Título original Viaje
Año 2015
Duración 74 minutos
País Costa Rica
Director Paz Fábrega
Guión Paz Fábrega
Música Ale Fernández, Las Robertas
Fotografía Paz Fábrega, Esteban Chinchilla.
Reparto Kattia González, Fernando Bolaños.
"Viaje" de Paz Fábrega no pasará a la historia del cine por sus diálogos mordaces del estilo de Woody Allen, pero si que muestra unas imágenes en blanco y negro
( no sé si quiere resaltar las figuras humanas sobre el fondo frondoso del bosque que queda difuminado su colorido, creo que quiere destacar la pasión amorosa y humana por encima de todo lo demás) un tanto sugerentes. El metraje de la película es corto, de unos 70 minutos, suficiente para narrar el contacto que tienen una pareja de jóvenes y sus juegos amorosos en ese trayecto de farra y diversión. No es una cinta transgresora, pues encontramos antecedentes parecidos, por ejemplo, "Un beso a medianoche"
de Álex Holdridge donde unos desconocidos pasan una noche de embelesamiento tonto con la intención de ligar y pasar un buen rato o "Stockholm"
de Rodrigo Sorogoyen donde el tío que pretende conquistar a una chica para echar un polvo con unas técnicas seductores de lo más sensuales, sin embargo, pasada la noche, se vuelve ogro cuando ya ha conseguido su botín deseado. En este caso, la aventura discurre en el bosque difuminado por la carencia de color y allí se produce la delicadeza de las caricias.
Año 2015
Duración 74 minutos
País Costa Rica
Director Paz Fábrega
Guión Paz Fábrega
Música Ale Fernández, Las Robertas
Fotografía Paz Fábrega, Esteban Chinchilla.
Reparto Kattia González, Fernando Bolaños.
"Viaje" de Paz Fábrega no pasará a la historia del cine por sus diálogos mordaces del estilo de Woody Allen, pero si que muestra unas imágenes en blanco y negro
( no sé si quiere resaltar las figuras humanas sobre el fondo frondoso del bosque que queda difuminado su colorido, creo que quiere destacar la pasión amorosa y humana por encima de todo lo demás) un tanto sugerentes. El metraje de la película es corto, de unos 70 minutos, suficiente para narrar el contacto que tienen una pareja de jóvenes y sus juegos amorosos en ese trayecto de farra y diversión. No es una cinta transgresora, pues encontramos antecedentes parecidos, por ejemplo, "Un beso a medianoche"
de Álex Holdridge donde unos desconocidos pasan una noche de embelesamiento tonto con la intención de ligar y pasar un buen rato o "Stockholm"
de Rodrigo Sorogoyen donde el tío que pretende conquistar a una chica para echar un polvo con unas técnicas seductores de lo más sensuales, sin embargo, pasada la noche, se vuelve ogro cuando ya ha conseguido su botín deseado. En este caso, la aventura discurre en el bosque difuminado por la carencia de color y allí se produce la delicadeza de las caricias.
La historia pasa por un ligue
provisional después de una farra nocturna ( baile de disfraces) y poco más. Las
sorpresas o cambios radicales de guión no llegarán jamás, pues se mantiene en ese punto de conquista temporal. Por lo tanto, la
trama es bastante plana, aparte de la pasión de las imágenes tiernas de una pareja
de recién enamorados que pasan un día juntos en el bosque acariciándose y
sugiriendo el amor y el desenfreno del sexo, pero nunca a lo bestia sino con
caricias suaves y con mucho tacto. Pues eso: chico y chica que se conocen en
una fiesta de guateque, se entienden con un pedal considerable y pasan una noche de
dormir a pierna suelta después de la borrachera. Evidentemente, esto no puede
quedar así y emprenden un camino hacia la montaña. Pasan una velada nocturna en
una tienda de campaña: se bañan en el río, con la mirada de un campesino y unas cuantas caricias ( anteriormente se puede destacar la arenga que realiza el taxista anónimo desde su lugar de
conductor para advertirles que eso de juntarse es algo más grande y serio de lo que
ellos creen y la familia y los
niños es una responsabilidad. Les suelta el rollo muy diferente a como ellos lo
piensan en ese momento) Por eso, ellos quieren vivir y disfrutar la vida sin ataduras que les
obliguen a una vida de obligaciones, no, de eso nada. En fin, la cinta avanza y uno puede pensar: qué rollazo, pero al final pasa el tiempo, como es tan cortita, cuando te das cuenta
ya has llegado al final, bueno si la ves bien y si no también. Es lo que tiene
ser un "cinéfilo tragacintas", al final te lo comes todo lo que te echen como un
auténtico troglodita del séptimo arte.
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