Año 2016
País Reino Unido
País Reino Unido
Duración 89 minutos
Director William Oldroyd
Guión Alice Bitch ( N. Nikolai Leskov)
Música Dan Jones
Fotografía Ari Wegner
Reparto Florence Pugh, Chistopher Fairbank
Cosmo Jarvis, Naomi Ackie
Bill Fellows, Ian Conningham,
Paul Hilton, Joseph Teague,
Golda Rosheuvel, Rebecca Manley
"Lady Macbeth" de William Oldroyd ( no es
necesario ver más de cinco minutos, contando los créditos, para darse cuenta
del dramón en que nos vamos a meter a la vista y al cuerpo) interpretado por la joven actriz,
Florence Pug, que muestra un aplomo considerable mientras se sumerge en la piel de una esposa insatisfecha. La película, premio FIPRESCI ( en el festival de San Sebastián de 2016) se inicia sin conocimiento de la situación, pero pronto sabemos que una joven recién casada con un carcamal machista de la época no puede ser por otro motivo que la obligación familiar a cambio de unos bienes.
La primera noche de bodas ya marca el destino de la joven y el calvario que ha de pasar de aguantar a un señor con intenciones de apropiarse de la joven para disfrutar de la vista de una belleza y obtenerla para sí como si se tratara de un trofeo. Estamos en el siglo XIX en un ámbito rural donde el señor de las tierras ejerce un poder descomunal sobre sus súbditos. Éstos que solo viven para servir y la esposa están recluidos en el interior del caserón, porque tiene prohibida la salida, pues no le puede dar siquiera un rayo de sol.
Sin embargo, pronto llega la atracción sexual con un criado en ausencia del señor. Este hecho y otros que suceden a sus ojos mostrarán una mujer con una firmeza en sus actos fuera de lo normal.
Florence Pug, que muestra un aplomo considerable mientras se sumerge en la piel de una esposa insatisfecha. La película, premio FIPRESCI ( en el festival de San Sebastián de 2016) se inicia sin conocimiento de la situación, pero pronto sabemos que una joven recién casada con un carcamal machista de la época no puede ser por otro motivo que la obligación familiar a cambio de unos bienes.
La primera noche de bodas ya marca el destino de la joven y el calvario que ha de pasar de aguantar a un señor con intenciones de apropiarse de la joven para disfrutar de la vista de una belleza y obtenerla para sí como si se tratara de un trofeo. Estamos en el siglo XIX en un ámbito rural donde el señor de las tierras ejerce un poder descomunal sobre sus súbditos. Éstos que solo viven para servir y la esposa están recluidos en el interior del caserón, porque tiene prohibida la salida, pues no le puede dar siquiera un rayo de sol.
Sin embargo, pronto llega la atracción sexual con un criado en ausencia del señor. Este hecho y otros que suceden a sus ojos mostrarán una mujer con una firmeza en sus actos fuera de lo normal.
La esposa siente que se le escapa la vida por las comisuras de
la piel. Su destino no puede estar concluido nada más empezar su juventud. Los materiales que se abren a su alcance no son suficientes para su felicidad: la criada, la mansión, las
comodidades propias de una reina; todo material desechable.¿ Qué sentido tiene
una vida de lujo sin libertad? Algo deberá realizar para que cambie su destino
de lo contrario está muerta en vida. Los silencios están cargados de dolor. Su
presencia no va más allá de un objeto decorativo o por lo menos eso es lo que ocurre en principio. Solo se ha oído la voz de su
amo para obligarla a desnudarse. Su mundo y su vida
reprimida va por dentro. Su marido es poco menos que un salvaje que la trata
como si fuera un animal, solo quiere verla desnudo y con eso le basta.Aunque la cinta da un giro, todo cambiará ante la ausencia
inesperada de su marido, lo cual hace que tome un sorbo de aire de libertad. El trato
vejatorio a las mujeres se hace extensible a los criados de su marido que se aprovechan de la sirvienta, de la cual cosa toma nota la señora. Por una parte, la
intromisión en una zona fuera de su control le acarrearán problemas
inesperados, pero, por otra parte, una atracción desmedida se apoderará de ella que hasta entonces
no tenía. En esta nueva situación, entra la atracción sexual como una tormenta
torrencial. Ante la ruptura de las normas, lo que sigue es la violencia como
castigo. Sin embargo, Lady Macbeth tiene estrategias para dominar las
situaciones que se le presentan. En fin, una cinta con enmarcado tono racial y
déspota en el trato del señor feudal hacia los siervos, con palizas desmedidas y desprecios hacia las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página