sábado, 2 de enero de 2016

Rudderless



Título original                  Rudderless

Año                                 2014

Duración                         105 minutos

País                                 Estados Unidos

Director                          William H. Macy

Guión                             Casey Twenter, Jeff Robison, William H. Macy

Música                           Eef Barzelay

Fotografía                      Eric Lin

Reparto                          Billy Crudup, Anton Yelchin, Felicity Huffman, Selene Gómez,

                                       Laurence Fishburne, William H. Macy, Jamie Chung, Kate Micucci,

                                       Miles Heizer, Zoe Graham, Lindsay Sawyer, Alexandra Harris,

                                       Alexandra Lovelace, Joey Bicicchi, Suzanne Krull.




La película plantea una situación abrupta e inesperada para el protagonista: un padre que pierde a su hijo desgraciadamente porque se ha cruzado con un loco asesino de los que en Estados Unidos se escapan con una pistola en la mano para matar a todo aquel que se mueva en un campus universitario. La espectador puede encontrar la situación de lo más real. Ese padre que nunca espera una noticia de este calibre: acaba de morir su hijo, por un pirado que se cruzó en su camino.









Esta es la peor noticia que puede esperar un padre de su hijo: que deba ir a su entierro cuando generacionalmente está programado para que ocurra justo al revés: el que debe ir al hoyo es el progenitor. Quedará en estado de shock y sin saber como va a reaccionar. Este palo recibido es tan fuerte que no es capaz de superarlo. Su vida acaba de dar un vuelco porque su estatus social acomodado se va al carajo con la noticia, ya no es capaz de desarrollar el mismo trabajo que hacía, porque su vida ha perdido el sentido. Es un acontecimiento que trastorna sus planes, porque quedar huérfano de hijo no es una condición natural en la vida. Su vida se ha desmoronado porque ha perdido su sitio en ella, su rumbo. Está por tanto a la deriva. Ya no importa tanto la proyección de futuro, Ante la situación actual, no hay la posibilidad de enfocar el mañana con una previsión certera, porque tan solo vale vivir el momento en que se respira, el resto sobra. Pasado los años, siendo bohemio como profesión, realiza los trabajos que le salen al paso, sin mayores preocupaciones. Llega el momento en que le da por repasar el modo de vida de su hijo. Es entonces cuando piensa que por qué no continuar esa vida que llevaba él, esa dedicación inacabada a la música y la composición. Así, es como comienza una mimetización del padre en el hijo, cantando las canciones que compuso éste  en su pasado. Su comportamiento es gamberro y detrás de una borrachera caerá otra más fuerte con tal de matar las penas que lleva dentro. Los consejos y las ayudas le resbalan porque nadie va a ser capaz de devolverle vivo a su hijo. Él se encuentra en el plan que hubiera trazado su hijo: montar una banda de música e intentar conseguir el éxito. Esa transformación es antinatural porque el hijo es el que debe continua una obra empezada por el padre, nunca al revés. Ante la imposibilidad de ver  como se desarrolla el nuevo retoño y los caminos que le conducen en su vida se dirige él mismo a desarrollar los documentos inacabados. Cuando todo parece que va viento en popa, que el grupo musical tiene una aceptación excelente y una progresión, justo en ese momento, aparece una parte del pasado, la chica que estuvo saliendo con su hijo para llamarle impostor.Ya que está utilizando la música y la letra de su novio para proyectarse él mismo. Que está profanando una vida miserablemente. No le corresponde ese rol de robar personalidades por muy padre que sea Mientras se suceden las apariciones del actor secundario William H. Macy que interpreta al dueño del bar de copas donde tocan la banda. Esta interpretación lleva al espectador hacia otra película que no tiene nada que ver con ésta. Aparece y desaparece por momentos el mafioso marido de "Fargo" de los Coen, el cual trama el secuestro de su esposa para cobrar un rescate a su propio suegro. Volviendo a nuestra cinta, el protagonista, que por momentos adopta un semblante parecido al actor Joaquin Phoenix, se queda con cara de idiota ante tal comportamiento de la novia resentida. Por un momento le asaltan las dudas de abandonarse más todavía, de perderse ante la tumba de su hijo, pero su vida ya no puede despegarse de esa piel. Por si le faltaba poco, el resto de la banda musical no se lo toma a bien cuando se entera de la profanación de las canciones de una persona muerta. Finalmente, la solución está en realizar un buen homenaje a la persona fallecida.  

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