viernes, 11 de noviembre de 2022

Sin novedad en el frente


 Título original Im Westen nichts Neues

Año                 2022

Duración         147 minutos

País                 Alemania

Dirección         Edward Berger

Guión               Edward Berger, Lesley Paterson

Música              Volker Bertelmann

Fotografía          James Friend

Reparto              Felix Kammerer, Aaron Hilmer,

                           Albrecht Schuch, Moritz Klaus,

                           Edin Hasanovic, Daniel Brühl,

                           Sebastian Hülk, Adrian Grünewald, 

                           David Striesow


Las primeras imágenes nos llevan a las trincheras de "1917"de Sam Mendes: soldados que caen como moscas con un tiro en la frente en una trinchera atestada de soldados que deambulan de un lado a otro como fantasmas que intentan esquivar a la muerte. La crueldad de las imágenes se pueden comparar con "Salvar al soldado Ryan" de Spielberg o "Hasta el último hombre" de Mel Gibson donde la muerte se pasea alrededor del protagonista infinidad de ocasiones. Ese espacio lleno de cadáveres, barro y sangre donde los cañonazos y el humo salpican y emborronan las imágenes. Aquí la vida no tiene precio, no vale nada, pues el final está cercano. Esa vida con una historia detrás, con unos familiares que esperarán la carta de manos de un militar de retaguardia para informar de su defunción queda reducido a un montón de cuerpos amontonados en una carreta o en el suelo. 

Cuerpos pesados y helados que tardarán en pudrirse por la nieve. Estamos en la Primera Guerra mundial y esos son los primeros planos de "Sin novedad en el frente" de Edward Berger. Posteriormente pasa a contar los inicios de esos jóvenes exaltados; alemanes jóvenes que buscan el triunfo y la heroicidad con sus manos y empuñando un arma sin saber la realidad de su destino: una muerte segura. Todo ello ocurre en medio de los charcos y el barro que se incrusta en las caras de los personajes dándoles una tonalidad ocre, gris, verdoso que les hace payasos de una tragedia sin sentido.

Felix Kammener, el protagonista invencible, aguanta todo el embiste de la guerra en pleno cuerpo.  Las imágenes contrastan con esos políticos que, mientras mueren soldados cada minuto, ellos comen, piensan, meditan con tristeza si firmar o no la paz.Cruel, desgarradora, pero excelente alegato por la paz.



La historia cuenta el destino que les espera a esos jóvenes que se alistan al frente con la convicción de que van a hacer algo bueno por la patria. Se dejan convencer por los charlatanes que  les arengan para que se alistan a una guerra estúpida y con ello pasar a la historia como auténticos héroes. Siempre lo harán por su propia voluntad sin consultar en sus casas y sus familias. Asisten felices a ese inicio sin saber que serán carne de cañón y restos de soldados enterrados en una comuna de cadáveres. Los soldados se acercan al frente de batalla como si fueran a una fiesta, mientras el teniente los recibe bruscamente. Luego en ese camino a pie, se va viendo la realidad: cadáveres o heridos retorciéndose en el barro, mientras otro superior les grita a la oreja que si duran seis semanas ya se pueden dar por contentos. Pronto se darán cuenta de que la guerra no era aquello que ellos se habían imaginado o lo que les habían dicho que sería un paseo militar de flores y alegría. Sin embargo se encuentran con otra realidad muy diferente: Vivirán sus últimos días  entre el pánico de las bombas y los muertos de sus compañeros troceados por una bomba que cayó a unos metros de su cuerpo.Por eso, lo mejor era acostumbrarse a saborear lol últimos minutos de vida, pues sus movimientos son de fantasmas en el infierno. En la primera refriega ya sabían que su vida no valía nada. Contrasta y conmueve ese sentimiento de euforia inicial junto a sus compañeros con la visión de los mismos cuerpos llenos de vida y, posteriormente descuartizados por una bomba. Alegría, euforia y llantos de tristeza se unen como lo hacen la comedia y la tragedia. El soldado que ha sobrevivido tiene como tarea recoger las chapitas que informarán en la zona de paz que ese familiar cayó teóricamente luchando por la patria. En medio de esa guerra sin sentido siempre se desea la comida, el sexo y las noticias de tu familia en forma de carta. Los combates se recrudecen y se resumen en una frase: te mato o me matas. Así, asistimos a la agonía humana que se produce en el sufrimiento lento de sus muertes.En fin, la cámara se recrea en  las imágenes crudas de muertos troceados por una bomba y encaramados en árboles o enterrados en el  fango nos dan una visión terrible de un enfrentamiento armado del cual no hemos aprendido nada, porque continuamos con guerras y despreciando la vida.

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