Título original La loi du marché
Año 2015
País Francia
Director Stéphane Brizé
Guión Stéphane Brizé, Oliver Gorce
Fotografía Eric Dumond
Reparto Vicent Lindon, Yves Ory, Karine De Mirbeck,
Matthieu Schaller, Xavier Matthieu, Noël
Mairot, Catherine Saint- Bonnet,
Roland Thomin.
"La ley del mercado" de Stéphane Brizé muestra las condiciones dramáticas de un parado y la vuelta dolorosa a un curro que puedes no desear, pero que no le queda más cojones que aceptarlo. Así las cosas,el protagonista se las ve en situaciones de enfrentamiento directo hacia los más desprotegidos. Vicent Lindon ( mejor actor en el festival de Cannes 2015) domina siempre la compostura en esos momentos en que la relación con los demás se hace tensa. Aguanta impasible detrás de su bigote una o varias situaciones comprometidas, las cuales parece que le van a llevar a una descomposición anímica abrupta. Colaborador con el mismo director en anteriores cintas como en (1) "Mademoiselle Chambon" (2009) donde una relación entre un albañil y una maestra ( con diferentes puntos de vista sobre la vida, pero con un "filin" amoroso considerable ) mantienen una afinidad que va más allá de la relación laboral. El director pasa por alto cosas que da por entendidas que el espectador deberá descubrir por su propia intuición. No es necesario decirlo todo. Ahí queda la espantada final del protagonista que no aguanta un trabajo donde tiene que acosar al débil.
La película se centra en el
recorrido que hace su protagonista para encontrar un trabajo después de haber perdido el suyo. Las imágenes se detienen constantemente en primeros planos de su protagonista con la compostura
siempre seria, decidida sin perder la profesionalidad de su cargo cuando los momentos por los que
pasa son para mandarlo todo a tomar por saco. El personaje inicia su andadura
por las oficinas de formación de parados. Está en desacuerdo con las formas
empleadas, porque lo incluyen en una formación de unos cursos que luego no tienen salida alguna.
Para qué ha realizado uno de albañil si no tiene la experiencia laboral que le
van a pedir los empresarios. La cinta sigue por estos derroteros de incomprensión social. Su vida ha dado un vuelco y no sirve de nada mirar atrás, ahora se
abre un futuro y ya no interesa perder el tiempo en broncas sobre el despido. Quiere emprender una nueva vida en el próximo trabajo, con energía renovada . No va a ser fácil encontrar un trabajo que se ajuste a sus
posibilidades por eso aquel que llegue, aunque sea a la baja económica, dado el tiempo en que corre actualmente, deberá tomarlo.
Siguen los problemas con los momentos de agobio económico: mejor será vender las pertenencias para llevar el
mismo ritmo de vida,pero todo quisque se quiere aprovechar de una situación de debilidad. Hay momentos para ocupar el tiempo en lo que sea, porque así no se
hará muy pesada la espera, en esos instantes en que lo más fácil es desplomares. Sobran todas las horas del día, pero hay que ocuparlas como sea antes de volverte loco. El personaje
encuentra un trabajo de vigilante en un supermercado por medio de unas
cámaras. Es el que se encarga de certificar, en una habitación de encerrona, al ladrón y acusarlo de su delito cometido para que pague el género que ha robado. La espantada final del protagonista es más que necesaria ante las situaciones de acoso ante el cleptómano. En definitiva, una película social, necesaria en los momentos actuales, con una actuación del protagonista más que notable, pero ( siempre ha de haber algún pero) con alguna escena larga y prescindible.
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