martes, 8 de diciembre de 2015

Smoke






Título original Smoke

Año 1995

Duración 112 minutos

País Estados Unidos

Director Wayne Wang

Guión Paul Auster

Música Rachel Portman

Fotografía Adam Holender

Reparto Harvey Keitel, William Hurt, Stockard Channing, Forest Whitaker, Harold Perrineau, Jr. Ashley Judd, Giancarlo Esposito, Victor Argo, Erica Gimpal, Clarice Taylor, José Zúñiga, Malik Yoba, Mary Ward, Jared Harris, Stephen Gevedon, Howie Rose






Smoke recuerda la nostalgia, por un lado, de los locales públicos de antes, los cuales estaban llenos de humo. Por otro lado, estarán los detractores del tabaco que se sienten llenos de vida y sin necesidad de echar, rápidamente, en cuanto sales del local, la ropa que llevas puesta a la lavadora por el tufo a humo que desprende. Al margen de este comentario, la vida de un barrio fluye dentro de un estanco. Los recuerdos y la sucesión de acontecimientos imprevistos son el hilo conductor de la película. Aquello que pasó en un momento dado y que pudo cambiar el rumbo de una vida si hubiera sucedido de otra manera. Los personajes, como en la vida misma, se ven condenados a pasar por unas situaciones y unas circunstancias que en otras condiciones de ninguna manera afrontarían, pero son arrastrados hacia lugares y situaciones ajenas a su persona. El local de venta de cajetillas es el lugar donde suceden las aventuras y se intercambian sucesos de sus vidas. La clientela se sienta en el establecimiento a contar lo que sucede en el barrio o de su equipo de deporte. Se sienten atraídos por ese dependiente ( Harvey Keitel ) un tanto especial y de otros personajes como William Hurt que realiza el personaje de  escritor bohemio y perdido que se cuestiona las situaciones en que se encuentra.











Se preocupa por algo más que seguir el fútbol americano. Un tipo que se interesa por los desprotegidos, a veces en exceso, porque esa atención  le causará problemas. Se implica con los más desfavorecidos. Keitel, dueño del local de venta, teme que su negocio le queden los días contados porque presiente que no tardará en salir una ley que prohiba fumar en cualquier establecimiento público. Por eso, comenta a un dependiente:"aprovecha que dentro de unos años te pondrán contra la pared si fumas y si ríes a un extraño". La película fluye y el espectador se da cuenta de la empatía de los personajes. Si el dueño ha echado el cierre a su tienda por el horario, no se molestará lo más mínimo en subir la persiana de nuevo para venderle una cajetilla de tabaco, aunque en esos momentos estuvieras pensando en echarle las piernas a tu sofá sobado de casa. Además, por si eso fuera poco,el cliente es atendido con una cordialidad exquisita, fuera de lo corriente. El director pretende mostrar la relación entre personas que puede pasar más allá de la frontera fría e instantánea de una entrega de tabaco hasta llegar a una amistad especial donde puedan contarse sus ocupaciones al margen del trabajo. Esa mano que te entraga la cajetilla ha dejado de ser anónima porque conoces hechos relevantes de su intimidad. Ese hobby fuera de su normal ocupación puede ser una pasión desenfrenada que a la vista de otros puede parecer insignificante, pero la involucración de los dos tipos en una cosa que puede parecer banal, puede llegar a darle un tono de sensibilidad muy especial. A partir de este momento, ese vendedor que a la vista de los ojos del cliente puede parecer una persona de lo más insignificante, a partir de ahora les une una amistad. Hasta ahora tan solo era alguien que siempre realizaba los mismos movimientos mecánicos, en cambio, detrás del dependiente, se puede esconder un tipo realmente interesante como puede ocurrir dentro del mundo de las personas que desconoces. La película habla de esos momentos, de las relaciones humanas, las cuales se van sucediendo, al mismo tiempo que la vida pasa , demasiado deprisa ,a un ritmo demasiado acelerado. Los personajes no serán capaces de detenerse a contemplar los detalles  más insignificante que les rodean. Aquello que nadie mira ni presta atención, en ocasiones, puede ser lo más interesante. En una palabra: que la vida está hecha de pequeños momentos y se deben disfrutar si no se quiere pasar de puntillas por la existencia. Son unas vidas paralelas que en un momento dado se pueden cruzar entre sí para cambiar los planes establecidos con anterioridad. Por tanto, la vida es como el cauce de un río que en unos momentos crece desbocado y en otros está completamente seco.Un río crecido, a veces, por sensaciones y sentimientos de alegría compartidos y otras por odios, mentiras y culpas. Por eso es un ir y venir de los personajes, un cruce de caminos por donde aparecen viejas amigas con una hija adulta y desbocada debajo el brazo para cofesarle que aquel día de placer de hace treinta años echó al mundo una hija que le corresponde. Un pasado olvidado se puede venir encima,así, de pronto,como una auténtica losa caída de pronto en la cabeza. Hay tramas diferentes para mostrar en cada personaje, las cuales muestran que detrás de una vida hay multitud de vidas. Así, detrás de una barra de un estanco o de una máquina de escribir se esconden personas que sienten, se relacionan y disfrutan la vida. Los personajes secundarios y las situaciones pasan por la película llenos de despropósitos: un negro que salva la vida al escritor y éste se ve obligado de ayudarle con el consiguiente problema; la pasta sucia de la droga aparece para ir solucionando historias pasadas. En definitiva, las situaciones que se dan no siempre son aquellas que quieren vivir los personajes, sino que se ven arrastrados por las circunstancias como sucede en la vida misma. Solo falta que esa supuesta hija te diga en todo el careto que ella ha nacido ayer justo cuando un perro le dio por el culo a su madre para que se le quede a nuestro protagonista una cara de palo. Esa hija yonqui metida en droga y en un antro, que tan solo le interesa si su padre es rico. La película muestra las dos caras de la vida, por un lado la amistad entre dos tipos y las relaciones entre los personajes que van apareciendo y por otro, las situaciones en que se ven metidos éstos sin querer vivirlas, porque les llevan hacia la vertiente del conflicto. Por muy sensata y coherente que quieras que resulte sus vidas, siempre habrá motivos y seres que te arrastrarán hacia lugares turbios. Al final, es lo más cotidiano y despreocupado de la tienda como el anormal que barre despreocupado con su escoba y soluciona los problemas de la tele con un puñetazo lo que nos indica que lo más sencillo es lo que más satisfacciones pueda dar al ser humano. 


























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