viernes, 24 de noviembre de 2017

Lady Macbeth



Título original Lady Macbeth

Año               2016

País             Reino Unido

Duración       89 minutos

Director        William Oldroyd

Guión           Alice Bitch ( N. Nikolai Leskov)

Música         Dan Jones

Fotografía    Ari Wegner

Reparto       Florence Pugh, Chistopher Fairbank

                  Cosmo Jarvis, Naomi Ackie

                  Bill Fellows, Ian Conningham, 

                  Paul Hilton, Joseph Teague,

                 Golda Rosheuvel, Rebecca Manley

"Lady Macbeth" de William Oldroyd ( no es necesario ver más de cinco minutos, contando los créditos, para darse cuenta del dramón en que nos vamos a meter a la vista y al cuerpo) interpretado por la joven actriz, 

Florence Pug, que muestra un aplomo considerable mientras se sumerge en la  piel de una esposa insatisfecha. La película, premio FIPRESCI ( en el festival de San Sebastián de 2016) se inicia sin conocimiento de la situación, pero pronto sabemos que una joven recién casada con un carcamal machista de la época no puede ser por otro motivo que la obligación familiar a cambio de unos bienes.

 La primera noche de bodas ya marca el destino de la joven y el calvario que ha de pasar de aguantar a un señor con intenciones  de apropiarse de la joven para disfrutar de la vista de una belleza y obtenerla para sí como si se tratara de un trofeo. Estamos en el siglo XIX en un ámbito rural donde el señor de las tierras ejerce un poder descomunal sobre sus súbditos. Éstos que solo viven para servir y la esposa están recluidos en el interior del caserón, porque tiene prohibida la salida, pues no le puede dar siquiera un rayo de sol.

Sin embargo, pronto llega la atracción sexual con un criado en ausencia del señor. Este hecho y otros que suceden a sus ojos mostrarán una mujer con una firmeza en sus actos fuera de lo normal.



La esposa siente que se le escapa la vida por las comisuras de la piel. Su destino no puede estar concluido nada más empezar su juventud. Los materiales que se abren a su alcance no son suficientes para su felicidad: la criada, la mansión, las comodidades propias de una reina; todo material desechable.¿ Qué sentido tiene una vida de lujo sin libertad? Algo deberá realizar para que cambie su destino de lo contrario está muerta en vida. Los silencios están cargados de dolor. Su presencia no va más allá de un objeto decorativo o por lo menos eso es lo que ocurre en principio. Solo se ha oído la voz de su amo para obligarla a desnudarse. Su mundo y su vida reprimida va por dentro. Su marido es poco menos que un salvaje que la trata como si fuera un animal, solo quiere verla desnudo y con eso  le basta.Aunque la cinta da un giro, todo cambiará ante la ausencia inesperada de su marido, lo cual hace que tome un sorbo de aire de libertad. El trato vejatorio a las mujeres se hace extensible a los  criados de su marido que se aprovechan de la sirvienta, de la cual cosa toma nota la señora. Por una parte, la intromisión en una zona fuera de su control le acarrearán problemas inesperados, pero, por otra parte, una atracción desmedida se apoderará de ella que hasta entonces no tenía. En esta nueva situación, entra la atracción sexual como una tormenta torrencial. Ante la ruptura de las normas, lo que sigue es la violencia como castigo. Sin embargo, Lady Macbeth tiene estrategias para dominar las situaciones que se le presentan. En fin, una cinta con enmarcado tono racial y déspota en el trato del señor feudal hacia los siervos, con palizas desmedidas y desprecios hacia las personas.

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