Título original El hombre de las mil caras
Año 2016
Duración 123 minutos
País España
Director Alberto Rodríguez
Guión Alberto Rodríguez, Rafael Cobos
Música Julio de la rosa
Fotografía Álex Catalán
Reparto Eduard Fernández, José Coronado,
Carlos Santos, Marta Etura, Emilio
Gutiérrez Caba, Luis Calleja, Tomás
del Estal, Isabel Elejalde, Pedro
Casablanc, Enric Benavent.
La cinta “El hombre de las mil caras” de Alberto Rodriguez consigue darle a la acción una ambientación casi perfecta como ya lo hacía en sus anteriores trabajos
“Grupo 7” o en “La isla Mínima” donde la ambientación y el ritmo frenético era su fuerte.
Ahora, se detiene en los hechos acaecidos en dos personajes corruptos de la sociedad española. Muestra con maestría la vida del chanchullero Paesa ( traficante de armas en los momentos más calientes de la guerra con E.T.A, o con el G.A.L, no le importa lo más mínimo colocarse de una banda o de otra si detrás hay pasta para pillar, todo ello sucede allá por los noventa del siglo pasado) interpretado por el excelente Eduard Fernández,
el cual se adentra en un personaje con unos rasgos muy marcados: su frialdad, su saber estar en los momentos oportunos con su sabiduría para encandilar o hipnotizar a sus interlocutores para sacarles la pasta sin que apenas se enteren. De la nada, monta un personaje calculador que no se inmuta ante las culpabilidades que le acusan que se escurre cuando lo tienen cercado y que nunca se derrumba, calculador con ese porte de fumador empedernido. Ese personaje que se mueve en el mundo de la diplomacia en el extranjero que hace de mediador con los políticos españoles y los del extranjero que se sitúa en ese mundo del estafador y el estafado y de ahí nunca saldrá. Y el impostor Roldán, interpretado por Carlos Santos
con una puesta en escena blanda y miedosa después de haber sido director de uno de los cuerpos del estado más grande como era entonces Director General la Guardia Civil, puesto al que llegó con un curriculum de carreras académicas falsas que engañaron a Felipe González, presidente del gobierno por aquella época y que estos altercados acabaron con su carrera política. A su lado, le mantiene de pie su esposa, una Marta Etura
con una fuerza y solvencia que sostenía a aquel hombre derrotado y temeroso. La sociedad corrupta española se muestra ante la pantalla abierta en canal con esta ventana de corrupción que se abre hacia el público. No faltará material para sucesivas cintas si se quiere ahondar en este campo, pues, por desgracia, hay material más que de sobra pendiente de llevar a la pantalla como pueden ser los casos de corrupción política actuales que no es necesario nombrarlos porque es más que conocido y además aburre tener que escribirlos. En fin, lo que más duele es que se habla de personal socialista que en principio debían ser personas implicadas con los más necesitados, pero como se ve solo se preocupan de engordar su propio bolsillo.
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