viernes, 3 de mayo de 2024

El mal no existe

 


"El mal no existe" de Ryusuke Hamaguchi ( director de "Drive My Car "con un montón de premios como en la que nos ocupa Gran Premio del Jurado en el festival de Venecia, pero déjenme que les diga que es un tanto pretencioso) supone un homenaje a la naturaleza con un inicio en los créditos con el "travelling"  por las copas de los árboles, alejándolos y acercándolos y, posteriormente, se le da importancia a ese medio que rodea al tipo que corta leña, rellena garrafas de plástico en un remanso del río de aguas cristalinas con los alrededores nevados. Los planos principales muestran el medio natural con el papel principal y los humanos que pasean por ahí como meras comparsas. 



La cámara se recrean en las mismas acciones, no hace elipsis sino que pretende mostrar la belleza del paisaje con lentitud para darle realce al medio que muestra. El resto está ahí, los humanos, pero secundario. Todo ello ocupa casi una hora. 




Ahora, ya arranca, una empresa que vende bienestar en medio de la naturaleza quiere instalar un camping para personas acomodadas, es decir, que los vecinos del lugar, acostumbrados a la paz de la naturaleza, se van a ver amenazados por intrusos de diferentes lugares ( "pixapins" llegados de la ciudad de Tokio con la intención de orinar o defecar allí donde les entre ganas de hacerlo) a saber con qué intenciones. Por lo tanto, vemos el enfrentamiento entre ciudadanos rurales frente a urbanos con dinero y poder. En fin, el tema es sencillo y la ejecución plana: los vecinos de un medio montañoso y natural que se oponen a la construcción de un complejo de lujo, pues creen que lo van a contaminar todo. Eso.

Título original Aku Wa Sonzai Shinai

                       ( Evil Does Not Exit)

Año                 2023

Duración         106 minutos

País                 Japón

Dirección          Ryusuke Hamaguchi

Guion               Ryusuke Hamaguchi

Música             Eiko Ishibashi

Fotografía        Yoshio Kitagawa

Reparto            Hitoshi Omika, Ryuji Kosaka,

                         Ryo Nishikawa, Hiroyuki Miura,

                         Ayaka Shibutani, Hazuki Kikuchi. 




Los habitantes de esa zona frondosa de bosques y animales salvajes son borrones que aparecen en medio del encanto de la naturaleza. El inicio supone recrear con lentitud ese aspecto puro del entorno. Aunque pronto cambiarán las cosas, pues se realiza una reunión con el personal de la zona para explicar en qué consistirá el glamping ( hotel de lujo y confort en medio de la naturaleza para urbanitas) que quieren instalar allí en breve. En esa junta informativa, los vecinos no están nada de acuerdo en que lleguen de golpe un mogollón de personas que ensuciarán el lugar idílico. Las preguntas van enfocadas en la fosa aséptica y en la porquería que van a crear al medio ambiente. El proyecto no está pensado en lo que contaminará el agua que recogen los vecinos en garrafas para consumo, sino en su beneficio particular. Hay preguntas y respuestas constantes. El informante de la empresa cuando se ve acorralado echa balones fuera y comenta que él no es el dueño, pues por qué no está aquí, replican. Por horario no puede, se excusan. Si ha puesto usted la hora, siguen atacando. Intenta convencerlos diciéndoles que vendrán gentes de Tokio y posiblemente dejen ingresos económicos en el pueblo, pero no lo tienen nada claro, pues ese lugar es residencial y no necesitan personal de la capital allí para subsistir. Además, qué van a dejar si ellos proporcionarán todo tipo de facilidades y alimentos dentro del recinto. Así, lo machacan con más argumentos: que si de noche no habrá vigilantes y harán fogatas; el ruido que puedan hacer los jóvenes y el impacto en los animales. Todo un cúmulo de problemas antes de que lleguen que los encargados de la charla no saben como responder. Por lo tanto, o cambian el proyecto rectificando los aspectos deficientes o ellos los habitantes se opondrán a la construcción. Sin embargo, el proyecto no lo van a cambiar porque retrasaría todo y perderían dinero que es a lo que van allí. Finalmente, se produce un final pretencioso, que ya lo hemos comentado, con la idea del final abierto a varias interpretaciones. En definitiva, es una recreación de la naturaleza para darle un valor a algo que se puede perder. Intentarán convencer al cabecilla del pueblo con regalos y que sea la persona que se ocupe de la vigilancia del camping. Sin embargo, todo se derrumba en un final trágico y sorprendente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página