Título original Nessuno si salva da solo
Año 2015
País Italia
Duración 100 minutos
Dirección Sergio Castellitto
Guión Margaret Mazzantini
Fotografía Gianfilippo Cortecelli
Reparto Riccardo Scamarcio, Jasmine Trinca, Anna
Galiena, Marina Rocco, Massimo Bonetti,
Ángela Molina, Roberto Vecchioni,
Eliana Miglio, Gabriel Farnese.
"Nadie se salva solo" de Sergio Castellitto logra una estrecha relación entre los personajes que actúan con una naturalidad que traspasa la pantalla. Parecen tan metidos en el fondo del pellejo de esa atormentada pareja que se nos hace propio el declive de esa relación. La veracidad de la historia es tal que ,aunque sea una historia vista y revista ( en "Mi amor" de Maïwenn Le Besco veíamos una situación muy parecida) en multitud de ocasiones, mantiene un atractivo fresco y cercano al espectador. Da la sensación que la guionista, Margaret Mazzantini, esposa del director, entre los dos, han realizado una aproximación muy certera sobre la relación de pareja, como si les hubiera salido del alma de sus experiencias personales. Por eso, plasman y descuartizan en la pantalla las relaciones de pareja con niños de por medio con una verosimilitud muy creíble. Quizá se conozca más a Castellitto por sus interpretaciones de actor en (1) "No te muevas" siendo él mismo el director y acompañado de P. Cruz en unas interpretaciones memorables: ella de una mujer hecha polvo y él un doctor que intentará reconducirla; o en (2) "Deliciosa Martha" de Sandra Nettelbeck una película excelente donde los sentidos culinarios y amorosos se mezclan en una explosión alucinante al mismo tiempo que suena la maravillosa música de Paolo Conte (3)"Via con me".
La trama es otra vuelta de tuerca a las
relaciones de pareja: la crispación que se llega cuando los hijos están en discordia y las libertades personales quedan relegadas a un segundo plano. Estos siempre son utilizados como objetos que se arrojan contra el otro cónyuge por las disputas en los intercambios de forma de ver las cosas : te los quedas tú, o me los
llevo yo casi como materiales de intercambio. La acción se desarrolla en un restaurante mientras toman una comida. Es la última cena porque ya no pueden llegar más lejos con la relación. Por eso, queda limar los últimos flecos de la
separación. Allí se produce una representación subida de tono: hasta aquí hemos
llegado, ahora toca limpiar los trapos sucios. Sin embargo, no todo ha sido infierno y mal rollo y mientras cenan se produce
un “flashbacks” hacia el pasado y sus relaciones iniciales, justo donde se
procesó el amor. Durante la cena, en cuanto vuelven a la realidad actual, no paran de meterse pullas, porque la felicidad se ha esfumado y ahora, con el vaso colmado de insatisfacción, toca dejar las cosas claras. Mientras las escenas hacia el pasado son intermitentes, las cuales crean incertidumbre. Cuentan los inicios, los ligues, el sexo, la parte
alucinante de la relación, que al mismo tiempo, en paralelo, contrasta con el desgarro del diálogo que están manteniendo en el restaurante. La
época de felicidad y de pasión sexual del pasado se solapa y contrasta con el desprecio actual, ahora todo es
odio y asco. La cinta avanza mientras se muestran las fases por las que pasa el matrimonio, las cuales están filmadas con plena
convicción. En definitiva, la relación se rompe a partir de una falta de
espacio personal que ya no son capaces de encontrar. Al mismo tiempo, él sigue
siendo más pasional, con ganas de sexo, en cambio ella le llenan otras cosas diferentes, más
sensibles. Así lo comentan: él,” lo que más me gusta en ti son tus ojos y tu culo”;
ella,” me gustan los ragazzos".
(1)
(2)
(3)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página