miércoles, 15 de enero de 2025

Simón

 



"Simón" de Diego Vicentini ( realiza su tesis en la academia de cine de Los Ángeles sobre las protestas en Venezuela del año 2017) se inicia con un cumpleaños que no se sabe a cuento de qué va. Luego se desplazan a Miami junto a uno de los personajes del evento. Éste llamado Simón ( quizá con la intención de desenterrar el Libertador), 




interpretado por Christian McGalfney ( el mismo que realizó el corto), que quiere pedir la residencia política en Estados Unidos. De momento, vive en unas condiciones de prestado, pues se encuentra en un piso muestra que cuando vienen clientes a visitarlo debe salir por piernas. Tiene amigos y apoyos que le facilitan la clandestinidad. Necesita ayuda de una norteamericana para que le rellene la documentación, pero para ello necesita contar su vida y explica que se involucró en una manifestación en la universidad. Dice que montaron una organización para enfrentarse al gobierno dictador. La historia se desarrolla en el recuerdo de su prisión y posterior tortura.




 En definitiva, se siente atrapado por su pasado: de un lado, quiere volver a la lucha por su pueblo, del otro lado, piensa que será mejor quedarse en un país seguro y reiniciar su vida sin sobresaltos.

Título original Simón

Año                 2023

Duración         99 minutos

País                 Venezuela

Dirección          Diego Vicentini

Guion                Diego Vicentini

Música              Freddy Sheinfeld

Fotografía         Horacio Martínez

Reparto            Christian McGalfney, Luis Silva,

                         Jana Nawartschi, Roberto Jaramillo,

                         Franklin Virguez, Sallie Glaner,

                         Prakriti Maduro, Conlan Kisilewicz,

                         Pedro Pablo Porras.




El cumpleaños de uno del grupo de personas que se enfrenta al gobierno dictador en Venezuela se encuentra en asamblea general y por medio de una pelota se van pasando el turno de palabra. Se debaten entre continuar la lucha activa o disolverse. Todo ello está explicado desde el futuro. En ese discurso de  arenga, Simón pretende involucrar a todos los habitantes, porque mientras ellos luchan por el país, otros se lo están pasando a lo grande en un bar. Por muchas protestas que hagan si no se implican más colectivos, no funcionará y los únicos que perderán son ellos. Por lo tanto, hay que hacer otra estrategia. Salen de la asamblea y en un coche comentan que hay mucha desigualdad, porque ellos cargan con palos y los otros responden con bombas. La lucha es desigual y no tiene sentido. Los recuerdos le taladran la cabeza ahora que se encuentra en el proceso de tramitar los documentos para quedarse en los Estados Unidos como refugiado político. Sin embargo, vuelve a revivir aquellos momentos en que fue delatado por un topo del grupo y entregado a la pasma del gobierno dictador. Ahora sufre ataques de pánico cuando recuerda las torturas que recibió en un antro asqueroso. Podría olvidarse de su pasado, pero se implica en la causa, porque no puede dejar de acordarse de sus colegas que están en Venezuela en una miseria galopante. De hecho, le han pedido insulina urgente para un amigo enfermo y en la farmacia no se la dan si no es con receta o bien pagar tres mil dólares de los cuales no dispone. Los sueños son recurrentes y a esos prisioneros, por ir a una huelga,  lloran colgados de una cuerda y pendientes de torturas, por ejemplo cuando pierden una partida de dominó con otro recluso, el castigo consiste en arrancarle los dientes con una tenaza. La siguiente tortura consiste en rociarlos con zumo de naranja y que los mosquitos, cuando se percaten, los jodan a picotazos. Simón esta afectado por todo lo que pasó, pero trabaja clandestino en un restaurante. Su estado está siempre alterado por todo lo que le sucedió. En ese ir y venir, en una fiesta, encuentra al tipo que lo entregó a la policía, al topo y va a por él y lo agrede. Esto complicará su residencia en otro país y puede ser extraditado. Al final, se dan cuenta de que todos estaban amenazados de muerte, incluso la misma familia del topo. En definitiva, será difícil escapar de sus torturas, porque ese amigo que dejó la vida siendo torturado, le seguirá en sus pesadillas. El fantasma de la libertad de un pueblo perseguirá a más de siete millones de venezolanos huidos.

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