Año 2016
País Estados Unidos
Duración 130 minutos
Director Derek Cianfrance
Guión Derek Cianfrance ( n. M.L. Stedman)
Música Alexandre Desplat
Fotografía Adam Arkapaw
Reparto Michael Fassbender, Alicia Vikander,
Rachel Weisz, Bryan Brow,
Anthony Hayes, Caren Pistorius,
Leon Ford, Benedict Hardie
Las películas de Derek Cianfrance
hurgan en la llaga del matrimonio, allí donde la felicidad y el conflicto se
encuentran unidos junto a la pareja. En
"Blue Valentine" ( 2010), un matrimonio
que había gozado de los dulces días nota una frialdad de la relación y se
siente con la necesidad de buscar nuevos métodos amorosos( la pareja es Ryan
Gosling y Michelle Williams).
"Cruce de caminos" ( 2012), su siguiente trabajo, vuelve
a caer en desgracia una pareja de enamorados por las circunstancias ( en este
caso Gosling está acompañado de Eva Mendes). "La luz entre los océanos", la cinta
que nos ocupa, vuelve a la carga con la pareja feliz que entra en desgracia por
otros temas diferentes.
Michael Fassbender ( sus últimos papeles de lo más diferentes realiza de "Steve Jobs" de Banny Boyle en la cinta del mismo título o un vaquero en "Slow West" de John Maclean) realiza el papel de ex soldado impasible con la carga de la guerra y de los muertos a sus espaldas con ganas de desconectar de todo en un faro alejado de la civilización. Sin embargo, no tardará en unirse a una mujer que le roba el corazón,
Alicia Vikander, en un papel de alegrías y penas maldecida por la mala suerte (mejor actriz de reparto en los Oscar del 2015 por "La chica danesa" de Tom Hooper); sin olvidar la actuación de
Rachel Weisz. Las expectativas eran demasiado elevadas, por eso quizá se quede en una visión de corta de miras.
Michael Fassbender ( sus últimos papeles de lo más diferentes realiza de "Steve Jobs" de Banny Boyle en la cinta del mismo título o un vaquero en "Slow West" de John Maclean) realiza el papel de ex soldado impasible con la carga de la guerra y de los muertos a sus espaldas con ganas de desconectar de todo en un faro alejado de la civilización. Sin embargo, no tardará en unirse a una mujer que le roba el corazón,
Alicia Vikander, en un papel de alegrías y penas maldecida por la mala suerte (mejor actriz de reparto en los Oscar del 2015 por "La chica danesa" de Tom Hooper); sin olvidar la actuación de
Rachel Weisz. Las expectativas eran demasiado elevadas, por eso quizá se quede en una visión de corta de miras.
La historia arranca con un
personaje que quiere ocupar el puesto de farero en una isla perdida, pero la sociedad
del entorno no le aconseja que lo haga en soledad, por eso pronto conoce una
chica que se predispone a acompañarlo. La relación se abre en una excursión
donde se cuentan sus vidas y se enamoran. Estamos en los años posteriores a la
Guerra de Secesión ( principios del siglo pasado) y los recuerdos a las víctimas y a un pasado de muertes
familiares se hace casi obligatorio. El contacto amistoso es tan fructífero que
ella le pide en matrimonio, porque de lo contrario se marchará al faro y no lo
verá en mucho tiempo. La felicidad del amor parece que va a continuar hasta el
infinito: amarse, en plena libertad de la isla, con gallinas y un juego amoroso
constante. La voz en off sigue contando el estado idílico del romance. Solo
falta esperar la descendencia para completar el estado de felicidad, pero no
todo puede ser gozo, porque de un momento a otro se va a romper el encanto. La
trama no puede quedarse ahí parada, sino que después de la época dulce llega el
momento amargo, después de perder el primer hijo se enfrentan a una situación
compleja: la necesidad de intentarlo de nuevo en esa soledad de la isla que les crea angustias. Este hecho doloroso marcará un antes y un después en las
relaciones de pareja. La pérdida del hijo ejerce una reacción violenta en la
mujer que no quiere saber nada de médicos ni de marido. Así, entra en un tal estado de ansiedad que volver de nuevo a engendrar otro bebe le resulta una
situación insoportable. Por lo tanto, segundo intento de embarazo fallido. En
ese estado, la desesperación se apodera de ella y la situación se vuelve
insostenible. De pronto, en una
barca a la deriva, como si fuera un regalo caído del cielo, aparece dentro un
bebe llorando. La felicidad ha llegado de nuevo para quedarse, pero no se sabe
hasta cuando, porque la inquebrantable legalidad del marido queda expuesta a
las súplicas de su esposa. ¿Quién se va a enterar en una isla solitaria adoptar
como tuyo propio un regalo en forma de náufrago? En definitiva, una historia de
un matrimonio que se aguantan en lo bueno y en la malo en la felicidad y en las
enfermedades, pero que las dudas y las relaciones toman una tonalidad diferente que dependen del momento en que se encuentren, historia de amor y de dolor donde los
ciclos se suceden.
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