martes, 12 de marzo de 2019

La mano invisible




Título original La mano invisible

Año                 2016

Duración         80 minutos

País                España

Director           David Macián

Guión              David Macián, Daniel Cortázar

Música            Paco Alcácer

Fotografía       Fernando Fernández

Reparto           Marta Larralde, Marina Salas,

                        Josean Bengoechea, José Luis Torrijo,

                        Edu Ferrés, Bárbara Santa Cruz,

                         Daniel Pérez Prada, Esther Ortega,

                         Chisten Joulin,Bruto Pomeroi           

Se puede realizar espectáculo de todas las cosas que se hacen en la vida. Por qué no de las tareas diarias y los diferentes trabajos  que circulan por el espectro laboral. El experimento consiste en colocar en un escenario a varios profesionales: carniceros, mecánicos, albañiles, auxiliares.





Todos muestran su destreza con las herramientas, pero acabado el trabajo siempre hay una exposición o un final apoteósico donde el fondo del público grita y aplaude con entusiasmo. La trama pasa por un reality del estilo de gran hermano donde están en antena y el personal se encarga de criticar o colocarse a favor.



Los profesionales del curro pasan de ser anónimos y desconocidos a formar parte de la representación del grupo de trabajadores. Ahora ya no son individuos sin nombre ni prestigio sino que los seguirán infinidad de espectadores, incluso el periódico habla del experimento como un hecho innovador. Durante la representación se desencadenan varios acontecimientos que asaltan la convivencia de los currantes. Ya sea una pancarta de un comité del trabajador o cualquier otra bronca. Todos están ahí porque necesitan curro como sea, no les importa que los miren, quieren que dure el mayor tiempo posible, aunque su labor sea un sinsentido donde la carne del carnicero no va a cliente alguno o el tabique del obrero no es para construir una casa sino uno para echar la carne la basura y otro para derrumbar el tabique. Pero qué más da el fin de todo si al final cae un sueldo decente. Esperan que todo se derrumbe de un momento a otro porque todo es fingido, irreal, aquello no es trabajar sino actuar. Ahora buscarán presionar como si se tratara de un oficio normal donde te apretan para que realices más trabajo por el mismo precio, quieren ver los efectos negativos que produce sobre la persona, si es capaz de aguantar la presión o se sale de sus casillas frente al público. Buscan, en definitiva, como sucede en los puestos de trabajo, apretar más y más las situaciones hasta llevarlas al extremo para que se sucedan enfrentamientos. Los conflictos, como en la vida real, están asegurados. Eso es lo que se busca. Finalmente, el fin de la obra es una denuncia social de todo lo que sucede detrás de cada curro.

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