Libélulas

Una voz en off de la protagonista va narrando, mientras entran los créditos iniciales, que a su alrededor, sin madre, no queda nada, pese a su juventud, no hay esperanza, ni trabajo, todo desolación, no hay perspectivas, solo callejear, drogarse y no dar un palo, jugar con su compañera. Nos da una visión de lo que será la película: un deambular de aquí para allá sin rumbo.Estamos ante "Libélulas" de Luc Knowles y sus protagonistas Álex y Cata ( Milena Smit recién salida de madres paralelas de Almodovar, Olivia Baglivi).

Recuerda, en parte la ópera prima de Daniel Guzmán "A cambio de nada", aquí eran dos chavales que quieren pasárselo bien callejeando; o "Carmen y Lola" de Arantxa Echevarría, o "Chavalas" de Carol Rodrigues donde tres amigas de infancia se buscan la vida para salir de la marginación. En ese lugar, el medio de vida es la droga y pasar el día a día sin pensar en nada, dos amigas se lo pasan de miedo compartiendo gamberradas.

Pandilla de jóvenes abandonados a su destino. No pueden hacer otra cosa que drogarse, beber, algún que otro polvo y esperar a que pase el tiempo. Aguardan un golpe de fortuna o más bien de magia, pero se intuye que las situaciones pueden empeorar todavía más. En fin, buscan la gloria, pero siempre están metidos hasta las trancas de droga y mal rollo.

Título original Libélulas

Año                 2022

País                102 minutos

Dirección         Lau Knowles

Guión              Luc Knowles

Fotografía       Iván Sánchez Alonso

Reparto           Milena Smit, Olivia Baglivi,

                        Marina Esteve, Pol Hermoso,

                        Javier Collado, Gonzalo Herrero,

                        Noemí Climent, Aramis Baglivi,

                        Rakel Brel, Víctor Pajares.

En ese barrio marginal, la única forma de escapar es cabalgando encima de la droga. Eso les libra de pensar en la miseria que se encuentran. Viven de ella, por ella y para ella.Colgados siempre que pueden.Su mundo no tiene salida, porque se rodea de un submundo todavía más patético: niños semi abandonados, trabajos de basura, tráfico de droga. No se puede salir del círculo vicioso, porque la dependencia del padre de una de ellas hace que sea una esclava. Son libélulas que quieren volar muy lejos, allí donde la porquería no las salpique, pero su vuelo es muy débil, parece que nunca están dispuestas a despegar siempre caen en el mismo lugar: la miseria. La peña está siempre de farra, sabiendo que el final está cerca y será traumático, porque el barrio lo lleva y las madres se suicidaron,  los padres han acabado alcohólicos perdidos. Entre los chicos, se suceden peleas por conquistar a su chica. En definitiva, una historia de personal llevados en vuelo por la droga, el sexo, la amistad y los deseos de pirarse del lugar. Por momentos, resulta  un tanto plana, sabemos que son perdedores hasta el final y nada va a cambiar en el transcurso de la película.