"Margrete: reina del norte" de la directora Charlotte Sieling se sitúa a mediados del siglo XIV que es una época de disputas y guerras constantes. Aquí, desde la infancia, muestra esos ojos de la reina Margrete, interpretada por Trine Dyrholm,
que ve la violencia de sus padres ante el adversario, mientras se lava la mano ensangrentada en una pileta y se aprecia la sangre que va enturbiando el agua. Con una pequeña sinopsis, la mujer avanza con una corona en la cabeza donde nos muestra que ya es reina y han pasado varios años ya entrado el siglo XV en los inicios. Erico de Pomeriana, su hijo adoptivo, sobrino en cuestión porque era hijo de su hermana María de Meckiemburgo, pretende casarse con la princesa de Inglaterra, todavía una niña, y formar el ejército más fuerte de la zona que no pudieran temer las amenazas alemanas. Así, noruegos, daneses y suecos forman la unión del Norte con un ejército potente y en paz. Sin embargo, como el príncipe era danés siempre intentaba barrer pasa casa y limpiar alguna isla a los suecos como hizo con la isla de Gotland. Es curioso ver a Felipa de Inglaterra que se ha de casar con el sucesor de la reina que es una niña y se duerme en la fiesta de celebración por su niñez y la duración del encuentro entre los dos. Por lo tanto, deberá esperar al menos quince años cuando la joven ya sea adulta. Todo ello, con esa unión, piensan formar el reino de Kalmar y hacer frente a los alemanes.
De pronto, después de quince años, aparece un joven que dice ser el hijo legítimo de la reina y que lo daban por muerto. Aquí es donde se detiene la trama en descubrir la verdad o la falsedad de esa aparición repentina. La reina desconfía del impostor, porque sus enemigos pretenden desestabilizar la paz y el reinado. En fin, quizá se detenga demasiado tiempo en desvelar la verdad y el suplicio de una madre en decantarse por decidir si es hijo o bien colgarlo del cuello por traidor. Quiere filmar la resistencia de una madre reina por el dolor de la pérdida de un hijo.
Título original Margrete den forste
Año 2021
Duración 120 minutos
País Dinamarca
Dirección Charlotte Sieling
Guion Jesper Fink, Maya Ilsoe,
Charlotte Sieling
Música Jon Ekstrand
Fotografía Rasmus Videbaek
Reparto Trini Dyrholm, Soren Malling,
Jakob Oftebro, Bjorn Floberg,
Magnus Krepper, Simon J. Berger,
Linus Nilsson, Annika Hallin,
Richard Sammel,
Thomas W. Gabrielsson,
Halldora Geirharosdottir,
La reina en persona visita los enclaves para asegurarse de que ningún barco alemán pasará las fronteras del reino. Quiere sellar una alianza con los pueblos del norte y que nadie pueda combatirlos. La reina cuida de que no se abuse de las mujeres y se las tenga como bestias bajo castigo. A ese bárbaro que abusa de la mujer le dice que busque a una que actúe por voluntad propia, puesto que será más complaciente. La niña ,princesa de Inglaterra, apenas levanta dos palmos del suelo, pero eso es lo de menos, pues ya tiene marido asignado por el interés de casarse con la que será reina en el futuro. A todo esto, qué más da que se haga pis en la cama todavía. Es decir, el banquete por la pedida de la mano es un puro trámite, porque la niña se ha dormido en la mesa a las primeras de cambio. Se producen cenas, banquetes, bailes y chismorreos en corrillos donde se cuentas las nuevas del reino. Avanza la historia con los rumores de que su hijo Olaf, que había fallecido a los dieciséis años, comentan que está vivo y de camino a palacio. El tema del hijo, suponen en palacio, no es otra que un engaño de sus oponentes para crear tensión y que vuelva de nuevo los conflictos de guerra. Sus enemigos buscan la desestabilización de ese periodo de paz que ha conseguido implantar la reina. En ese ambiente de puñaladas traperas, la reina debe andarse con cuidado de no aceptar las visitas de algún noble con intenciones deshonestas, para no ser llamada ramera a los pocos minutos. Aquí nadie quiere quedarse al margen y el mensajero del padre de la niña, el rey Enrique IV de Inglaterra, también quiere una parte del pastel a lo que la reina Margrete se niega en redondo. Mientras aparece el impostor que dice ser el hijo muerto hace muchos años. Se presenta ante la reina y asegura ser su hijo. Ante las preguntas agobiantes de la reina, intenta crear un relato real de lo que pasó después de que lo hicieran preso y maltrataran. Ella no se cree nada y quiere que lo cuelguen directamente, pero la reina dice que antes hay que llegar a aquellos que están detrás en la trama falsa. A todo esto se producen trapicheos como que el sucesor se lía con la criada que anteriormente se la había quitado a un soldado y ahora la entrega a su sobrino. Todo ello para que le comente, mientras está cerca del futuro rey, todo lo que se trama a sus espaldas. La reina y los nobles debaten lo que pasó con la muerte del futuro rey. A lo que responden que eran tiempos de peste y las medidas eran de estar alejados, puesto que no acompañaron hasta el final a su hijo. Queda, por lo tanto, una situación oscura sobre la muerte de su hijo y el nuevo intruso toma cierto aire de verdad en la historia. Sin embargo, Olaf, el falso, es destapado por un documento de última hora y ajusticiado. En fin, si es hijo o no lo que se ha conseguido es fraccionar el imperio del Norte y a partir de aquí será más fácil que otros nobles tomen el mando de la nación.
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