"Jurado Nº 2" de Clint Eastwood ( no es necesario nombrar la carrera de este actor/ director que a sus más de noventa años sigue al pie del cañón detrás de la cámara realizando excelentes películas) el título ya se intuye que el tema central va de un juicio y ese jurado popular será el encargado de juzgar unos hechos acaecidos en la muerte de una joven. Nos viene a la cabeza la excelente "12 hombres sin piedad" de Sidney Lumet, palabras mayores, donde unos tipos con pocas ganas de perder su tiempo en debatir sobre la culpabilidad de un acusado y con prisas por acabar cuanto antes y largarse a su casa, culpaban al supuesto asesino menos uno ( interpretado por Henry Fonda) que se negaba a culpar a alguien sin comprobar a fondo todas y cada una de las pruebas. Aquí también hay un jurado que se va a encargar de verificarlas y ocurre un poco lo mismo que tienen urgencia por acabar las votaciones sin pararse a pensar que si todos dicen culpable un tipo irá a la cárcel y puede que no lo sea. No les importa lo más mínimo si es o no el asesino, pues les ha "tocado la china" del tipo que piensa lo contrario al resto. El resto del jurado se quieren pirar ya. Al menos hay que hablarlo, continúa el tozudo, aunque a ninguno les apetezca, Es decir, todos están ahí casi por la fuerza y tienen cosas que hacer fuera para que venga un pesado a darles la paliza, cuanto antes acaben, mejor.
El joven que pronto va a ser padre, interpretado por Nicholas Hoult, interpela a la jueza para ver si se puede escaquear de ser jurado porque su mujer está cerca de dar a luz. Ahí en esa sala se encuentra la fiscal, interpretada por Toni Collette
( aquella actriz que hacía de madre de la pequeña que quería ser miss en la comedia divertida de "Pequeña Miss Sunshine"). La película se centra en el juicio que se produce por un asesinato y, en cierta manera, el proceso mantiene ciertas similitudes con "Anatomía de una caída" de Justine Triet. Llegamos a las votaciones secretas de los diferentes jurados que la inmensa mayoría vota culpable y el número 2 dice que hay que hablarlo ante las quejas del resto. Poco a poco, él mismo se va metiendo en la madeja de culpabilidad en que la trama se desarrolla.
Hay otro componente del jurado, policía retirado, interpretado por J.K. Simmons ( aquel malvado director de música en la excelente "Whiplassh" de Damien Chazelle) , que acude al lugar de los hechos, la cual cosa está prohibida para ellos y es descalificado, descubre que puede haber otra persona implicada en la muerte.
En fin, el juicio se va desmenuzando minuciosamente con una multitud de testigos en la noche lluviosa como si todo el mundo estuviera pendiente de todos los movimientos de la pareja peleada. Pero si nadie ve lo que sucedió, no existe juicio ni la película. Bueno, eso canta un poco, pero es entretenida.
Título original Juror 2
Año 2024
Duración 117 minutos
País Estados Unidos
Dirección Clint Eastwood
Guion Jonathan Abrams
Música Mark Mancina
Fotografía Yves Belanger
Reparto Nicholas Hoult, Toni Collette,
J.K.Simmons, Kiefer Sutherland,
Chis Messina, Cedric Yarbrough,
Zoey Deutch, Gabriel Basso,
Leslie Bibb, Adrianne C.Moore,
Megan Mieduch, Drew Scheid,
Hedy Nasser.
La trama se centra en los componentes del jurado que de inicio sufrirán un careo minucioso por parte de la fiscal y el abogado defensor. Con el historial de todos en la mano se quieren asegurar que los componentes son de fiar que ninguno de ellos esconde algo sospechoso. Los hombres elegidos al azar no se pueden escaquear de la ley y ante el juez por mucho que quieran alegar hechos que les quite la pena de estar reunidos un tiempo en el juicio y posteriormente en las votaciones, no lo lograrán. Así, para que una persona sea elegida como jurado popular tiene una mini entrevista presencial en la sala antes del juicio con los abogados que dan el visto bueno. El joven que tiene a su mujer apunto de dar va luz es elegido como jurado Nº 2. Empieza el juicio y los hechos con pruebas, declaraciones e imágenes que lo corroboran. Hubo una pelea en un bar de copas entre la pareja y se les fue de las manos, eso es lo que explica el abogado defensor. Son meros lances de una pareja sin más. Luego se fue a su casa. Ella, la fiscal, dice si es normal dejar a una chica bajo un diluvio, en medio de la carretera y con zapatos de tacón. Por eso lo acuso diciendo que en un ataque de rabia se la cargó. La historia se desarrolla frente a ese jurado que está seriamente preocupado. Mientras, ese joven, que pronto va a ser padre, está muy preocupado y metido en el caso del juicio y lo vive como si estuviera él mismo dentro del momento del asesinato. Aparecen testigos, pruebas, datos que se acumulan para designar un veredicto. En ese cúmulo de testigos y pruebas, el abogado defensor intenta alegar que la fallecida pudo resbalar, puesto que llevaba un calzado poco apropiado para el momento y caer por el puente ella sola sin necesidad que nadie la matara. Llegado a este punto, el jurado Nº 2 desvela a un abogado, amigo suyo, que él estaba en ese lugar aquel día y atropelló a una persona sin darse cuenta. Le aconseja que se calle porque lo pueden acusar de homicidio. Ahora el tipo tiene que decidir entre decir la verdad que él lo hizo pensando que se trataba de un ciervo y continuó su camino, pero iba bebido, o bien callar para siempre y que otro inocente se pudra en la cárcel. Llega la hora de la verdad y todos excepto él le consideran culpable, pero comenta que eso hay que hablarlo más detenidamente y no mandar a alguien a la cárcel tan a la ligera. Así las cosas, el jurado número 2 que se ha opuesto a una acusación unánime, ahora se ha metido en un lío, porque se comenta que pudo ser un atropello y el conductor se fue a la fuga. Aquí empieza su nerviosismo, porque quiere salvar al acusado y al mismo tiempo librarse de culpa a sí mismo. En fin, él se siente tan acorralado en la trama que será imposible salir de ella. Las pelis de juicios, a veces, son soporíferas, pero en este caso se hace ligera y eso dice mucho en su favor.
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