Título original In the Heart of the Sea
Año 2015
Duración 121 minutos
País Estados Unidos
Director Ron Howard
Guión Charles Leavitt, Rick Jaffa, Peter Morgan, Amanda Silver
Música Roque Baños
Fotografía Antony Dod Mantle
Reparto Chis Hemsworth, Benjamin Walker, Cilliam Murphy, Tom Holland,
Ben Whishaw, Brendan Gleeson, Michelle Fairley, Charlotte Riley
Joseph Mawle, Jordi Mollá, Andrew Crayford, Jamie Sives, Donald
Sumpter, Paul Anderson, Frank Dillane.
Un
viejo marino cuenta la historia que le ocurrió en una expedición de un barco
ballenero. Melville será el escritor que se encargue de relatarla, la cual,
posteriormente, le daría el nombre de Moby Dick. La historia avanza desde sus
preparativos, donde el personaje principal mantiene una pugna con su oponente de familia acomodada por ser el capitán del barco, en la cual no será el capitán el mejor preparado sino aquél
que esté mejor situado socialmente por ejemplo el hijo del armador, sin
experiencia alguna. Este hecho
será el primer conflicto que se abre en tierra para continuar más tarde en el
mar. El protagonista un marino experimentado debe comerse su orgullo y embarcar
de segundo de a bordo. Las desavenencias por la condición social chocan constantemente
entre los dos.
El capitan lanza a su segundo unas pullas constantes a su ascendencia de campesino. En cuanto aparece un primer plano del protagonista, Chris Hemsworth, el espectador puede tener en la cabeza el personaje del piloto de formula 1 "Rush" del mismo director, Ron Howard. En aquella ocasión con el volante en las manos realizaba el papel del conflictivo campeón del mundo arrogante James Hunt, el cual competía con el sereno Niki Lauda. Se intuye una proximidad proximidad entre los dos personajes de altivo guaperas y con un ego muy alto. Son aspectos que marcan la pose del personaje. Esta arrogancia de ser el más capacitado choca con el capitán burgués e inexpero. La historia avanza intercalando imágenes espectaculares al mismo tiempo que la embarcación y sus tripulantes van mermando en su condición de náufragos. La película muestra el lado espectacular de las aventuras sin que el espectador pase un tiempo, como ocurre en otras cintas, preocupándose de la trama oculta. Importa más si escaparán de la fuerza de la aleta de la ballena blanca o morirán de hambre y sed. Las películas tienen su tiempo para verlas. Tal vez ésta, por su temática aventurera y distendida, se podría desplazar a un sábado o domingo por la tarde, después de comer y tendido en el sofá para que con las imágenes acompañen a la digestión de los alimentos. Esperar a que lentamente se cierren los ojos mientras suena en oídos del espectador el mar, las gaviotas, la tormenta y la voz en off que va explicando la historia. Dormir cuanto se quiera, sin preocuparse por la cinta, ya habrá tiempo para recuperarla. Mientras, en esos sueños plácidos, quizá seamos capaces de retomar otra película que se encuentra retienida en el disco duro de nuesra cabeza y se aparezca la imagen del gran Gregory Peck perdiéndose en los confines del mar detrás de un anzuelo a rastras de la ballena "Moby Dick", película dirigida por John Huston. Pasará por nuestra retina su valeroso genio, su tozudez por cazar la ballena y su barba cerrada de meses. Posiblemente esa cara nos sobresalte y despertemos de golpe. Entonces nos gustará retomar de nuevo "En el corazón del mar” de Ron Howard o decantarnos en revisar de nuevo aquellas cintas que nos marcaron en la infancia.
El capitan lanza a su segundo unas pullas constantes a su ascendencia de campesino. En cuanto aparece un primer plano del protagonista, Chris Hemsworth, el espectador puede tener en la cabeza el personaje del piloto de formula 1 "Rush" del mismo director, Ron Howard. En aquella ocasión con el volante en las manos realizaba el papel del conflictivo campeón del mundo arrogante James Hunt, el cual competía con el sereno Niki Lauda. Se intuye una proximidad proximidad entre los dos personajes de altivo guaperas y con un ego muy alto. Son aspectos que marcan la pose del personaje. Esta arrogancia de ser el más capacitado choca con el capitán burgués e inexpero. La historia avanza intercalando imágenes espectaculares al mismo tiempo que la embarcación y sus tripulantes van mermando en su condición de náufragos. La película muestra el lado espectacular de las aventuras sin que el espectador pase un tiempo, como ocurre en otras cintas, preocupándose de la trama oculta. Importa más si escaparán de la fuerza de la aleta de la ballena blanca o morirán de hambre y sed. Las películas tienen su tiempo para verlas. Tal vez ésta, por su temática aventurera y distendida, se podría desplazar a un sábado o domingo por la tarde, después de comer y tendido en el sofá para que con las imágenes acompañen a la digestión de los alimentos. Esperar a que lentamente se cierren los ojos mientras suena en oídos del espectador el mar, las gaviotas, la tormenta y la voz en off que va explicando la historia. Dormir cuanto se quiera, sin preocuparse por la cinta, ya habrá tiempo para recuperarla. Mientras, en esos sueños plácidos, quizá seamos capaces de retomar otra película que se encuentra retienida en el disco duro de nuesra cabeza y se aparezca la imagen del gran Gregory Peck perdiéndose en los confines del mar detrás de un anzuelo a rastras de la ballena "Moby Dick", película dirigida por John Huston. Pasará por nuestra retina su valeroso genio, su tozudez por cazar la ballena y su barba cerrada de meses. Posiblemente esa cara nos sobresalte y despertemos de golpe. Entonces nos gustará retomar de nuevo "En el corazón del mar” de Ron Howard o decantarnos en revisar de nuevo aquellas cintas que nos marcaron en la infancia.
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