
morir su hijo, por un pirado que se cruzó en su camino.