Título original I, Daniel Blake
Año 2016
Duración 100 minutos
País Reino Unido
Director Ken Loach
Guión Paul Laverty
Música George Fenton
Fotografía Robbie Ryan
Reparto Dave Johns, Hayley Squires,
Briana Shann, Dylan McKiernan
Sharon Percy, Natalie An Jamieson
Micky McGregor, Colin Coombs,
Bryn Jones, Mick Laffey.
Nada más iniciarse las primeras escenas ya sabemos que vamos a ver una película de protesta contra los estamentos burocráticos de la sociedad. Vemos enseguida que detrás de "Yo, Daniel Blake" ( mejor película del festival de Cannes del 2016, BAFTA mejor film británico, Goya mejor película europea, César mejor película extranjera, premio del público en el festival de San Sebastián) está Ken Loach y de uno de sus colaboradores en muchos de sus guiones, Paul Laverty, por cierto a este guionista le da tiempo para trabajar con su pareja, Iciar Bollaín, en otros proyectos como
"El olivo" ( sus colaboraciones vienen desde "Tierra y Libertad" una visión particular de la Guerra Civil española desde el punto de vista del bando republicano con los soldados extranjeros;
"Mi nombre es Joe" que cuenta la historia de un parado y alcohólico;
"Solo un beso" donde las diferencias religiosas son muros invisibles que separan a una pareja de enamorados; "El viento que agita la cebada" trata la lucha armada y las divisiones del IRA en la Irlanda de principios del siglo pasado;
"En un mundo libre" donde los trabajos de esclavitud para inmigrantes en la actualidad son una muestra de que la marginación humana está latente y otras tantas de una filmografía extensa y suculenta de temas de protesta necesarios), entonces ya no nos separará la certeza de que hasta el final nos van a contar un montón de injusticias sociales. La protesta mayor se la lleva la burocracia estatal que muestra la cantidad de papeleo que se ha de realizar ante la imposibilidad de trabajar de un tipo con una cierta edad que le ha dado una hostia en su corazón y ha de demostrar que no se encuentra en condiciones para trabajar, pero antes ha de pasar por un sinfín de entrevistas, rellenado de documentación y tribunales médicos. Ese personaje, interpretado por Dave Johns,
carpintero de profesión, gruñón por las causas cívicos me recuerda y mucho a aquel personaje interpretado por Clint Eastwood en "Gran Torino", donde desde su mala leche de viejo gruñón y resentido quería implantar las verdades como puños de la vida. Nuestro personaje es un tipo de lo mas desinteresado por las cosas que no le importa lo más mínimo arreglar los grifos de una desconocida con tal de realizar una obra de caridad. Las cosas que hace ese carpintero son sencillas casi como aquel conductor de autobuses de la cinta "Paterson" de Jim Jarmusch que pasaba la vida con sus tareas de conductor de autobuses y apuntando poesía en su libreta. En principio nos puede resultar un tanto maniquea, que se posiciona demasiado del lado de los desprotegidos, pero siempre y cuando se acerque a la realidad y la muestre tal y como sucede pues es interesante darse cuenta de esas marginaciones que se producen a nuestro lado, pues en la mayoría de las ocasiones miramos hacia otro lado.