Año 2016
Duración 102 minutos
País Francia
Director Thomas Lilti
Guión Tomas Lilti
Música Alexandre Lier, Nicolás Weil, Sylvain Ohrel
Fotografía Nicolás Gaurín
Reparto François Cluzet, Marianne Denucourt, Patrick
Descamps, Chistophe Odent, Isabelle Sadoyan,
Félix Moati.
"Un doctor en la campiña" de Thomas
Lilti explora a fondo la relación entre un médico rural con sus enfermos y las adversidades que se dan alrededor del campo tales como la distancia, la climatología, y otros factores que hacen más complejo el trabajo en el campo. El
director conoce a la perfección la profesión en que se desarrolla la cinta, ya que anteriormente fue él mismo médico, por eso indaga en ese campo con conocimiento certero. No
es la primera vez que intenta contar sus vivencias, pues en su anterior ópera prima (1) "Hipócrates "situaba
a su protagonista, un doctor en prácticas, en un hospital, frente a las adversidades tanto de los enfermos como de sus familiares, al mismo tiempo que se las veía con broncas de sus compañeros
por un exceso de guardias y de trabajo.
Allí era un doctor joven, aquí, en cambio, se centra en un profesional situado en un ámbito rural, Jean-Pierre ( François Cluzet nominado a mejor actor en los César 2017, siempre inmenso en sus papeles y creíble en todos ellos, un seguro de vida para el director, cualquier papel que le den lo bordará, un ejemplo solo en (2)"Crónicas de una mentira" de Xavier Gionnoli interpretará de un embaucador con capacidad suficiente para mentir hasta la saciedad) con un problema de salud y una doctora recién llegada, Nathalie ( Marienne
Denicourt) que se las tiene que ver con las dificultades de una atención médica
en un ámbito rural. Al mismo tiempo se enfrentarán los colegas frente a discrepancias de la forma en que se deben afrontar las adversidades.
La película arranca con una mala
noticia para el doctor titular: debe bajar el ritmo de trabajo, porque las pruebas médicas
indican que tiene un cáncer. Éste se lo toma a coña porque cómo va a dejar
tirados en la estacada a todos sus pacientes. No puede prescindir del trabajo,
porque lo necesitan. Él, cuando se lo comunican, suelta una sonrisa y mira hacia otro lado como si no
fuera con él. Un médico está para sanar las enfermedades no para que se las curen a
él. La intensidad con la que el actor interpreta el papel nos hace meternos de
lleno dentro del personaje desde el primer minuto y ya no lo soltaremos hasta el final. Notaremos las
intrigas y el sufrimiento de sus enfermos en nuestra piel. Su función no se
queda solo en la enfermedad del paciente sino que realiza una acción social tras
otra: consejos sobre la vida, papeleos burocráticos. El doctor es un todo
insustituible en la zona perdida en el campo. Aparece en escena una compañera de profesión que será
su sustituta llegado el momento de palmarla. El enfrentamiento ante las
situaciones profesionales se suceden ante un panorama adverso ya que para la nueva
doctora el campo de trabajo es muy diferente al que tenía antes, pues no es lo mismo un hospital
cerrado que unos pacientes en el campo a través con el problema añadido de
acceder a ellos. Aquí no hay urgencias, ni médicos de guardia, porque ellos están las
veinticuatro horas dispuestos a recibir una llamada de alarma. En definitiva,
la peli cuenta la historia de un tipo con la función de sanar al personal, pero que en este caso el que la va a palmar no está entre sus clientes sino en su misma persona y para olvidares se aferra a su
trabajo como la única arma de subsistencia. En su puesto le quieren colocar a
una doctora de buen ver que aguantará el tipo hasta el final. En ese contexto
habrá opiniones enfrentadas entre los métodos para tomar las decisiones con los
enfermos. En fin, si hay que poner alguna pega quizá esperaba que hubiera un
flechazo entre los dos, si bien hay un atisbo, pero no acaba de cuajar ni siquiera insinuaciones.
(1)
(1)
(2)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página