Título original Bolgen ( The Wave )
Año 2015
Duración 104 minutos
País Noruega
Director Roar Uthaug
Guión John Káre Raake, Harald Rosenlow-EEg
Música Magnus Beite
Fotografía John Chistian Rosenlund
Reparto Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Eili Harboe,
Jonas Hoff Oftebro, Herman Bernhoft,
Edith Haagenrud-Sande.
"La ola" de Roar Uthaug cuenta
la ficción de lo que podría pasar en las fiordos Noruegos de Geiranger en el
caso de que se desprendiera parte de una montaña en el lago. El resultado sería una ola de dimensiones considerables a un tsunami. La intriga de la película crece en intensidad hasta que llega al desenlace esperado. La primera parte mantiene atento al espectador con las imágenes de un lugar
precioso de contemplar y la relación de la pareja ante la posibilidad de una catástrofe. Sin embargo, la segunda parte llega el desenlace esperado. Aquí habría que hacer una precisión: el turista que tenga la previsión de
aparecer por allí hará bien en no tomarse muy en serio está película o de no verla hasta pasado el viaje, porque de lo contrario te va a dejar con muy mal rollo encima de pensar que
esta ciencia ficción puede ocurrir de un momento a otro. Y maldita la gracia que suceda justo cuando uno se encuentra disfrutando de la belleza del paisaje. Aquella voz en off que
actúa en la película como un presentador de los lugares que los personajes
recorren nos deja con el mal rollo detrás de la oreja: “hay una separación de la grieta de 15 cm
cada año, cuenta la voz al final de la película, esto que hemos visto puede producirse, pero no sabemos cuándo será.”
El director no busca tanto una
historia espectacular de imágenes bestiales de la catástrofe, sino que por
medio de un matrimonio con dos hijos y su relación consigue que crezca la tensión
lentamente hasta conseguir un final un tanto apoteósico. La premisa parte de
una realidad porque existe la posibilidad de que la montaña de Geiranger se desplome al
fondo del lago y genere una ola gigante que se lleve por delante a todo lo que
pille por medio. El personaje principal, Kristoffer Jones, es uno de los
técnicos que se encarga de controlar las mediciones de los movimientos de la
montaña. Analizan el estado de la grieta descominal que se abre en medio de la roca como una boca gigante con ganas de tragarse los habitantes de la zona. Los especialistas contemplan las mediciones como si de una bomba de
relojería se tratara. La montaña se desplaza más rápido de lo normal, pero no
interesa dar una falsa alarma que lleve al traste con los intereses económicos
de la zona. No se puede alarmar a los turistas antes de tiempo, pero tampoco jugar con sus vidas. La tensión avanza
y crece a medida que se suceden los acontecimientos. El protagonista no descansa tranquilo porque presiente que se desencadenará un suceso terrible. Y el tiempo que ahora se pierde será imprescindible en el futuro. Basta
mirar al cielo para ver que las aves cambian el vuelo presintiendo la catástrofe.
La estructura del drama funciona como se preveía mediante una separación
accidental de la familia para crear mayor tensión dramática: el padre con la
niña y la madre con el chico La película, a partir que se desencadena la ola arrasadora,
recuerda a “Lo imposible” de Bayona, donde la familia queda fraccionada para
que se produzca una búsqueda de las partes escindidas con el intento de unir a la familia
después de la catástrofe. En otros momentos, el hotel inundado de agua remite las escenas pasadas en "Titanic" de Cameron. Los personajes se encuentran
atrapados por el agua. Finalmente, la película funciona, pese a que el desarrollo es bastante previsible, porque hay detrás unos
personajes creíbles sin necesidad de basarse excesivamente en el tecnicismo de unas imágenes catastróficas.
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