viernes, 11 de abril de 2025

Aun estoy aquí

 


"Aun estoy aquí" del director Walter Salles ( "Diarios de motocicleta" con las andanzas del Che Guevara por America Latina) se detiene en 1970 en Brasil concretamente en Río de Janeiro. Muestra una familia acomodada con varios hijos. El inicio marca una época de dictadura y disturbios y una de sus hijas, por su aspecto hippy,  es cacheada por los policías ante un secuestro de un cónsul. A partir de la detención del marido y las siguientes interrogaciones a su esposa, la película da un vuelco y pasa de las fiestas entre amigos y las alegrías a una especie de angustia y terror. Se pretende crear el pánico en aquellos que piensan diferente al régimen o que no son afines. La historia es verídica, pues le pasó a Rubens Beyrod Paiva, interpretado por Selton Mella,



y recopilada por el propio hijo pequeño de la familia, Marcelo, se inicia en esa época en que él y sus tres hermanas son felices y viven holgadamente de los honorarios de su padre arquitecto, pero antes sucedieron hechos que marcarían el destino del padre. Por lo tanto, unos años antes del golpe, Rubens era congresista del Partido Laboralista y se encargó de una comisión de investigación de la evasión de capital hacia los militares con lo que pretendían dar el golpe de estado en Brasil. Se exilió unos años, pero volvió para ser arrestado. Posteriormente, la familia sufrió las consecuencias fatídicas de esta detención, sobre todo, su esposa, interpretada por



Fernanda Torres, que fue incansable en su lucha por encontrar la verdad. En fin, plantea lo que sucede en los gobiernas autoritarios y dictadores donde se intenta callar a aquellos que piden libertad de expresión, como ocurrió con los desaparecidos en tiempos de la dictadura argentina o con Pinochet en Chile. 



Así, vemos el contraste de  esa media hora de una familia feliz, frente a la criminal actuación del mecanismo militar y asesino de una dictadura.

Título original Ainda estou aqui

Año                2024

Duración       137 minutos

Pais               Brasil

Dirección       Walter Salles

Guion            Murilo Hauser, Heitor Lorega

Libro             Marcelo Rubens Paiva

Música          Warren Ellis

Fotografía     Adrian Teijido

Reparto        Fernanda Torres, Selton Mello,

                     Luiza Kosovski, Bárbara Luz,

                     Valentina Herszage, Cora Mora,

                     Guilheme Silveira, Pri Helena,

                     Dan Stubach, Maeve Jinkings,

                     Humberto Carrao, Carla Ribas,

                     Fernanda Montenegro.





La felicidad de una pareja de familia numerosa se ve alterada de pronto con la entrada de tres matones a su casa para llevarse al cabeza de familia. Apenas hay preguntas, solo si es el congresista tal y como respuesta que ya no lo es, pero da igual, porque se lo van a llevar detenido en presencia de su mujer. La despedida es traumática, como si ya nunca más se volvieran a verse. Mientras que al marido lo desplazan en coche con un matón, otros tres se quedan en la casa de la familia como si toda ella fueran sus rehenes. También secuestran a su mujer e hija mayor y se inicia un interrogatorio  en un lugar desconocido. Se le acusa a su marido de ser comunista y terrorista y conspirar contra el gobierno. Allí donde le interrogan y patea el cigarrillo en el suelo se ven manchas que parecen de sangre y eso va alterando la situación y el pánico del interrogatorio. Indica que el castigo y la muerte están cerca y su marido puede ser el ejecutado. La obsesión de los interrogadores es que reconozca a una pila de tíos que tienen fotografiados en una carpeta. Más de diez días encerrada en una celda por nada y al final la sueltan esquelética, famélica y sucia. La madre ahora quiere luchar para recuperar a su marido, pero las instituciones policiales se niegan  y no quieren saber nada de ella. Pero sigue luchando por encontrarlo. No acaba aquí el problema, porque enfrente de su casa siempre hay alguien que espía. Las miserias no acaban aquí y sin su marido y su firma no le conceden la pasta para seguir pagando a la criada y mantener los gastos de la casa y su familia. La historia se va veinticinco años más allá de la época actual y vemos que el tiempo sigue castigando a la familia, pues el hijo pequeño va en una silla de ruedas, porque ha tendido un accidente y ella, la madre, se siente complacida porque le entregan el certificado de defunción de su marido. Y la historia no acaba aquí, sino que vuelve a viajar en el tiempo en 2014.Aquí ya se ve el peso del tiempo de la anciana madre que se encuentra perdida en su mundo.  En definitiva, esa nueva situación, provocada por la violencia e incomprensión política, creará un retroceso social y económico en la familia que se verá obligada a descargarse de privilegios e incluso dejar la gran casa y relegarse a un mundo diferente al suyo. Aunque la mujer nunca abandonará su lucha por una causa justa.

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