domingo, 3 de enero de 2016

Irrational Man


Título original           Irrational Man

Año                          2015

Duración                  96 minutos

País                          Estados Unidos

Director                    Woody Allen

Guión                      Woody Allen

Música                     Ramsey Lewis

Fotografía                Darius Khondji

Reparto                   Joaquin Phoenix, Emma Stone, Jamie Blackey, Parker Posey,

                                Ethan Phillips, Julie Ann Dawson, Mark Burzenski, Gary Wilmes,

                               Geoff Schuppert, David Pittu, Steven Howitt, Kaitlyn Bouchard,

                               Ana Marie Proulx, Kate McGonigle, Tamara Hickey.



Los fans de Woody Allen están de suerte de que este autor sea capaz de crear una obra cada año. El tiempo que dura la proyección de “Irracional Man” pasa sin que el espectador apenas se dé cuenta  y eso dice mucho en su favor. Un creador de este calibre no debería morirse nunca, pues después de ver ésta entran ganas de repasar su filmografía de principio a fin. La película cuenta la historia de un profesor de filosofía, el cual se encuentra en un momento bajo de su vida existencial. Sin embargo, en el campus se le espera con satisfacción.








Las clases del profesor empiezan con ímpetu, pero éste siente que sus lecciones en la universidad no llegarán muy lejos. Intuye que pueden ser pasto del olvido, porque de nada les servirá a sus alumnos, ya que sus vidas seguirán siendo parte del engranaje de la sociedad. Las clases no darán los resultados esperados, puesto que llegan a un receptor sin capacidad de cuestionarse aspectos transcendentales de la vida. El personaje, encarnado por Joaquin Phoenix, en un papel de pasota de la vida, ya de vuelta de todo, mantiene la pose de asqueo por lo que le rodea. Éste llaga  al campus con un aura de popularidad, el cual no tardará en tener pretendientes que se lo lleven a la cama. La putada será cuando su estado anímico no le permita cumplir en ciertas funciones, ya que se encuentra bajo de moral y por tanto, influye en su potencia sexual. Hay una alumna, Emma Stone, que no le quita ojo y lo pone en varias ocasiones contra las cuerdas del sexo. Él le da largas porque no se encuentra en el mejor momento y además no quiere enrollarse con una alumna que al mismo tiempo tiene un novio con un buen futuro para entregarle.
La vida del personaje sigue su curso como un río en calma, siempre y cuando no se precipite una tormenta inesperada. Su tiempo transcurre con el ánimo apocado. En cualquier detalle insignificante puede estar que cambie completamente las expectativas puestas hasta ese momento. De la aburrida monotonía hasta la ilusión por vivir puede haber un espacio corto, tanto como una mesa de bar contigua. A raíz de una conversación su vida cambiará abruptamente. Los protagonistas oyen un diálogo sobre ajustar cuentas a un juez injusto, un tal Spangler, con muchas causas familiares destrozadas. El protagonista se siente atraído por la historia y con la mosca detrás de la oreja. Nota un sentimiento extraño de atracción hacia el tema con la necesidad de formar parte en la contienda. Tiene la intención de participar en ese nuevo proyecto para sentirse él mismo partícipe de un acto necesario, el cual le llevará a un cambio en su propia vida. Ante los sucesos oídos en la conversación, el profesor  no se puede quedar de brazos cruzados y sin atreverse a actuar. Si el mundo estaba mejor sin el juez, para qué carajo debía seguir viviendo. Él junto a la sociedad se sentirían liberados de un peso, de una carga innecesaria. Por lo tanto, debía crear un plan para cargárselo cuanto antes, ya eran suficientes las razones para ello. Resulta de lo más sencillo liquidar a alguien sin causar las mínimas sospechas: sigues sus pasos, lo observas durante un tiempo y esperas el momento más certero para darle el golpe de gracia. El plan estaba trazado y el crimen sería perfecto, pues tanto asesino como asesinado no tenían ningún tipo de contacto directo, luego carecía de sospecha alguna. Con el muerto, la sociedad ganaba en justicia, en igualdad. No se puede considerar asesino a aquel que realiza un bien social. Incluso, ante tal comportamiento, el estado del personaje gana en alegría y seguridad personal. De tal manera que cae en las redes de la alumna, la cual cada vez le tiraba más los tejos y tanto va el coño a la fuente que al final se rompe en la cama. La película guarda ciertas similitudes con “Mach Point”, allí el personaje tramaba un asesinato de su querida y luego iba al teatro para tener la coartada. En este caso, la universitaria escarba tanto en las miserias de su amado que llega demasiado lejos en las averiguaciones para poner un punto final de intriga.

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