miércoles, 20 de enero de 2016

El desafío#Pertinaz


Título original           The Walk

Año                           2015

Duración                   124 minutos

País                           Estados Unidos

Director                    Robert Zemeckis

Guión                       Chistopher Browne, Robert Zemeckis

Música                      Alan Silvestri

Fotografía                 Dariusz Wolski

Reparto                     Joseph Gordon- Levitt, Ben Kingsley, Charlotte Le Bon,

                                 James Badge Dale, César Domboy, Clement Sibony

                                Benedict Samuel, Vittorio Rossi, Ben Schwartz, Steve Valentine

                                Mark Camacho.




“El Desafío” del director Robert Zemeckis, famoso por sus películas premiadas con muchas estatuilllas de Óscar  como “Regreso al futuro”, “Forrest Gump” o “Náufrago” en todas ellas existe el riesgo y la aventura de conseguir unos objetivos , ya sea una máquina que te transporte a otro tiempo; alcanzar metas casi imposibles para una persona con ciertas carencias; o lograr supervivir en una isla en unas condiciones extremas como le sucede al protagonista Tom Hanks tanto en ésta como la anterior. En este caso el reto pasa por cruzar caminando por un cable las Torres gemelas de New York, de un lado al otro, con la ayuda de una barra para guardar el equilibrio.
La historia está contada por el protagonista, Joseph Gordon-Levitt, “500 días juntos”, el cual explica detalladamente los momentos en que se produjeron el asalto a las Torres Gemelas. La película se inicia con bandas sonoras muy reconocibles de la época. El encargado de controlar los temas musicales recae sobre su colaborador especial, Alan Silvestri, el cual en Forrest Gum ya destacó obteniendo los Globos de Oro y nominaciones a los Óscar. Su delicadeza en elegir las bandas sonoras para ambientar una época en concreto son de una delicadeza exquisita, por no decir el momento culminante en que se pasea el protagonista en el cable de acero donde suena el piano de Richard Cleiderman.
La película trata de un sueño irrealizable en la cabeza de un obstinado individuo. Cuando éste le cuenta a la chica que pretende cruzar el espacio que hay entre una torre y la otra, se cruzan miradas que indican lo imposible del objetivo. El protagonista protagoniza una primera aventura en París para realizar una toma de contacto con el escalofrío de las alturas. Después de aterrizar en suelo americano, la contemplación de las Torres Gemelas ( que años más tarde se llamaría zona cero, seguro que no hay ningún espectador,con una cierta edad, que no le venga a la cabeza las horribles imágenes  que se sucedieron allí en años posteriores. Por supuesto que el recuerdo de este escenario despertará la hemeroteca de las imágenes del cerebro para encontrar ésos dos bloques de cemento desprendiendo fuego y humo a causa de dos aviones suicidas recién estrellados en ellas. Esas imágenes volverán con la misma intensidad y violencia del día que sucedieron: cuerpos humanos lanzados al vacío en posiciones rocambolescas, de pie, de cabeza, de lado; la única intención era huir de las llamas. Mientras, cerca de allí, en la calle, los individuos escapaban como podían con un aspecto de ultratumba: los cuerpos llenos completamente de ceniza con cara de poseídos sin creerse lo que estaba pasando. Las escenas eran tan macabras que se podía pensar que aquello que aparecía en televisión podía ser una broma, una gran producción americana, pero nada de ficción había en las imágenes, todo era real. No tardarían en realizar películas sobre el tema, por ejemplo “Worl Trade Center” de Oliver Stone, donde un heroico policía encarnado por Nicolas Cage se juega la piel para salvar vidas dentro del edificio en llamas. ) marcan al protagonista como lo pueden  hacer actualmente en el recuerdo al propio espectador. La proeza debe realizarse con sumo cuidado, por eso se deja aconsejar de su valedor, Ben Kingsley, jefe de un circo y especialista en trapecios, el cual le aconseja que se sujete con arnés, pero el valeroso Philippe se niega rotundamente de llevar cualquier tipo de seguridad. Ante la insistencia del bueno de Ben, el cual hace un papel sensible ante tal locura; un tono parecido al que hizo en  “Gandhi” que le valió en su día un Óscar, aunque su aparición es esporádica. De todos modos, este protagonista cuando le encargan papeles de malo también sabe realizarlos a la perfección como por ejemplo en “La muerte y la doncella”, película de Roman Polanski, donde ejecuta un papel de cabrón memorable. Volviendo a nuestra película, ésta se presenta como la preparación de un golpe perfecto. Todo debe estar medido como si de un atraco se tratara. Se estudia minuciosamente los alrededores, se rodea de un equipo humano cercano con los preparativos necesarios. El plan, como siempre sucede, está perfectamente diseñado, pero en el transcurso de éste, siempre saldrán pegas que dificulten la acción. Los cómplices piensan que es una locura, pero la obstinación del personaje principal arrastra  al resto del equipo hacia la locura. Ejecutar el plan no resulta fácil por la complicación de los pesados materiales que se han de pasar de un lado de la torre a la otra. La intriga está en saber si lo conseguirá o no. Al final, el director capta unas imágenes magistrales que mete al propio espectador en la piel de protagonista. De tal manera que la tensión, el riego y las sensaciones de vértigo están presentes en el momento de la proyección. La heroicidad del trapecista quedará en la memoria como un hecho único en la historia.  




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