Título original Masaan
Año 2015
Duración 103 minutos
País India
Director Neeraj Ghaywan
Guión Neeraj Ghaywan, Varun Grover
Música Bruno Coulais, Indian Ocean
Fotografía Avinash Arun Dhaware
Reparto Richa Chadda, Sanjay Mishra, Vicky Kaushal,
Shweta Tripathi, Bhupesh Singh, Bhagwan Tiwari,
Nikhil Sahni, Pankaj Tripathy.
“Masaan” del director Neeraj Ghaywan muestra aspectos de la cultura india a orillas del Ganges. La historia recorre las vidas de dos parejas de enamorados que corren paralelas por diferentes aspectos del ámbito cotidiano de la India. El director muestra un trato amable, pese a la primera sensación del inicio, con las imágenes para hacer cómplice al espectador de lo que sucede. La película toca de pasada temas que se podrían haber desgajado en profundidad. Así, por ejemplo, en un inicio parece que veremos una progresión temática dura y reivindicativa de denuncia de unos comportamientos culturales anclados en el pasado. Pero nada de eso ocurre porque la trama se va diluyendo como un azucarillo en una taza de café. Al final, el espectador puede pensar y esto era todo lo que me tenía que explicar, pues vale. Sabemos de películas en las que su visión se puede revisar durante infinidad de veces porque siempre habrá un matiz, un pequeño detalle que se nos ha escapado a nuestros ojos y que cambiará el concepto de ésta. Incluso diría más, que los clásicos lo son, tanto libros como películas, por la capacidad infinita de interpretación: dependiendo de la persona, del tiempo, del lugar, del estado anímico. Por lo tanto la visión de esa película se irá modificando a medida que la veamos en sucesivas ocasiones. Diría más, cuántas películas se pasan por nuestra perola hirviendo durante unos días y venga darle vueltas a las imágenes en la testa para encontrar una interpretación. En este caso, nada de eso sucede: se mira con un cierto interés y se olvida una vez pasadas las letras de crédito. Bien, al menos se llega hasta el final de la proyección.
Las dos historias paralelas se desarrollan
a un ritmo pausado y un tanto lento, a ratos llega a ser cansino. Pretende mostrar unos aspectos de la cultura,
incluso en algunos momentos nos
puede pareces que realiza una historia un tanto maniquea: muestra lo que te
puede suceder en el caso que actúes del lado contrario a las normas de la
cultura. Por eso si inflinges los acuerdos básicos de la comunidad, las
consecuencias repercutirán en el devenir de tu vida. Así, en el caso de que una chica mantenga una
relación sexual en la clandestinidad, extramatrimonial, aspecto que se tiene como un desprestigio
tanto para la chica como para la familia, la ley actuará con contundencia. Por
otra parte, la otra historia enseña las pautas legales normales de la otra relación: pausada y de tanteo de la condición social de la pareja sin esta premisa no se puede avanzar. La relación se debe
concretar antes de pasar a mayores, por eso la insistencia de la situación
social, porque la tía no va a llevar a su casa y presentar a su familia a un
pelagatos de poca monta. La relación se construirá a partir de estas condiciones. Las imágenes son tiernas y conmovedoras
siempre con la intención de llevar al espectador a una esquina de lo
sentimental para acorralarlo con juegos y apuestas entre niños que recogen unas
monedas del fondo del río. Por tanto, se aleja bastante de mostrar imágenes
morbosas y gores ( que lo podría hacer porque la familia del protagonista
tiene como oficio quemar cadáveres en la orilla del gran río sagrado). Así, el
director presenta , por un lado, el destino de una pareja que se aleja de las
normas y las consecuencias posteriores: chantaje por parte de la policía y
conflictos familiares; por la otra, se sigue un amor apasionado después de
conocerse por el faceboock, pero una vez realizado en tanteo social, después de una salida, no puede prosperar porque él es una persona pobre y con esto queda
relegado del compromiso de pareja. En definitiva, la acción se mantiene en dos
ejes principales: la mujer es la esclava del hombre y nunca debe saltarse las
normas del ritual familiar y las relaciones sexuales por eso el padre considera a su hija una desgraciado que le
ha violado el honor de la familia y debe pagar una deuda para que las imágenes
tomadas en el lecho del libertinaje no sean publicadas en la red; la mujer no
puede, por muy enamorada que esté de un
hombre, liarse con él si éste es pobre como las ratas.
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